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carmenalegrePor Carmen Alegre R.
Una vez más Latinoamérica con la presencia del  Cáliz viviente, se inunda de verdad y de devoción, hasta el último y apartado rincón de la existencia de la Galilea de los Gentiles.
Un hermoso e inolvidable reencuentro con aquel “Que grita en el Desierto”, no voy a detallar cronológicamente los momentos,  más bien destacar y contar los momentos vividos.
Esperé  ansiosa y  nerviosa el día que me llevaría a reencontrarme  nuevamente  con mis hermanos a quienes he ido guardando uno a uno en mi corazón a medida que voy conociendo.
Tomé mi vuelo el día 28 de marzo a las 7 de la mañana con uno de mis hermanos, José Antonio, pero en mi corazón llevaba a mis 4 hermanos (Yasna, Luis, Andrea y Marco Antonio) que viajaban por tierra, cruzamos la majestuosa  y siempre blanca cordillera de los Andes, llegando a destino  a las 9 de la mañana, allí nos esperaban 2  hermanos que se habían embarcado el día anterior Claudio Alfonso y su señora Cecilia, pero qué alegría Señor, ya podía respirar la energía, a pesar de estar aprisionada y encadenada  a una estructura elemental de ser humano, mi alma  escucha en esencia el deseo liberación de mis ataduras para entregarme a vivir el gozo, la armonía, el éxtasis amoroso de la presencia del Mensajero más grande de esta la última oportunidad que nos ha dado el Cielo.
Nos embarcamos los 4 a la hermosa ciudad de Rosario, luego a Las Parejas, Santa Fe, donde nos esperaba nuestra hermana Carmen de Huertos con una sonrisa que atravesó mi corazón de alegría, al bajarnos y abrazarla pudo sentir que nuestra felicidad impregnaba la de ella, eran 5 almas que volvían a reencontrarse. Carmencita lo único que quería era que alcanzáramos a ver a nuestro amado Giorgio Bongiovanni, que estaba cenando en un lugar bastante cerca con otros hermanos, al llegar en la puerta del restaurante estaba Él, imponente de energía, de fuerza y a la vez tan delicado, con su mirada dulce, sus ojos llenos de belleza y poesía de amor, solo quería que me regalara su mirada, pero él me regaló más que eso, me regaló un abrazo que estremeció mi ser.
Nos retiramos llenos de alegría a la casa de Carmencita quien nos había adoptado, llegamos a su casa hermosa plagada de energía y nos presentó a su compañero, amigo el Loro Juanito, una belleza, nos regaló su canto y muchas palabras que por cierto las habla bastante bien.
Al otro día era un día especial, era viernes santo, pasado el mediodía, el cielo nos regaló una tarde entera, llena de emoción, llena de energía, indescriptible, una tarde soñada, nunca imaginé que una persona como yo, nacida y criada en la humildad misma, originaria de un pueblito insignificante de un país que queda en el último rincón del mundo, que el Padre Adonay, mi Rey, tendría ese regalo de compartir con Giorgio, con el ser Cósmico que envió a preparar la venida de Su Hijo, que privilegio más grande estar compartiendo tan íntimamente con él y con otros hermanos tan dignos de alabar. Ese día Giorgio nos hizo revelaciones demasiado profundas, porque él nos develó nuestras almas, nos decodificó nuestros códigos que traemos de generación en generación grabados en nuestro corazón, nos identificó, él nos reveló que el 99,9% de toda su tribu había conocido al Cristo, al escuchar esto sentí que muchas almas presentes saltaron y se transportaron, fue entonces cuando las lágrimas brotaron de mis ojos, y dije “Señor soy una pecadora, no merezco estar acá frente a Giorgio y todas estas hermosas personas”, cómo es posible que Giorgio grite solo, que sufra y se desangre por nosotros, fue entonces cuando pensé, aquí, ahora, en este preciso momento comienza la misión de muchos que han entendido el verdadero sentido de esta misión y de esta revelación que Giorgio nos ha hecho. Fue una tarde que jamás podré olvidar, ese día también vivimos la presencia de nuestros hermanos del cielo que hicieron su aparición como reafirmando lo que allí acontecía, ese lugar mágico, alegre, enigmático, y con la presencia de Giorgio, Sonia y Sonietta lo hacían más y más hermoso, era la casa de Juan Alberto y Alejandra, quienes nos recibieron con su corazón colmado de alegría. Ese día nos fuimos con una gran lección y un gran aprendizaje y sobre todo con una gran revelación.
