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organoPor Paola Becco
El sol de Occidente es cálido… el sol de Oriente quema; así repite una y otra vez la famosa canción palestina. Y aquel sol que se condensó en materia en Oriente, hace más de 2000 años, recorre una vez más el ilusorio binomio espacio-tiempo para sintonizarnos a la verdad crística.
Ciudad de Campana, 31-03-13, se consolida como la coordenada espiritual marcada por lo Alto para abrazarnos y abrasarnos en la Santa Pascua de Resurrección.
El grito del águila resuena en los corazones de aquellos que han aceptado y se han comprometido al llamado. Así, emprenden vuelo desde diferentes lugares de la Tierra para confluir en este apartado remanso espiritual. Desde México, Chile, Paraguay, Uruguay, Argentina e Italia, llegan las aves con sus diferentes perfumes, plumajes y colores, fundiéndose juntas en un prisma perfecto, incandescente.
El mágico e indescriptible momento del encuentro entre el cáliz y sus llamados, que se sucede una vez al año, atraviesa toda condición humana, todo entendimiento. Nos fulgura, nos inunda, nos vacía, nos llena, morimos y renacemos, con cada latido, con cada enseñanza, con cada mirada.
De esta manera nos esforzamos por aprender y aprehender de esa agua viva, luminosa que transgrede el aquí y ahora humano, con todos sus vicios, mezquindades, debilidades, carencias, oscuridades para sumergirnos por completo, y si lo aceptamos, en el presente eterno cósmico.
Abre el encuentro el responsable de todas las arcas de Argentina, Juan Alberto Rambaldo: “Agradezco a Giorgio Bongiovanni que está con nosotros en un día tan especial como es la Pascua de Resurrección, y espero que cada uno de nosotros tome conciencia del significado de lo que ello está indicando. Quiero agradecerle también, a los hermanos paraguayos, chilenos, uruguayos, y mexicanos. Es decir, realmente tenemos completo el cuadro, prácticamente, de Latinoamérica, porque para todos nosotros es un orgullo, pero por sobre todas las cosas, creo, es una manifestación, Giorgio, de lo que es tu imagen en toda Latinoamérica”.
Toma la palabra Giorgio Bongiovanni:
Bongiorno, feliz Pascua a todos. Estoy feliz de estar aquí. Era un deseo del Cielo, que hoy en esta Pascua, nosotros pudiésemos estar aquí con ustedes, con todas, por lo menos los hermanos o los representantes de las Arcas de Latinoamérica. Ojalá algún día podamos tener, ganándole al maldito dinero, la oportunidad de reunirnos, verdaderamente, todos los hermanos de las arcas.
La causa, el motivo por el cual estamos aquí, ¿cuál es? Cumplir nuestra misión, y ¿cuál es nuestra misión? Nuestra misión es anunciar la Segunda Venida del Cristo y vivir el mensaje de Cristo y vivir la comunión crística entre nosotros. Cristo nos habla, no está ausente, no está en silencio, está presente, nos envía señales, y mensajes, y a uno de estos, el último, lo comparto con ustedes, es de la Santa Pascua. Escuchen bien este mensaje, porque hay palabras que empujan a hacer preguntas, y a profundizarlas. El mismo Maestro dice aquí, vuestro servidor puede profundizar lo que él dice, ¿y qué dice?
SANTA PASCUA DEL ANNO DOMINI 2013
 
¡ESCUCHADME Y RECONOCEDME POR LO QUE OS DIGO!
YA ELEGÍ EL LUGAR DEL MUNDO EN EL QUE MANIFESTARÉ MI POTENCIA Y MI GLORIA CON MI ESPÍRITU Y MI CUERPO. LAS LEGIONES ANGÉLICAS ME ACOMPAÑARÁN Y SOBRE LA TIERRA TRIUNFARÁN LA JUSTICIA, LA PAZ Y EL AMOR.
