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CARTA ABIERTA A LOS RESPONSABLES DE LA PROGRAMACIÓN DE RETE 4

MARIONETAS DEL PODER

Estimados señores:

Me dirijo a ustedes en consideración al programa de 28 de abril del 2015, "La Strada Dei Miracoli”, al cual asistió como invitado el Sr. Giorgio Bongiovanni, para manifestarles la decepción que sufrí al ver el tratamiento que le dieron al tema.
Como no me gustan los equívocos ni los malos entendidos, les adelanto desde ya que el Sr. Bongiovanni me inspira un profundo respeto. Conozco su impecable trayectoria, que es del dominio público, durante la cual ha sido recibido en los más prestigiosos foros internacionales. Ha sido invitado a las televisoras de muchos países alrededor de todo el mundo y en todas se lo ha tratado con la cordialidad debida a cualquier visitante.

De más está decir que no fue el caso de "La Strada Dei Miracoli”, programa en el cual se levantó un endeble andamiaje de pretendida ciencia para desprestigiar a un invitado que no pudo hablar.
A decir verdad, no me interesan las mentiras de la conductora (no lo queremos juzgar pero lo estamos juzgando), ni la ignorancia del sacerdote invitado (que desconocía la posición de la Iglesia sobre la realidad extra terrestre), ni mucho menos las demostraciones del improvisado químico (la mayor vergüenza del programa). Allá ellos con sus pequeñeces e impertinencias, su juicio queda reservado a Dios.
Lo que me molestó en extremo es que se invite a alguien, que se hable de él, que se opine sobre él, que se digan mentiras acerca de él, pero no se lo deje hablar. Y lo que es peor, que tampoco pueda defenderse, ni dar su versión, ni decir su verdad, cualquiera que esta sea. Solo por ello el programa ha quedado absolutamente descalificado.
Observo con tristeza que no conocen ni tienen temor de Dios. No sé en qué creen ni cuáles son sus amigos, tal vez los mismos que quemaron en la hoguera a Giordano Bruno por decir una verdad incómoda para sus verdugos. Lo que sí sé es que el juicio de la historia es implacable, que las marionetas del poder se olvidan rápidamente y que la justicia divina, aunque a veces parezca demorarse, siempre llega.
Sin más que decir, me despido de ustedes deseando que Dios les reserve un buen destino.
Atentamente.

Inés Lépori
Abogada
DNI Nº 11.850.682