Silencio…

Escuchar el silencio…

Sentir el soplo impetuoso del viento…

El alegre gorjeo de los pájaros…

El fragor vivo del agua de un torrente…

El  ruido del fuego que arde…

El respiro de la tierra…

El latido pulsante de su corazón…

El calor ardiente y la pasión fulminante del sol…

El silencio mágico de la noche…

El romántico influjo de la blanca luna…

El encanto de un cielo aterciopelado de azul brillante de estrellas…

Escuchar el latido de la Vida…

Amarla, sintiéndose una sola cosa con ella…

Sentirse el Aire… el Agua… la Tierra… el Fuego…

El frío cortante me despierta del encanto de este lugar… todos los hermanos de las arcas argentinas están aquí, unas cien personas, de algunas arcas han venido solo los representantes, todos están sentados uno al lado del otro un día de invierno de frío intenso. Dos pequeñas estufas intentan calentar el ambiente, una casa de campo al lado de la casa de Juan Alberto. Alrededor el paisaje de una tierra inmensa hasta el horizonte donde el Sol cuando se pone expresa toda su maravillosa belleza. Las preguntas se subsiguen desde la mañana hasta la tarde, con un breve intermedio para comer algo rápidamente allí mismo. Preguntas profundas que reflejan el deseo de conocer, ese conocimiento verdadero que lleva al hombre hacia la verdadera conciencia y que le hace libre de la esclavitud de la materia. Este es el motivo por el cual durante milenios de historia se ha tenido al hombre intencionalmente en la ignorancia, para que sea esclavo de quien desde siempre ha ejercido el poder sobre él. Giorgio, al lado de sus fieles hermanos y amigos, servidores de la obra del Cristo, Raúl Bagatello y Juan Alberto Rambaldo, contesta a las interesantes preguntas de naturaleza filosófico-espiritual, tocando temas de todo tipo, “del cielo a la tierra”. “… Las dimensiones son siete, la séptima es la dimensión del Padre, la sexta del Cristo y, debajo de El, de los Arcángeles Solares, la quinta de los Arcángeles, la cuarta de los Ángeles, la tercera de los Ángeles y del hombre. Nuestro planeta, por la dimensión en la que vive, podría acoger a los Angeles. Desgraciadamente en nuestro caso no es así, por el contrario se han desarrollado formas de vida diabólicas que quieren destruir su ecosistema… La Inteligencia del Cuerpo Macro-cósmico de la Tierra esta enviando sus anticuerpos para preservar la vida de su planeta. ¿Por qué tendríamos que maravillarnos de las catástrofes que suceden y que sucederán cada vez más numerosas?, es una ley natural, a cada causa corresponde un efecto adecuado para restablecer el equilibrio del organismo del macro y del micro… lo que el hombre puede hacer para no caer en estados de depresión mental y espiritual es servir una causa justa, Cuando los valores de Cristo, es decir, el camino de la Cruz, del sufrimiento, se une a la filosofía, el camino de la evolución alcanza la velocidad máxima. Esto sucede porque la energía que se desarrolla en la acción positiva abre la glándula pineal, el tercer ojo. También Jesús Cristo decía a sus apóstoles “Seguidme, obremos juntos y mientras obramos os explico quien soy”. …¿Por qué esta necesidad de sufrir, de entender, de aprender? Porque cada uno de nosotros es una Divinidad potencial. A partir del momento que un ser viviente puede decir “¡Yo soy!” ya tiene la posibilidad de crear. Podéis admirar las creaciones de los artistas, de un pintor, de un escultor, podéis crear situaciones alrededor vuestro, vibraciones, lo que realizáis en vuestra vida es lo que habéis conseguido crear, hasta que el espíritu aprenda todo el conocimiento y la conciencia de las cosas y se vuelva consciente en Dios…” La perfecta armonía, la completa sintonía de los Espíritus presentes hace posible que se difunda una energía que toca las altas frecuencias espirituales y que nos une a la esencia de la Vida llamada Amor, encarnada por el Ser más grande que jamás haya aparecido en la Tierra: el Maestro Jesús Cristo. Muchos de los hermanos que están ahí, gracias a sus estudios universitarios (licenciados en distintas facultades) tienen un papel importante en la sociedad y al ser conscientes de la Verdad, pueden dar un aporte en el contexto de los sectores donde desarrollan sus actividades y ser un punto de referencia para muchas personas que buscan el Camino de la Vida. Uno de ellos es el doctor Roberto que ofrece asistencia constante, junto a su compañera la doctora Nancy, en los comedores de Funima y que expresa su devoción y reconocimiento hacia Giorgio: “Antes yo era un médico como muchos otros… cuando un paciente venía a mí con problemas depresivos o con dificultades interiores yo le mandaba a un psicólogo o a un psiquiatra o le daba los clásicos remedios comunes, ahora me doy cuenta que la mayor parte son deletéreos… desde que he conocido a Giorgio he cambiado, cuando una persona viene a mí ya no puedo