¡ESTAD ATENTOS Y VIGILAD! EL TIEMPO EN QUE SE MANIFESTARÁ ESTE ÚNICO Y GRAN ACONTECIMIENTO PARA LOS HOMBRES DE LA TIERRA ESTÁ PRÓXIMO Y LAS SEÑALES QUE LO ANUNCIAN SON EVIDENTES A TODOS.
DURANTE ESOS DÍAS EL CIELO SE DESGARRARÁ Y LAS FUERZAS DE LA NATURALEZA: EL AGUA, EL AIRE, LA TIERRA Y EL FUEGO YA HABRÁN GOLPEADO A LOS PODEROSOS DEL MUNDO Y A MILES DE MILLONES DE SERES HUMANOS CON LA VARA DIVINA. LAS LEGIONES ANGÉLICAS SE PRESENTARÁN ANTE LA CIVILIZACIÓN DEL PLANETA TIERRA HACIENDO MILAGROS QUE ESTREMECERÁN A LA CIENCIA Y A LAS RELIGIONES DE LOS HOMBRES.
¡POR LO TANTO, VIGILAD! ¡Y PREPARAOS, HIJITOS MÍOS!
YA OS HE DICHO, A TRAVÉS DE AQUEL QUE ESCRIBE Y LLEVA EN SU CUERPO LAS SEÑALES SAGRADAS DE MI CRUCIFIXIÓN, MI SERVIDOR Y SERVIDOR VUESTRO, QUE VISITARÉ UNO A UNO A LOS ELEGIDOS POR EL PADRE MÍO Y A TODAS LAS ALMAS QUE HAN SIDO LLAMADAS POR ELLOS PARA PARTICIPAR EN LA IGLESIA DE JUAN.
¡VIGILAD! Y SOBRE TODO ESTAD UNIDOS. EL CAMINO SOLITARIO SIN LA COMUNIÓN ENTRE VOSOTROS, LLAMADOS, ES UNA TENTACIÓN QUE OS ARRASTRARÁ INEXORABLEMENTE LEJOS DE MI LUZ CRÍSTICA.
EL HIJO DEL HOMBRE ESTARÁ PRESENTE CON VOSOTROS SOLO SI, UNIDOS EN EL CAMINO MESIÁNICO, OS AMÁIS COMO HERMANOS, OS NUTRÍS DE MI CUERPO Y BEBÉIS DE MI SANGRE. NO PENSÉIS QUE YO PUEDA CONSOLAR A VUESTRAS ALMAS SI LAS MISMAS RECORREN SOLITARIAS EL CAMINO DE LA VERDAD QUE LLEVA A LA REDENCIÓN.
¡ESTAD ATENTOS! ¡OS HE ADVERTIDO!
¡EL CÁLIZ DE LA COMUNIÓN CRÍSTICA QUE VIVE ENTRE VOSOTROS, EXISTE PARA SACIAR LA SED DE VUESTRO ESPÍRITU CANDIDATO A LA REDENCIÓN CON EL AGUA DE LA VIDA!
¡ESCUCHADLO!
¡TENED MI PAZ!
 
DEL CIELO A LA TIERRA
 
Las Parejas (Santa Fe, Argentina)
30 de Marzo de 2013
09:52 horas
Este mensaje de Jesús que yo recibí ayer es importantísimo para nosotros. Si ustedes lo analizan, el Cristo, está firme sobre unos conceptos básicos para nosotros, la unión, la unión entre nosotros, la unión de los llamados, candidatos a ser elegidos. Entonces, nosotros somos llamados candidatos a ser elegidos. Nosotros formamos parte de la Iglesia de Juan. La iglesia espiritual de Cristo es una, pero los apóstoles fueron varios, y dos de estos, Juan y Pedro, heredaron la misión de ser los guías de los apóstoles. Y Juan, que era el predilecto de Cristo, tuvo la misión de decir la verdad, toda la verdad e iniciar a otros discípulos para que éstos, que somos nosotros, pudiesen despertar las almas a la revelación cósmica. Entonces, la Iglesia de Juan, no es la Iglesia de Pedro, los dos son parte del cuerpo místico de Cristo, pero son dos enseñanzas, complementarias, pero la de Juan es una enseñanza que, cumple una profecía del Evangelio, cuando Cristo dice, yo le mandaré al paráclito, el consolador que le dirá a ustedes toda la verdad sobre las cosas celestes, toda la verdad sobre el juicio. Entonces este es el concepto; y que él regresará, que las fuerzas de la naturaleza son las armas de Cristo, que nosotros no podemos hacer una revolución armada, no precisamos armas. Las armas de la justicia divina son las fuerzas de la naturaleza. Y nuestra arma es el verbo, anunciar la Venida de Cristo. Pero es una amonestación, también, este mensaje, nos pide, nos da la orden de estar unidos. Estar unidos espiritualmente, porque no todos vivimos en el mismo lugar, venimos de muchos rincones del mundo. Entonces, vivir la unión espiritual, y aquellos que viven cerca, vivir también la unión humana, física, la hermandad, porque la división, la pena para nosotros es la segunda muerte.
