MAS ALLA DE LAS APARIENCIAS
Vuelvo a leer este escrito de Erika de Montevideo, una síntesis en la que veo condensado el gran amor y “la adoración” que nuestros hermanos de Sudamérica sienten hacia Giorgio.
A algunos de nosotros nos puede parecer… mucho, exagerado, acostumbrados a verle como un hermano… particular, si, pero siempre a la sombra de Eugenio…
Lo ha sido, incluso con sus sagrados estigmas, para completar una preparación que le ha conducido a interpretar un rol de continuación en la esencia del mensaje “Del Cielo a la Tierra” volviendo a dar una prioridad “perdida” a la figura central a la que todos nos sentimos ligados y por la que vivimos: Jesús el Cristo.
Los valores de la comunión, de la fraternidad, el verdadero sentido del Amor y de la Justicia, la voluntad de testimoniar, que de por si quiere decir acción. Sin reservas, sin dudas o contrataciones… Un compromiso que no mira a la satisfacción del propio bienestar físico y psíquico, sino más bien al de los demás para que de cada envoltorio surja el ser spiritual.
Una verdad de la que la Iglesia tiene aún hoy un miedo terrible de que sea metabolizada por las poblaciones: “Cristo nunca quiso que los hombres llenasen los templos y las Iglesias con liturgias y oraciones: sino que cada hombre se convirtiese en un “misionero” en favor del prójimo”.
El que no comprenda esto será muy difícil que llegue a comprender lo que hace Giorgio y, me permito de añadir también, que comprenden el real significado de las grandes enseñanzas del Evangelio. Dado que es esto lo que Giorgio, a pesar de todo, va predicando y sembrando.
Y es quizás por este motivo que estos hermanos “nuevos” de Sudamérica se sienten tan fuertemente unidos a él.
Porque quizás han sabido ver y sentir un real mensajero de la Luz Crística.
Que de seguro constituyen un ejemplo claro de consciencia y de abnegación. Y de los que estar orgullosos.
Rosario Pavone
Gaggi – Sicilia (Italia)
26 de Febrero 2009
Vuelvo a leer este escrito de Erika de Montevideo, una síntesis en la que veo condensado el gran amor y “la adoración” que nuestros hermanos de Sudamérica sienten hacia Giorgio.
A algunos de nosotros nos puede parecer… mucho, exagerado, acostumbrados a verle como un hermano… particular, si, pero siempre a la sombra de Eugenio…
Lo ha sido, incluso con sus sagrados estigmas, para completar una preparación que le ha conducido a interpretar un rol de continuación en la esencia del mensaje “Del Cielo a la Tierra” volviendo a dar una prioridad “perdida” a la figura central a la que todos nos sentimos ligados y por la que vivimos: Jesús el Cristo.
Los valores de la comunión, de la fraternidad, el verdadero sentido del Amor y de la Justicia, la voluntad de testimoniar, que de por si quiere decir acción. Sin reservas, sin dudas o contrataciones… Un compromiso que no mira a la satisfacción del propio bienestar físico y psíquico, sino más bien al de los demás para que de cada envoltorio surja el ser spiritual.
Una verdad de la que la Iglesia tiene aún hoy un miedo terrible de que sea metabolizada por las poblaciones: “Cristo nunca quiso que los hombres llenasen los templos y las Iglesias con liturgias y oraciones: sino que cada hombre se convirtiese en un “misionero” en favor del prójimo”.
El que no comprenda esto será muy difícil que llegue a comprender lo que hace Giorgio y, me permito de añadir también, que comprenden el real significado de las grandes enseñanzas del Evangelio. Dado que es esto lo que Giorgio, a pesar de todo, va predicando y sembrando.
Y es quizás por este motivo que estos hermanos “nuevos” de Sudamérica se sienten tan fuertemente unidos a él.
Porque quizás han sabido ver y sentir un real mensajero de la Luz Crística.
Que de seguro constituyen un ejemplo claro de consciencia y de abnegación. Y de los que estar orgullosos.
Rosario Pavone
Gaggi – Sicilia (Italia)
26 de Febrero 2009
CUANDO LO QUE IMPORTA ES CRECER
Llegando al final de la visita de Giorgio en Sudamérica, solo nos queda atesorar los pequeños momentos que compartimos con él en nuestra Arca. Momentos en los que intentamos devorar cada palabra, cada gesto, cada mensaje suyo, lo atesoramos y lo guardamos dentro porque pronto no sabremos a ciencia cierta que nos espera a todos. Sabemos lo que tenemos que hacer, sabemos lo que pasará pero no conocemos lo que el Cielo tiene reservado para cada uno de nosotros. Estamos oliendo el final, el final de una etapa y estamos respirando el aroma del comienzo de otra.
