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29 de Diciembre de 2014
SE VA UN AÑO SOMBRÍO PARA EL PERIODISMO NACIONAL
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Por Osvaldo Cáceres Encina
Se va un año sombrío para el periodismo nacional con el asesinato del corresponsal de ABC en Curuguaty, Pablo Medina Velázquez, de 53 años que investigaba la narcopolítica en el departamento de Canindeyú. En el hecho ocurrido el pasado 16 de octubre en Villa Ygatimí, murió también su casual acompañante en ese momento, Antonia Maribel Almada Chamorro (19). Para la fiscalía, está comprobado que el autor moral fue el entonces intendente de la ciudad de Ypejhú, Vilmar Acosta Marques (39), quien está prófugo.
Acosta Marques, también conocido como Neneco, está prófugo de la Justicia.
El fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón, en una reciente visita a Brasilia, dijo al procurador general de Brasil, Rodrigo Janot, que Acosta estaría oculto en la ciudad fronteriza con Paraguay, denominada Paranhos, o en São Paulo.
También están prófugos los supuestos autores materiales, Wilson Acosta Marques (43, hermano de Vilmar), y Flavio Acosta Riveros (29), sobrino de ambos.
El único detenido es Arnaldo Cabrera López (38), chofer de Vilmar, a quien se lo sindica como cómplice porque su teléfono fue utilizado para monitorear el atentado.
Lo que se presumió desde un principio, de que a Medina lo mataron por el hecho de que denunciaba la narcopolítica que ejercía Vilmar Acosta Marques desde su cargo de intendente de Ypejhú, quedó confirmado con la imputación fiscal y luego con la declaración del único detenido en este caso.
“Se puede evidenciar la discrepancia existente entre la víctima Pablo Medina y el intendente de Ypejhú, Vilmar Acosta Marques, por las constantes publicaciones en las que el periodista sindicaba al intendente como supuesto nexo con el tráfico de drogas y la comisión de algunos hechos de homicidio en la zona de Villa Ygatimí e Ypejhú. A raíz de las publicaciones, Medina venía recibiendo amenazas de muerte de parte de Vilmar”, dice una parte de la imputación.
“Después de trabajar con Vilmar como chofer me enteré de que él tenía un problema con un periodista de la zona, de nombre Pablo Medina, que le perjudica políticamente. Esto escuché en una reunión familiar que él mantenía”, relató Arnaldo Cabrera ante los fiscales Sandra Quiñónez, Cristian Roig y Lorenzo Lezcano.
El clan Acosta no solo tiene en su haber este homicidio, sino otros dos, de acuerdo a los investigadores. Uno de ellos es el caso de Julián Núñez, exintendente de Ypejhú y rival político de Vilmar Acosta. Lo mataron el pasado 1 de agosto en esa ciudad.
La muerte de Medina dejó al descubierto la narcopolítica en nuestro país. Un intendente del partido de gobierno (la ANR) que hizo lo que quiso en la zona, bajo el amparo de los caudillos del departamento de Canindeyú.
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http://www.abc.com.py/edicion-impresa/suplementos/judicial/la-narcopolitica-que-mato-a-pablo-medina-1320954.html