31 de mayo 2009. ¡DIA DE PENTECOSTES!
31 de mayo 2009 – Nicolosi
La cita del encuentro ha sido aplazada varias veces... que casualidad (si se puede decir casualidad) y ha sido decidida justo para hoy.
Hoy el tiempo es un poco inestable, el sol calienta mucho pero el aire es fresco y hace un poco de viento. Llegamos a la sede de Nicolosi alrededor de las 12:00, allí nos vemos con los chicos de Palermo y después con Enzo y su esposa Carmela.
Empiezan los preparativos, ponemos los manteles en las mesas y la comida que cada uno de nosotros ha preparado para este encuentro.
Se siente ya ese deseo de estar juntos, esa sensación de unión, de familiaridad que siento cada vez que está presente también Giorgio.
Mientras tanto llegan los chicos de Torregrotta con Fabrizio de Messina, después Saro con Flavia y Aurora y en fin Serenella y Giovanni de Agrigento.
Estamos todos y a pesar del tiempo incierto se decide comer al aire libre.
Las mesas están llenas de platos preparados, hay para todos. Tortillas, pasta de hojaldre, pasta al horno, pizza, fruta y pasteles. Antes de empezar a comer, Grei lee un pasaje del Evangelio que recuerda el Pentecostés, después Giovannone agradece al Señor por este día y por la comida que nos ha donado, recordando a todos los hermanos que cada día mueren de hambre.
Después de comer se habla de lo que es la obra de Giorgio y toman la palabra primero Saro que nos habla de las futuras organizaciones, de la reunión de julio que tendrá lugar en Palermo con la presencia de Giorgio, del encuentro de septiembre donde estarán presentes también los hermanos de Argentina y de futuras reuniones entre las arcas de Sicilia que se harán de vez en vez en el lugar donde han nacido las arcas.
Después Serenella nos cuenta su experiencia en el arca de Sant’Elpidio. Dan ganas de trasladarnos todos allí, aunque muchos de nosotros todavía no hayan visto el arca. Nos cuenta que la estructura está un poco aislada en el campo y que por este motivo hay mucho silencio.
Todos ahí tienen su labor que hacer, nadie necesita órdenes porque todos saben cual es su deber. El arca está muy ordenada. Uno se siente como en casa y aunque a veces Giorgio no esté presente físicamente su espíritu parece no alejarse nunca y acompañarles siempre.
Serenella explica también algunas cosas que ha pensado y propuesto hacer por la obra. Por ejemplo unos días antes, el 23 de mayo, ha organizado una conferencia antimafia en una escuela con Lorenzo Baldo.
Giovanni Coco, político de Agrigento, postulado en las elecciones para alcalde de su pueblo, se ocupa de la campaña contra la privatización del agua. Nos explica un poco como funcionan ciertas cosas, como la gente y nuestros políticos hacen las leyes, hacen daño y después cuando llega el momento de pagar las cuentas se lavan las manos.
Llega el momento de dar un paseo por el monte Sona. ¡Un momento muy bonito para mí! Todos vamos al monte, Saro y Giorgio Barbagallo hablan de la encina donde Eugenio ha visto a los hermanos de la luz por primera vez.
Recordamos ese momento y algunos de nosotros descienden hasta el cráter que ahora ya está apagado donde los hermanos aterrizaban con su astronave.
Precisamente dentro del cráter hay un matorral de rosas blancas, el único en todo el monte y Giorgio nos dice que ha crecido en el punto exacto donde han aterrizado los hermanos.
Antes de irnos hacemos todos juntos una bonita foto de grupo.
Regresamos a la sede del arca de Nicolosi, nos despedimos de Serenella y Giovanni y comemos algo (se sabe que los paseos dan apetito).
Después nos ponemos en círculo y Grei y yo contamos una serie de acontecimientos que desde un tiempo a esta parte vivimos casi en simbiosis. Signos que nos dan mucha alegría y al mismo tiempo nos hacen sentir parte del entero Universo.
Llega el momento de despedirnos, los chicos de Palermo y de Torregrotta alrededor de las 18:30 emprenden el camino de regreso.
Mientras tanto sucede una cosa extraña, yo había llevado una bolsa aislante con dos bloques de hielo. Durante el día el hielo se derretía y el agua mojaba el suelo. Dado que tenía que meterla en el coche, he pensado sacar el hielo y dejar que se derritiera en la hierba. Saco el primer pedazo de hielo y lo pongo en la hierba, tomo el segundo pedazo y noto que tiene una forma particular... la de un corazón.
Así que llamo a los hermanos que todavía estaban ahí y Giorgio saca alguna foto.
Todos muy contentos vemos este corazón como un signo del cielo que en una jornada ya de por si tan bonita por haberla pasado juntos, nos hace un regalo tan importante.
Así, también Enzo y Carmela, Saro, Flavia y Aurora regresan a su casa.
El momento de la despedida es siempre un momento particular, te das cuenta de que cuando estás con las personas justas el tiempo pasa siempre demasiado deprisa, quisieras entretenerles a todos, abrazarles tan fuerte para recordar su calor hasta el próximo encuentro.
Pero extrañamente no se siente esa sensación de tristeza, porque sabes que les llevarás contigo, en el corazón y ellos harán lo mismo. En fondo es esto lo que cuenta, nuestra fuerza y la de todos los hermanos de la obra, también la de los que todavía no conozco que no viven ni siquiera en Italia (quizás conocemos solo su nombre, la cara por alguna foto o conferencia o quizás en la web), reside precisamente en el estar y sentirse cerca espiritualmente con el corazón y con el amor que nos une a todos a nuestro Creador.
Antes de volver a casa, Angelo, Grei, Giorgio Barbagallo, Michele y yo vamos a Borrello, donde la Virgen de la Roca. Nos paramos en frente de la estatua de la Virgen.
Después seguimos el recorrido de la Vía Crucis y una vez en la estación número XI Grey nos hace notar un agujero en la placa que tiene de nuevo la forma de corazón.
Lo interpretamos como otro signo.
Proseguimos. De lejos se ve ya la estatua de Jesús con los brazos abiertos y parece que nos esté esperando para abrazarnos.
Nos acercamos a la estatua que está en una especie de altura desde donde se ve el Etna y la estatua de la Virgen. Da mucha impresión, estamos solos, sentados delante de El, leemos un pasaje del Evangelio, Le damos las gracias por el día estupendo y por haber escuchado nuestras oraciones regalándonos estos hermosos signos y regresamos a casa.
Foto: Barbagallo Giorgio
Valeria Di Blasi
Catania-Sicilia (Italia)
6 de junio 2009