“El Cielo tiene programado hasta el 2012 años muy pero muy duros, donde se van a cumplir, sino todas, la mayoría de las señales anunciadas en el Apocalipsis de San Juan “- Con esas frases nuestros corazones se congojan no porque no lo sabíamos, sino porque ya sentimos cerca esas señales “El Cielo no nos va a hacer faltar nada de lo que precisamos si cumplimos nuestra misión”- Con estas palabras intenta consolarnos y empujarnos para que no decaigamos y sigamos nuestra lucha, nuestro compromiso con el Cielo.
“Mientras tengamos la oportunidad de hacer lucha social, denuncia social, antimafia, antinuclear, anti-todo, medio ambiente, los niños de FUNIMA, tenemos la obligación de hacerlo; mientras se está cerrando el círculo y si la Vida nos pone entre la espada y la pared nuestra decisión debe ser seguir, hasta nuestro último respiro, en cualquier lugar del mundo donde nos encontremos y frente a cualquier situación familiar en la que estemos, tenemos la orden del cielo de decir a nuestro hermano que está ahí mira que el Cristo regresa, haz algo a favor de la vida. Estoy apurado en decir esto porque tengo la sensación de que todo esto que digo no va a demorar mucho antes de que pase, no porque el Cielo me ha dicho algo sino porque veo en estos seres el nerviosismo de un gran evento”.
Con esta aseveración nos prepara para nuestro crecimiento, no nos quiere dejar huérfanos cuando todo se avecine, nos sigue susurrando al oído que no abandonemos la lucha, que los hermanos en Italia nos necesitan. La Obra en América Latina ha crecido sobremanera y se transforma en el empuje de la que debe desarrollarse en Italia. La lectura del mensaje sobre la violencia contra los niños transforma su sonrisa en un sufrimiento, el horror del recuerdo de las imágenes se ve a través de sus pupilas que brillan y claman Justicia.
“Un nuevo Noé está preparando el Arca que no conocerá las aguas”. Demasiados niños ya han sido torturados, la complicidad de la humanidad no puede continuar. Este Padre que conozco que se llama Adonay ahora saca su cinturón y le pega a los niños malos que es la humanidad, es inevitable, pero mi preocupación no es lo que pasa con los niños malos, mi preocupación es Salvar lo Salvable. Aquellos que con nuestra humilde Obra podemos despertar. Yo no tengo esperanza de que cambie, yo hago todo para despertar lo salvable por eso vamos a hacer lucha social, no porque desaparezca la mafia o porque no se ponga una central nuclear. Nosotros podemos mitigar el mal y el objetivo final porque hacemos todo esto es buscar la forma posible para despertar a los que podamos.” Cuando a un hermano se le pasa las ganas de hacer esto ahí gana el Diablo”
¿Ganará el Diablo sobre nosotros, aplicará su arma de desgano y falta de Fe? Todo lo que hacemos, todo lo que vivimos, es simplemente para crecer, eso genera dolor y amor, pero siempre es para seguir creciendo. Giorgio nos empuja a buscarnos, fomentar nuestra amistad, unirnos, no decaer en el esfuerzo por continuar juntos.
Luego hablamos de La llamada, de ese rubí que con tanto orgullo llevamos y que no somos realmente conscientes de lo que significa, hablo de su amor por ese signo, el sincronizador. El que portamos colgado de nuestros cuellos, pero que en realidad está incrustado en nuestras almas desde antes de nacer, porque el Padre ya tenía escrito para cada uno de nosotros esto que hoy estamos haciendo e incluso tenía programada la llamada a la que hoy estamos respondiendo. Desde todas partes del mundo, todos luchando hacia un mismo objetivo. No importa lo que depare el futuro hay que estar preparado para lo peor, para lo que el Padre ha escrito para nosotros, unos estarán, otros no pero a todos en definitiva nos importa solo una cosa, además de Amar a Cristo, y es el Crecer, el crecer más allá de las estrellas, más allá del alma, más allá de lo que nunca conoceremos.
Erika Pais.
13 de noviembre 2008.
Montevideo, Uruguay.