Entonces, esta presencia mía, aquí en este viaje, es para que ustedes comprendan caca vez más, ahora que estamos en el final de los tiempos, quiénes somos, adónde vamos, cuál es nuestra iglesia verdadera, si hay una iglesia. ¿Cuál es nuestro rol, cuál es nuestra misión final?
Y aquí estoy, para contestar vuestras preguntas.
Este tiempo no es diferente al de hace 2000 años, en este mismo día, Cristo se levantó del sepulcro y se mostró a las mujeres, a su madre, y luego a los apóstoles. Este tiempo es parecido a aquel, porque el Cristo está resucitado, y el Cristo, así como hace 2000 años, se está manifestando a alguno de nosotros, no a todos, pero a algunos sí, a mí, por ejemplo, que soy vuestro hermano, se ha manifestado resucitado: ¡Aquí estoy! Ya son 23 años que se manifiesta, y me habla, y me dice: ¡Estoy, estoy presente, dilo a los hermanos, prepáralos a mi potencia, mi gloria! Entonces lo que vivimos hoy, no es diferente a lo de hace 2000 años, y así como hace 2000 años vivían el milagro de la presencia de Cristo, y sobre todo de la resurrección de Cristo, también vivían la cotidianeidad, vivían diariamente. Y hay una anécdota importantísima del Evangelio como todas las cosas del Evangelio que hizo Cristo, se refieren a hoy, a nuestra vida diaria de este tiempo. Cuando Cristo resucitó después de 3, 4 días, los apóstoles se fueron a Galilea, y ya Cristo los había visitado, Lo habían tocado, besado. Pero no tenían para comer, tenían que sobrevivir, trabajar, cómo hacemos, se preguntaban, ¿cómo hacemos? No tenemos dinero para comprar para comer, nos prestamos dinero, vamos a trabajar, se preguntaban entre ellos, entonces salió Pedro y dijo a Juan, a Santiago, a los demás: bueno, vamos a pescar, es nuestra profesión, somos pescadores, vamos a pescar. Y se fueron a pescar al lago, en Tiberíades, frente a Cafarnaúm, y toda la noche pescaron, y pescaron un pez que se llama nada, prácticamente nada. Regresaron desilusionados, tristes, ¿y cómo hacemos?, ¡porque tenemos que comer! Entonces, preguntas, escuchen bien el significado, se hacían preguntas sobre la vida cotidiana y en un momento que era el más grande de la historia humana, donde aparentemente no tenían que hacérselas. Es decir, preguntas, ¿tienes dinero?, no, préstame, vamos a hacer un trabajo, no tengo, vas tú, no, yo, vamos a pescar, etc. Estas preguntas absurdas aparentemente, pero, el Cristo cuando resucitó no le dio dinero ni nada. Eran humanos, no eran el Cristo eterno, en aquel momento eran humanos. Entonces, la prueba de la fe tenían, mientras iban regresando, se preguntaban cómo podemos hacer si no hemos pescado nada, y decían ¿Dónde está el Señor? Entonces, vieron de lejos, un fuego, porque era el amanecer, y un hombre ahí, que estaba al lado del fuego que preparaba pescado. Y entonces, en la medida en que se acercaban, ellos reconocieron que era el Cristo resucitado. Entonces se acercaron, todos emocionados, y el Cristo los vio: ¡Eh muchachos, no pescaron nada! Y ellos muy humildes, vergonzosos, le dijeron que sí, entonces el Cristo les dio el pez que estaba cocinando y les dijo; bueno, si ustedes van por esta ruta, van hacia la izquierda, y tiran las redes, van a ver que van a pescar. Ellos obedecieron y pescaron tantos peces que se rompieron las redes y tuvieron que pedir ayuda a los barcos que estaban ahí pescando. Entonces, el Cristo, hizo el milagro y ayudó a sus