Las copiosas lluvias caídas en la mitad oriental de Australia han causado la muerte de al menos 33 personas y 9 están desaparecidas además de millones de afectados desde finales de noviembre, cuando empezaron las primeras riadas.    
En el Estado de Victoria, en el sureste, las riadas que descienden por el norte y el oeste han formado un mar interior y más pueblos, como Swan Hill, quedarán aislados al paso de la enorme masa de agua.    
"Sabemos que una gran cantidad de agua se encamina hacia Swan Hill. Es la misma que atravesó Kerang (esta semana) y además ha recibido agua adicional del río Avoca, que inundó Charlton", explicó el alcalde de la ciudad, Greg Cruickshank, según la radio ABC.  
Las inundaciones en Victoria, las peores de las que se tienen registros oficiales, afectan ya a un 25 por ciento del territorio.    
Los pronósticos meteorológicos son que el mal tiempo remitirá y saldrá el sol el fin de semana, con temperaturas alrededor de los 28 grados centígrados, por lo que la situación general en el este de Australia no empeorará, pero tampoco evitará que varias localidades en el curso de esa masa de agua queden anegadas.    
En Brisbane, la capital del Estado de Queensland y con una población de dos millones de habitantes, la peligrosa subida de la marea anunciada para esta mañana y que llevó a numeroso vecinos a proteger sus viviendas con sacos de arena al final afectó solo a algunas casas en las zonas más bajas de la urbe.    
No obstante, la mayor parte de Brisbane necesita reparaciones, incluidos unos 28.000 inmuebles, por las inundaciones de la semana pasada.    
Lo mismo ocurre con otras ciudades de este Estado del noreste de Australia, como Ipswich, Rockhampton, Theodore, Condamine, y muchas más.    
La primera ministra australianas, Julia Gillard, ha señalado que estudian la posibilidad de crear un impuesto especial para sufragar los gastos de reconstrucción.    
El presupuesto federal tiene una partida de 80 millones de dólares (59,2 millones de euros) reservada para los daños de las catástrofes naturales y, hasta el momento, el Gobierno ha destinado 225 millones de dólares (166,6 millones de euros) en pagos extraordinarios de seguridad social para los damnificados.    
Los expertos del banco ANZ calculan que la factura llegará, incluidas las reparaciones y reconstrucciones de la red de infraestructuras y los daños en las viviendas y comercios, al 1,5 por ciento de los 1,3 billones de dólares del Productor Interior Bruto anual.    
"Estoy trabajando en la propuesta ahora y la anunciaré cuando sea el momento adecuado", declaró Gillard, quien desde que comenzaron los estragos naturales ha reiterado su promesa a que el presupuesto estatal volverá al superávit en el ejercicio 2012-2013.    
La oposición conservadora en el Parlamento nacional ha rechazado la idea de un nuevo impuesto.    
Queensland produce la mitad de las exportaciones nacionales de carbón y un 85 por ciento de las minas del Estado han quedado afectadas por la inundaciones, por lo que los expertos calculan que las pérdidas rondarán los 2.500 millones de dólares (1.848 millones de euros).    
El sector agrícola de Queensland, mayoritariamente exportador y que representa un cuarto de los cultivos de verduras, gran parte de la fruta tropical y la casi totalidad de la caña de azúcar del país, también ha sufrido duramente con las riadas y su producción se verá reducida en 500 millones de dólares (369 millones de euros) este ejercicio fiscal.   
Según el departamento de Meteorología de Australia, las copiosas precipitaciones, mayores que años anteriores por estas fechas, están causadas por el fenómeno de La Niña, que enfría las corrientes marinas del Océano Pacífico y aumenta la intensidad de las lluvias.
Mónica Garriga Melbourne (Australia), 21 ene (EFE)-
EFE - 21 de Enero de 2011 • 04:11  
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