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ETA COMUNICA A LAS PATRONALES NAVARRA Y VASCA EL FIN DEL «IMPUESTO REVOLUCIONARIO»
ETA ha decidido poner fin a una de sus principales fuentes de financiación, el llamado impuesto revolucionario.
La organización terrorista ha enviado sendas cartas a las organizaciones empresariales del País Vasco y Navarra en las que anuncia que «como consecuencia del alto el fuego permanente y de carácter general en vigor desde el 10 de enero» pone fin a las campañas de extorsión desarrolladas desde hace más de 30 años. Las últimas cartas de ETA con exigencias de pago datan del pasado 26 de octubre, y desde entonces ni los empresarios ni las fuerzas de seguridad han detectado el envío de nuevas misivas. El presidente de la patronal navarra, José Antonio Sarría, indicó que recibió el texto el pasado martes, y en la nota, además de trasladar su decisión a los empresarios, los terroristas reclamaron que se informara a «la sociedad, en general, de que la exigencia del pago del impuesto revolucionario, como ellos lo llaman, ha quedado cancelada». La patronal vasca Confebask confirmó por medio de un portavoz que también había recibido «recientemente» una carta de ETA con idéntico contenido, aunque pidió «guardar la prudencia necesaria» hasta confirmar la veracidad del anuncio. El paso dado por ETA, siempre que se confirme, supone un cambio cualitativo respecto a anteriores treguas, ya que tanto en la de 1998 como en la del 2006 mantuvo el envío de cartas de extorsión con el único cambio de incluir una rebaja en el lenguaje agresivo. Los terroristas justificaron en su momento el mantenimiento de esas prácticas dentro de «las tareas de reabastecimiento» propias de su organización.
Alivio, pero insuficiente
Todas las organizaciones políticas acogieron con alivio el anuncio de ETA, pero coincidieron en general en señalarlo como insuficiente, ya que lo exigible a la banda terrorista es que «deje de anunciar su cese por secciones y anuncie ya el cierre definitivo e irreversible de sus actividades», en palabras del presidente del PNV, Iñigo Urkullu. Los socialistas y populares del País Vasco también consideraron la decisión de la organización terrorista un paso adelante, aunque insuficiente, ya que en opinión de ambos partidos lo que debe hacer la banda terrorista es anunciar su disolución. Para la izquierda aberzale, el anuncio demuestra «la voluntad de la organización ETA para impulsar el proceso democrático y la superación definitiva del ciclo de confrontación armada».