discípulos. Entonces, ¿cuál es la moraleja de esta anécdota? ¿Qué quieres decir Giorgio que nos estás contando esto? Que a pesar de que vivimos el momento más importante de la historia, con la presencia de las señales de Cristo, del Cristo que se manifiesta, de las señales celestes, tenemos que vivir la cotidianeidad, trabajar, buscar dinero para dar de comer a nosotros mismos, a nuestros hijos; pero con la fe, que está presente. Él no está aparentemente, pero está, y en el momento en que Lo necesitamos, Él está siempre. Y si nosotros perdemos la fe, no somos dignos de servirlo. Él nunca nos dará riqueza, o un cheque lleno de dinero, no, Él quiere que nosotros vivamos, que suframos, pero que tengamos fe que nunca nos va a faltar nada, si somos sus apóstoles. Y este momento es el mismo de hace 2000 años. Porque los eventos, solamente las personas que tienen cera en los ojos no lo quieren ver, pero este es el momento más importante, el más terrible también. Y nosotros estamos llamados al último partido que tenemos que jugar. Como si fuera la final de la copa del mundo, donde no podemos ni empatar, ni perder, tenemos que ganar. Y ganamos con la fe, con nuestra fe.
Una de las señales, las señales de los estigmas, que sangran, las apariciones del mundo, los mensajes de la Virgen, apariciones en el cielo de todo el planeta de las naves extraterrestres, de los ángeles del cielo, terremotos, y chispas de guerra. Ayer hubo una señal, el viernes, que nadie se dio cuenta, Corea del Norte amenazó con la Guerra Mundial, el viernes, justo el viernes Santo, no podía ser otro día. Entonces, también, hay grandes eventos políticos, que son señales que nosotros tenemos que leer. Una señal, ha sido la elección del Papa argentino, Papa Francisco, una señal importantísima para todo el mundo, porque eligieron un Papa que pertenece a la Galilea de los Gentiles, eligieron un Papa que tiene la posibilidad de cambiar la Iglesia, de reformarla y hacerla regresar a la Iglesia de Cristo, pero este Papa también, tiene la posibilidad de destruir la iglesia, con su silencio, con su aceptación, con no decir la verdad de las infamias que están en el Vaticano, de la pedofilia, del Banco del Vaticano donde la mafia lava el dinero, y es un dinero de sangre, de asesinos, de delincuentes, donde hay una curia vaticana de criminales, de degenerados sexuales, hablo de los cardenales. Él tiene la posibilidad de cambiar, entonces se convierte en el segundo testigo del apocalipsis, pero si él no hace este cambio, y acepta el silencio, la omisión, él será el anticristo. Entonces, atentos, hay que seguirlo, porque, aunque no en persona, será un brazo del anticristo. Por qué este hablar mío muy duro y muy determinado, porque la iglesia de Juan, el Cristo enseñó, que nosotros no miramos a la gente por su fe, o por su autoridad, o por su grado militar, nosotros la miramos y la apoyamos o denunciamos por los frutos. Y no somos hipócritas, nosotros queremos la verdad, y es solamente la verdad la que libera al hombre, no es la postura, la postura ayuda a descubrir la verdad. La tolerancia, la expresión, ayuda, pero la verdad son los hechos. Entonces una señal de esto, del año 2013, y del apocalipsis, es la elección de este Papa, y la renuncia del otro. Entonces, seguir cuidadosamente lo que él dice, y lo que él hace. Me gusta mucho lo que él hace, me gusta menos lo que dice, porque ayer dijo algo con lo que no