Esa noche en casa de Carmen de Huertos tuve el privilegio de compartir con Veco su esposa Graciela y Vilma, unas personas dignas de admirar, con un corazón lleno de emociones, lleno de amor, humildad, unos hermanos que ya grabé en mi corazón. Al día siguiente, partimos a Rosario donde pude ver y sentir como chorreaba el Arca de amor y solidaridad para con los hermanos extranjeros, su prodigio era tal, que te conmovía, todos y cada uno de los hermanos tratando servirte, de que estuvieras cómoda, Inés preocupada de nuestro desayuno, cómo poder agradecerte Inés a ti y a tu gente lo bien que reciben al hermano cuando es forastero, eh ahí la grandeza espiritual. Giorgio en Rosario, para mi opinión personal, sentí que nos entregó y nos mostró quienes éramos, de dónde veníamos y hacia dónde vamos y las herramientas para trabajar la unidad, la fraternidad, la humildad, el amor, para ayudar y entregar a la iglesia, que no es la de Juan, sino la de Pedro. Qué día Dios mío, intenso, lleno de energía, de amor, una infinita complicidad del Cielo y nosotros. Esa noche mientras nos conducían para el hospedaje que nuestro hermano Sergio nos había brindado para pasar la noche, con 3 hermanos con quien viajaba (Cecilia, Claudio y José Antonio). Esa noche cerré los ojos con la imagen de todo lo vivido y aprendido.
Al día siguiente nuestro hermano y quien tuvo la misión de trasladarnos en su auto a quien estoy tremendamente agradecida, Juan Antonio Frey, nos llevó a Zárate, donde Paola Becco y su gente, nuestros hermanos, nos recibieron con el corazón colmado de amor, ahí nos reencontramos nuevamente, con muchos hermanos de Paraguay, Uruguay, Argentina, México, Costa Rica, Italia y Chile, todos uno solo con el Cáliz que sangra, porque esa sangre es la que mantiene nuestra unión, y también con otra grande entre las grandes mensajeras de la Madre Celeste, Luz de María, que con su luz nos encandila y nos regala la presencia de la Madre quien nos llena de misericordia y de esperanza, siento que el recinto se estremeció con las dos grandes potencias de amor, entonces me digo a mi misma: qué privilegio Dios mío, qué regalo más maravilloso compartir estos momentos únicos con ellos. Giorgio hace otra gran revelación, que él es estigmatizado que sangra, pero que también su tribu es estigmatizada, pero estigmatizados espiritualmente, que eso debe ser utilizado para trabajar con armonía, con unión y ser sedientos de justicia, y dice: vayan entonces y griten la verdad, defiendan su señal, esa señal que el maligno quiere sacarla. Ahora cómo defenderla, con la verdad, la coherencia, con la unión, con la renuncia a lo material, a la envidia, al ego y al celo, buscar la unión entre hermanos y estar dispuestos a dar la vida por la verdad y ¿cuál es la verdad?, es la verdad sobre el cielo, sobre la presencia extraterrestre, la reencarnación, las dimensiones espirituales, la realización del hombre, las profecías, la creación del sol y las estrellas, la inteligencia suprema, todo esto la gente debe saber. Esa es la misión de los estigmas que sangran y   de los que no sangran. También grabé en mi corazón de manera de recordar siempre la diferencia entre nuestro Dios el Padre Adonay y el Dios Yahveh, este último es el dios de la materia, lo que es el egoísmo, materialismo, miedo, miedo a quedarse sin dinero, al poder, la injusticia, la dictadura, la tiranía, etc. Somos tentados y somos débiles, estamos llenos de imperfecciones y si no luchamos y llevamos el mensaje, así como fuimos elegidos, también se nos pedirá rendir cuentas por nuestros actos.
Reflexión personal final.
Yo que he estado atrapada en un espacio tiempo determinado, aprisionada y encadenada a una estructura de ser humano, con cientos de traumas, que detienen el brillo de la luz del Cristo interna en mí. Me voy con mis culpas, mis errores y mis miedos disipados y con una tarea inmensa de transformarlos en amor para mí y mis semejantes. Ahora que Giorgio nos ha revelado, la verdad real de nuestra existencia, nos debe dar fuerza para despojarnos de la existencia ilusoria aparente en que vivimos, para que podamos cumplir y vivir la causa de unión con nuestros hermanos y maestros evolucionados. Gracias Giorgio a ti y al Cristo por llegar a redimir nuestras almas y nuestra causa existencial.
Y envió un gran  abrazo a Sonia Alea, por su inmensa y gran tarea, pese a su preocupación, a la responsabilidad que tiene, siempre nos ha regalado una dulce sonrisa que saca de lo más profundo de su ser a cada uno de nosotros, gracias hermana por existir y cuidar de nuestro Giorgio.
Y gracias a todos los hermanos que hemos aceptado desde nuestras almas la misión. Gracias los AMO A TODOS
Con la unión y el amor en Cristo desde el último rincón del mundo, Chile
Carmen Alegre R.
Arca de Chile
22 de Abril 2013