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18 de Octubre de 2015
SAN JUAN BAUTISTA

Por Rafael Montiel

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Recordamos con admiración y respeto a nuestro compañero de tareas, don Pablo Medina Velázquez, quien entregó su vida por la verdad, la justicia y la libertad de prensa y de expresión. Hace un año, sicarios pagados con plata sucia asesinaron con violencia y saña al corresponsal de ABC Color en Curuguaty.

El cobarde asesinato se produjo el jueves 16 de octubre de 2014, a las 14:32, en un camino rural de la colonia Itanarãmi de Villa Ygatimí. El exintendente de Ypejhú Vilmar “Neneco” Acosta (ANR) es sindidado como autor moral, mientras su hermano Wilson Acosta y su sobrino Favio Acosta como los sicarios que ejecutaron a nuestro corresponsal y a su acompañante Antonia Almada.

El pecado de Medina fue denunciar las injusticias, a los narcopolíticos y a los mercaderes de la política que sometieron a la población con el miedo y la corrupción institucionalizada. Pese al ambiente hostil y tenso, el periodista tuvo la valentía de sacar a luz las maniobras de politiqueros que llegaron al poder con mañas y violencia, con atropellos a los principios de la dignidad de las personas, la libertad y la democracia.

Su entrega al ejercicio de la profesión es todo un ejemplo para quienes cumplen el papel de comunicar, denunciar y de informar a la opinión pública. Pablo Medina enarboló la bandera de la libertad y murió en cumplimiento del deber, en aras de una sociedad mejor y más honesta.

Su sangre derramada con saña y fuego, en manos de sicarios, apátridas e inescuprulosos, sirvió para desnudar la narcopolítica, el crimen organizado y la corrupción institucionalizada.

La clase política tiene la obligación moral de sanear sus filas y las autoridades tienen la responsabilidad de emprender una cruzada contra la deshonestidad y sancionar a los oportunistas que corroen los cimientos de la Patria misma. No puede ser que el país caiga a pedazos por falta de decisión y firmeza de las autoridades. Es imperativo que los autores morales y materiales, así como sus protectores, reciban el castigo que se merecen.

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http://www.abc.com.py/edicion-impresa/opinion/pablo-vive-1418179.html