estoy de acuerdo, yo lo denuncio: “Dios reacciona al mal con la misericordia y con el perdón”, no es así, es mentira. Cristo perdona infinitamente, con la misericordia a los que se arrepienten, pero Dios también castiga. No existe el castigo, dijo el Papa Francisco ayer, mentira, existe, está escrito en el Evangelio. Porque Cristo dijo, yo regresaré juzgando, y aquellos que han blasfemado contra el Espíritu Santo, no los voy a perdonar. Entonces, querido Papa Francisco, empezamos un poquito mal, hay que corregir la palabra. Alguien me dice, tu quién eres, como me dice el jesuita que escribió el libro, tu quién eres que hablas así al Papa, al Santo Padre, cómo te permites. Me permito porque no tengo el dogma católico de la obediencia porque mi iglesia es otra, no es la Iglesia de Pedro, es la Iglesia de Juan, donde no hay obediencia a nadie, donde todos somos hermanos y donde hay un guía que es Cristo y su apóstol predilecto que es San Juan, el apóstol. Entonces me permito de discrepar o de avalar con el Santo Padre. En realidad, nuestra iglesia no es una institución, nos reunimos como se reunían los cristianos en las catacumbas. Nuestra institución es espiritual. Entonces, tenemos que seguir las señales, y cada uno de nosotros es protagonista de la Segunda Venida de Cristo. Protagonista significa que es un Giorgio Bongiovanni, y que tiene los estigmas invisibles. Ustedes hoy son estigmatizados. No tienen los estigmas que sangran, físicos, los tienen invisibles, son señalados, entonces, el compromiso, ahora sube, sube. Ustedes siempre han dicho, es la misión de Giorgio, son los estigmas de Giorgio, Giorgio sangra, nosotros tenemos que ayudarlo, estar ahí cerca, apoyarlo, y humildemente también nosotros somos discípulos de Cristo, no, ahora ustedes son estigmatizados espiritualmente. Entonces, para tener este honor de la señal de Cristo, en vuestro espíritu tienen que imitar a vuestro hermano Giorgio, dejarlo todo, ser servidores de los hermanos, trabajar por la armonía, la unión, y ser sedientos de justicia… Si sangras, si sufres, un hombre me preguntó, es también por culpa mía, y yo contesto, no querido, lo digo a todos, digamos mejor así, y esto es lo que tienen que vivir también ustedes que son estigmatizados espirituales: Yo no tengo ningún poder, por ahora, con las fuerzas de la naturaleza, pero tengo un poder con la fuerza del amor, y este poder lo uso, lo uso intentando imitar a mi Señor. Porque el Señor, el Cristo, me dice: no te doy el poder de la justicia, por ahora, pero te doy el poder del amor, úsalo, entonces yo lo uso hasta el extremo sacrificio para salvar a mis hermanos, por lo tanto, ustedes no se tienen que sentir con culpa cuando yo sangro, porque también ustedes son estigmatizados y sangran espiritualmente. Se tienen que sentir protegidos por esta sangre. Protegidos espiritualmente, porque esta sangre mantiene firme nuestra unión. El cáliz de la comunión, que sangra, mantiene nuestra unión. Quizás sin esta sangre nos perderíamos. Y tenemos que ser gratos a Cristo por ello. Jesús dijo: lo más grande que puede hacer un hombre en la Tierra, es dar la vida por sus propios amigos; esta es mi misión. Nuestro signo es la señal de los estigmas, y no es poco, no lo tiene la iglesia de Pedro. Lo tuvo y no lo supo reconocer, en el Padre Pío, en San Francisco, que es la señal de la comunión, es nuestra, y no es solamente de Giorgio, insisto.
