La prensa italiana vivirá este viernes una "jornada de silencio" para protestar contra la conocida como "ley mordaza" promovida por el Gobierno de Silvio Berlusconi, que limita el uso de las escuchas en las investigaciones policiales y castiga incluso con la cárcel a los periodistas que publiquen su contenido.
Los primeros en adherirse al paro convocado en los medios de comunicación italianos han sido los periodistas de la prensa escrita, por lo que mañana Italia se despertará sin algunos de sus periódicos más importantes en los quioscos.
Será entonces cuando llegará el turno para que las televisiones, las radios y las agencias de noticias que se adhieran a la protesta interrumpan sus servicios informativos.
Se trata de una iniciativa promovida por la Federación Nacional de la Prensa italiana (FNSI) con el objetivo de advertir sobre el peligro de "censura preventiva" que supone la nueva norma.
Según el sindicato, es "un día de silencio especial contra todos los silencios cotidianos que la norma impondría (de ser aprobada) a los medios".
La "jornada del silencio" llega precedida de manifestaciones y protestas, como las que se vivieron el pasado 1 de julio en 22 ciudades italianas, en las que miles de personas tomaron las calles para decir "no" a la nueva norma, que se encuentra en su trámite parlamentario y ha levantado una gran polémica en el país.
La nueva norma prevé, entre otros puntos, condenas de hasta 30 días de cárcel o sanciones de hasta 10.000 euros para los periodistas que publiquen las escuchas durante las investigaciones o de las actas bajo secreto, mientras que fija multas de entre 300.000 y 450.000 euros para los editores que lo hagan.
Los medios de comunicación tan sólo podrán publicar las actas judiciales resumidas y queda prohibida la difusión de la documentación relativa a conversaciones telefónicas o a través de correo electrónico.
Asimismo, se limita a 75 días el tiempo que pueden durar las escuchas durante las investigaciones, tras lo que sería necesario pedir prórrogas, que serían de tres días; transcurridos éstos, sería necesario volver a pedir la autorización para continuar con las interceptaciones.
El proyecto de ley fue avalado el pasado 10 de junio por el Senado italiano en una agitada sesión y en medio de las protestas de la oposición, después de que el Gobierno planteara una moción de confianza para su aprobación, evitando así el debate de enmiendas y el parlamentario.
Está previsto que el texto llegue a la Cámara de los Diputados para su debate definitivo el próximo 29 de julio, donde es probable que encaje un nuevo sí puesto que el partido de Berlusconi, el Pueblo de la Libertad (PDL), goza de mayoría absoluta también en este hemiciclo.
La polémica generada por la "ley mordaza" es sólo uno los grandes quebraderos de cabeza que el Gobierno Berlusconi debe afrontar estos días, ya que otra norma que ha generado grandes críticas al Ejecutivo y ha llevado a numerosas protestas políticas y sociales es el plan de ajuste económico para los próximos dos años y que prevé un ahorro de 25.000 millones de euros.
A ello se suman además las críticas por la intención del Ejecutivo de volver a proponer con modificaciones el invalidado "Lodo Alfano", que otorgaba inmunidad a los cuatro altos cargos del Estado.
Viernes 09 de Julio - www.26noticias.com.ar
Será entonces cuando llegará el turno para que las televisiones, las radios y las agencias de noticias que se adhieran a la protesta interrumpan sus servicios informativos.
Se trata de una iniciativa promovida por la Federación Nacional de la Prensa italiana (FNSI) con el objetivo de advertir sobre el peligro de "censura preventiva" que supone la nueva norma.
Según el sindicato, es "un día de silencio especial contra todos los silencios cotidianos que la norma impondría (de ser aprobada) a los medios".
La "jornada del silencio" llega precedida de manifestaciones y protestas, como las que se vivieron el pasado 1 de julio en 22 ciudades italianas, en las que miles de personas tomaron las calles para decir "no" a la nueva norma, que se encuentra en su trámite parlamentario y ha levantado una gran polémica en el país.
La nueva norma prevé, entre otros puntos, condenas de hasta 30 días de cárcel o sanciones de hasta 10.000 euros para los periodistas que publiquen las escuchas durante las investigaciones o de las actas bajo secreto, mientras que fija multas de entre 300.000 y 450.000 euros para los editores que lo hagan.
Los medios de comunicación tan sólo podrán publicar las actas judiciales resumidas y queda prohibida la difusión de la documentación relativa a conversaciones telefónicas o a través de correo electrónico.
Asimismo, se limita a 75 días el tiempo que pueden durar las escuchas durante las investigaciones, tras lo que sería necesario pedir prórrogas, que serían de tres días; transcurridos éstos, sería necesario volver a pedir la autorización para continuar con las interceptaciones.
El proyecto de ley fue avalado el pasado 10 de junio por el Senado italiano en una agitada sesión y en medio de las protestas de la oposición, después de que el Gobierno planteara una moción de confianza para su aprobación, evitando así el debate de enmiendas y el parlamentario.
Está previsto que el texto llegue a la Cámara de los Diputados para su debate definitivo el próximo 29 de julio, donde es probable que encaje un nuevo sí puesto que el partido de Berlusconi, el Pueblo de la Libertad (PDL), goza de mayoría absoluta también en este hemiciclo.
La polémica generada por la "ley mordaza" es sólo uno los grandes quebraderos de cabeza que el Gobierno Berlusconi debe afrontar estos días, ya que otra norma que ha generado grandes críticas al Ejecutivo y ha llevado a numerosas protestas políticas y sociales es el plan de ajuste económico para los próximos dos años y que prevé un ahorro de 25.000 millones de euros.
A ello se suman además las críticas por la intención del Ejecutivo de volver a proponer con modificaciones el invalidado "Lodo Alfano", que otorgaba inmunidad a los cuatro altos cargos del Estado.
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