mantener la distancia, sino que siento profundamente el deber de ayudar a ese Ser en lo que me sea posible…” “Te quiero” le dice Giorgio. “También yo”, contesta él. Palabras que nos dan la prueba de la importancia de la misión que servimos y que no necesita comentarios… Las preguntas siguen incesantemente hasta las cinco de la tarde, se habla también del tema organizativo del viaje a Italia, todos los hermanos que han conseguido juntar el dinero necesario para hacer frente a los gastos, lo esperan con ansia y maldecimos el dinero que no permite hacer el viaje a muchísimos hermanos que desean tanto ir a Italia, pero que de todas formas estarán con nosotros con el corazón y el espíritu. Sentimos muy cerca a nuestros queridísimos amigos y hermanos italianos, a nuestras familias, con quienes hablamos poco pero que están en el corazón, en la mente y en el espíritu como siempre, es más, mas que nunca, fuerzas motrices de esta inmensa obra celeste. Pensamos en cada uno de ellos, todos, sin excluir a nadie, las distancias se anulan y las palabras no hacen falta, el amor viaja fuera del tiempo y del espacio y llega derecho al corazón. Salimos del “templo” del Espíritu entre sonrisas y abrazos y vamos a casa de Juan Alberto y de Liliana, a pocos metros de distancia, donde se han quedado nuestros niños a jugar durante el tiempo de la reunión y que de repente se ha convertido en una “casa de huéspedes” donde todos pueden tomar un refresco, saludarnos y saludar a Giorgio, a quien un bajón de energía y el dolor de los estigmas le obligan a acostarse pero no de cierto a aislarse de los hermanos que siguen rodeándole con su amor. Durante la reunión, lo mismo que en Buenos Aires, había leído la organización de las arcas referida al término de tres años de su misión en América Latina, que contará en esta nueva fase con su presencia periódica y con la coordinación de las arcas por parte de sus representantes oficiales, y vuelve a hablar sobre la importancia de la unión y de la necesidad de la armonía en el servicio a la obra. Intensos y profundos los días pasados en Las Parejas. El viernes 22 de junio, el día antes del encuentro con los hermanos de las arcas, tiene lugar la conferencia ante la presencia de unas 300 personas, donde Juan Alberto con gran devoción presenta a Giorgio a la población por enésima vez, donde una vez más pasan las imágenes de Funima, donde Raúl con una intensidad particular que llega al corazón de las almas sensibles, manifiesta el desaliento por los obstáculos que la sociedad pública pone a las actividades de voluntariado en vez de favorecerlas, dificultades absurdas que se ponen a quien da la vida para asegurar a los niños necesitados por lo menos las necesidades básicas. Cita por ejemplo la de la energía eléctrica que ha llevado Funima, gracias a la donación de un Instituto escolar italiano, hasta el comedor de Chancaní y a las aldeas más cercanas y que ahora está obligada a pagar el recibo de la luz del comedor… ¡no hay palabras para definir esta egoísta e indiferente sociedad humana! Sigue Giorgio con su Carisma y la manifestación del Verbo que se hace palabra lleva a los Espíritus hacia un nivel de mayor conciencia, después depende de cada uno cultivarla y vivirla día tras día. Los signos sagrados impresos en su carne visitan los países de esta tierra y el Cristo Jesús a través de su humilde instrumento sopla en el corazón de los Espíritus de buena voluntad despertándoles a una Nueva Conciencia: la Conciencia Universal. Deseo dar las gracias a nuestros queridísimos Juan Alberto y Liliana con sus hijos Nicolás, Valeria y Flavia y a los pequeños Candelaria y Francisco, por habernos acogido en su casa sagrada que en estos días se ha convertido en la meta de peregrinaje para tantos hermanos, que nos han dado su amor y su afecto con todo el calor que puede expresar una verdadera familia, así como a nuestros queridísimos hermanos que nos han acompañado y seguido en este viaje: Raúl Bagatello y Gabi, Raúl Blázquez con su preciosa hija Lourdes, Inés Lépori, Alicia, Carmen y sus hijas Vanessa y Giorgina, José, la familia Abrudsky, el abuelo Edgardo (¡como le llama ahora Sonia Tabita y por lo tanto todos!), la familia de Vanina y su compañero Claudio con el pequeño Marcos, Silvia y Rafael de Buenos Aires con la pequeña Francisca, Mirta, Liliana y Carolina, el doctor Jorge y su esposa y todos los demás hermanos que sería demasiado largo nombrar pero que están en nuestros corazones. Días que quedarán para siempre grabados en mi espíritu y que concluyen con una ceremonia espiritual el día de San Juan Bautista durante la que se ha manifestado un signo divino en una cruz de madera: el rostro de Cristo impreso en una mancha de la madera de la cruz y que aparece en la foto como un arroyuelo de sangre.

Con profunda devoción Sonia Alea Montevideo (Uruguay) 27 de junio 2007