Una vez podíamos decir, “tu signo Giorgio”, ahora no, después de tantos años que vivimos juntos, aquí con la mayoría me conozco desde hace más de diez años. Tenemos que comprender que este es nuestro signo. Y lo tenemos que defender incluso de nosotros mismos. Yo lo quiero defender de mí mismo, que soy un hombre débil, tengo a veces mis tentaciones, tengo que defender la señal. Yo soy un cáliz, este cáliz sangra, y yo mismo bebo de esta copa, el santo grial que se llama Nibiru, nos lo ha dejado Jesús aquí. Entonces, si Cristo dejó el cáliz, lo tenemos que pasar de boca en boca. Entonces, pertenece a todos, el cáliz. Un día, este cáliz, podría terminar de derramar sangre, hasta no tener más los estigmas, o tenerlos, y no sangrar, y transformar su sangre en una espada, pero nunca para hacer daño a vosotros.
Para ustedes yo vine a este mundo para encontrarlos a vosotros, hermanos, yo vine para abrazarnos, reunirnos, bajo las alas del Cristo. Yo nunca haría una acción de justicia en contra de ustedes, nunca la voy a hacer. Y si un día llego a tener un poder, nunca lo voy a usar en contra de mis hermanos. Lo voy a usar, en contra del anticristo. Entonces, el compromiso es más alto. Yo no puedo hacer nada para obligarlos a ustedes a este compromiso, ni puedo hacer nada si ustedes renuncian. Porque ustedes son llamados, ustedes son aquellos que en el apocalipsis dice “aquellos señalados en la frente”. Aquellos señalados en la frente con la señal de Cristo, tienen los estigmas espirituales. Uno de ustedes lo manifiesta físicamente porque es la voluntad de Dios, y porque soy yo, soy lo que soy. Pero a esta señal la tienen todos. A esta señal, el maligno quiere sacarla de ustedes, y el maligno quiere que ustedes se conviertan en hombres sin señal y sin alma. Entonces, el compromiso es más alto. La renuncia a las cosas materiales tiene que ser total. La renuncia al celo, a la envidia, tiene que ser total, el empuje a amar al hermano, a buscarlo, e intentar lograr siempre la unión tiene que ser básica, mientras yo esté presente en este mundo, me tienen que buscar, me tienen que pedir, me tienen que pedir sugerencias, consejos, participar. Entonces, prácticamente, nosotros tenemos que ganar esta batalla en contra del demonio, porque el número de los integrantes de la iglesia de Juan, es en este momento, suficiente para participar en la nueva era. No somos sólo nosotros candidatos, hay mucha gente candidata en el planeta Tierra, hay también, hermanos que forman parte de la iglesia católica, muchos que son candidatos, pero son ignorantes, no conocen la verdad. Nuestra tarea es transmitir la verdad, la verdad sobre el cielo, los extraterrestres, la reencarnación, las dimensiones espirituales, la realización del hombre, las profecías, la creación del sol, de las estrellas, la inteligencia suprema, a todas estas cosas las tenemos que transmitir a los demás y al mismo tiempo fortalecernos, y al mismo tiempo tomar conciencia, de quiénes somos.
Cuando nos despedimos, empezando por mañana, el 7 de abril, yo me despido de ustedes y regreso a Italia, ustedes tienen que decir “Yo soy un señalado del Cristo” con orgullo y humildad, y ofrecer esta cristificación, y ofrecer nuestra propia vida. Nosotros no somos condenados a dar la vida, nosotros somos honrados de dar la vida por Cristo.
Ser parte de la Tribu de Juan, significa, donar la vida por Cristo, también física, o por lo menos estar preparados para hacerlo. Nosotros somos los servidores del Dios Adonay, y somos enemigos del Dios Yahveh. Estos dos Dioses que peleaban en la biblia, ninguna iglesia explica esto. Nuestro Cristo Salvador, que es el Cristo Salvador de todo el mundo vino para aclararnos, que en la biblia estaba el Padre Adonay, pero estaban también otros dioses, que el Padre Adonay o la inteligencia suprema, le permitían hacer obras para tentar la fe del pueblo elegido. Ojo, porque podemos convertirnos sin darnos cuenta, en servidores del Dios Yahveh, que es el Dios de la materia. No hace falta que les explique la materia. La materia es egoísmo, materialismo, miedo, etc. La materia es tener miedo a la muerte. La materia es tener miedo de no tener plata, o de hacer plata, porque quiero ser rico. La materia es todo lo que es egoísmo, tiranía, poder, dictadura, y había un Dios que hacía esto. Nosotros somos la antítesis. El Dios Yahveh es el que domina el Vaticano, donde está nuestro querido hermano, el Papa Francisco, que yo no quisiera estar en su lugar.
A veces somos llamados a hacer elecciones terribles, elegir de qué lado estar, y cuando en la sociedad hay justos que dan la cara, nosotros tenemos que salir a las plazas y apoyar a estos justos, que son nuestros hermanos. Ustedes saben que yo tengo ejemplos en Sicilia, los jueces antimafia son mis hermanos. Si el cáliz de la comunión crística, un servidor de la iglesia de Juan, no apoya a la justicia, yo soy un traidor, y tengo que apoyarlos con argumentos. No fanáticamente, convirtiéndome en un hermano de él, un colega, y transmitiéndole al mismo tiempo, el mensaje de Cristo para salvar su alma, que ya está salvada porque hace obras. Entonces tienen que estar listos, ahora ustedes, para la última etapa, mientras yo me quede en este mundo, siempre me voy a reunir para fortalecer nuestra fe, para que en nuestros lugares sigamos haciendo obras.
Lo que pide el maligno, no es tanto cuando ustedes dicen no creo más en Giorgio, lo que pide el maligno es nuestra división, y que nosotros no hablemos, no difundamos la verdad, y, hasta podemos crear una iglesia inmensa, como hay varias de hermanos nuestros mormones, Testigos de Jehová, la llenamos de gente, pero no hablamos públicamente ni denunciamos, ni pedimos justicia. A nosotros no nos importa hacer templos, porque el templo es en nuestro cuerpo. Y nuestro cuerpo es la iglesia, donde adentro está nuestro espíritu que es un espíritu servidor de Cristo. Pero esta unión es necesaria, también física, porque somos humanos, y tenemos que sentir el amor del hermano que está cerca de ti. Los quiero mucho, gracias.
Hacemos una pausa para descansar, saludarnos, encontrarnos con aquellas almas que permanecen firmes en sus bastiones durante todo el año, y que hoy nos reunimos bajo ese gran ala. No hace falta decirnos mucho, se vislumbra una gran sonrisa en cada mirada que nos lleva más allá, donde las palabras no llegan.
Retomamos la reunión, ya en un clima más concentrado, menos impaciente, más armonizado.
Esta mañana decíamos que somos todos estigmatizados. Yo soy el portavoz de los precursores, que son ustedes, y si ustedes no trabajan como precursores, ustedes que han elegido la iglesia de Juan, que han elegido ser testigos de la verdad de Juan, qué pasa si nosotros no hacemos el trabajo de precursores, vamos a la segunda muerte. El privilegio de conocer la verdad de Cristo, la verdad que hoy nos brinda el consolador prometido, y nosotros nos casamos con él, recibimos los estigmas espirituales, significa que no podemos permitirnos detenernos o retirarnos porque nos va a aplastar la segunda muerte. No es una amenaza, es la verdad. Por eso siempre somos tentados, porque el maligno sabe que podemos ir a la segunda muerte. Pero si nos mantenemos firmes, como estamos ahora, con nuestras debilidades, el cielo perdona nuestros pecados. No nos perdona si nosotros renunciamos. Si nosotros pecamos: -Padre, me equivoqué, -está bien, hijo. El Cristo dice: -bien, te perdono. -Padre me equivoqué otra vez, -está bien, ¿sigues adelante en la obra?, -sí que sigo, voy a darte la vida, pero cometo pecados, qué puedo hacer. -Intenta mejorarte, pero te perdono, no te perdono si renuncias, te tengo que dar la segunda muerte. Entonces, otro mandamiento que les dejo hoy, acuérdense durante todo el año que viene, y si Dios quiere nos vemos el próximo año; está prohibido renunciar. Porque si renuncian no van a tener perdón. Sí pueden renunciar, pero, el Padre les dice: ¿renuncias? Te vas derecho a la segunda muerte. Pero y si pecamos, si tú pecas y te equivocas, o cometes un error con los hermanos, con el arca, conmigo, con Cristo, te presentas tranquilamente delante del sol, y le dices: Señor, soy un estúpido, pero cómo puedo cometer este error, no lo tengo que hacer, me equivoqué, perdóname, pero no renuncio. Yo te digo en el nombre de Cristo que ya estás perdonado, ustedes son perdonados, yo le digo en el nombre de Cristo, que ustedes son perdonados por todos los pecados que van a hacer, yo los perdono antes que ustedes lo hagan. Sí, se los digo en el nombre de Cristo, no les perdono si renuncian. Yo voy a ser uno que denuncia vuestros pecados delante de Dios si renuncian a la obra, a Cristo, a la verdad. Se los digo de verdad, si alguien me dice, renunció fulano, lo voy a disuadir, pero si quiere renunciar, no lo puedo detener, sé que va a la muerte segunda, yo lo sé, seguro. Pero si pecamos, vamos a ser perdonados. Quién está sin pecado, nadie, todos pecamos. Hay pecados vanales, y otros más graves, pero el pecado más grave es renunciar a la llamada, a nuestra llamada. Renunciar significa que uno deja un camino espiritual, y se dedica a una vida material. Si uno sale del arca y se dedica a los niños pobres, no ha renunciado, si uno sale del arca y se dedica a la lucha en contra de la mafia, no ha renunciado, si uno renuncia y se dedica a seguir a un misionero, Madre Teresa de Calcuta, , no ha renunciado, ha renunciado si uno deja la obra, y se dedica a la materia, a sobrevivir, al trabajo, las vacaciones, la familia, esto es renuncia: la vida material, común y corriente.
Los hermanos realizarán numerosas preguntas, muchas nacerán del corazón, algunas nacerán de la curiosidad, otras se repiten encuentro tras encuentro, pero el más grande entre los hombres sabrá contestarlas una a una con el más puro y devocional amor paternal.
Luego cada coordinador de las arcas, compartirá sus palabras, sus sentimientos, delante a todos los hermanos reunidos, manifestarán su agradecimiento, sus anhelos, sus convicciones, sus emociones. Más de uno se paralizará al tener en frente a este ser maravilloso, y no sabrá qué decir.
El Maestro se hace presente a través de su siervo perfecto y nos mira, lee nuestros corazones, nuestros pensamientos impacientes, nuestras faltas, pero también nuestro esfuerzo, nuestros pequeños sacrificios, nuestro afán de convertirnos en mejores personas, en candidatos para la nueva tierra. Y allí camina entre nosotros, y la conciencia no se da cuenta, pero el espíritu sí, galopa de emoción arrolladora y mira a su Maestro, lo siente junto a él, recibiendo en este día sacro las suficientes fuerzas y herramientas para atravesar las futuras e inminentes tribulaciones.
Una música no humana se expresa en cada nota emitida por aquellas santas manos, vibrando nuestras almas como cuerdas en beatas melodías, coronándose en la luz del ocaso del mundo, y en el alba de nuestros espíritus.
En la Santa Pascua del 2013, el grial viviente de la revolución crística, elevó nuestras almas más allá de las alturas y nosotros bebimos de él y con él.
Cada uno de vosotros, para mí, es un rostro, un rostro. Vuestro rostro que incluye la mirada, es la personificación de vuestro espíritu. Entonces, me los grabo a todos, a cada uno de vuestros rostros, vuestros espíritus. Lo que le pido a ustedes, mis hermanos, les ruego, que mantengan este rostro, esta mirada de amistad que me tienen, esta mirada de hermandad, de fidelidad, y que oren por mí, para que mi fe sea fuerte, invencible. Para que mi fidelidad a Cristo sea igual a la que ustedes me brindan. Gracias, los amo a todos.
Paola Becco
Arca Zárate-Campana
9-abril 2013