UN NUEVO AÑO

Un nuevo año está en las puertas de nuestras vidas y la mirada del corazón se vuelve hacia nuevos amaneceres y horizontes.

Nuevos días sobre los cuales verter los colores del alma.

Nuevas luchas para enfrentar y ganar.

Nuevas posibilidades y milagros de realizar.

Un nuevo año de caminar juntos.

Os deseo ligereza en el corazón, lágrimas de alegría y algunos sueños más.

Os deseo no cansarse nunca, el investigar, el comprender y entender vuestro mundo y el de vuestro prójimo.

Os deseo la dulzura en las palabras, la paz del Espíritu y ese Amor que llena y calienta el alma.

Os deseo tener la profundidad en los ojos, para observar la realidad desde perspectivas más altas.

Os deseo el coraje de correr riesgos, de dejarse ir y correr hacia los nuevos campos de la existencia.

Os deseo el sonreír por las pequeñas cosas, hacer tesoro de vuestros errores, de levantarse de nuevo de cada caída.

Os deseo tener el paraguas de la tenacidad en los días desalentadores de lluvia y dificultades.

Os deseo amar las cicatrices del corazón, liberar melancolía, remordimientos y culpas.

Os deseo eventos inesperados, coincidencias e instantes que pueden cambiar un día o una vida entera.

Os deseo poner a disposición del prójimo las capacidades recibidas como regalo desde lo Alto.

Os deseo una fe siempre nueva, una promesa renovadora del corazón.

Os deseo el “Sí" a las llamadas del Señor.

Os deseo captar las señales que el Cielo coloca en vuestro camino y seguirlas.

Renacer cada nuevo día y fluir con el paso del tiempo.

Os deseo puestas de sol que os quite el aliento, sorpresas inesperadas, abrazos que van más allá de la piel.

Os deseo perseverancia en vuestros proyectos, la paciencia y la constancia.

Os deseo el creer en vuestros sueños, cualesquiera sean. Su realización también contribuye a cambiar el alma del mundo.

Os deseo la contemplación del silencio, encontrarse a sí mismos en los momentos oscuros y la sanación de la oración.

Os deseo vivir en el eterno presente, de estar vivo en cada segundo.

Respirar paz, libertad, perderse entre los rayos del sol.

Os deseo el toque de la brisa, un cielo estrellado y escalofríos de emociones.

Os deseo sensibilidad, firmeza y la belleza de la simplicidad.

Os deseo dejar atrás lo que no queréis llevar con vosotros, de agradecer todo lo que fue y lo que no.

Os deseo la gratitud de las alegrías pasadas y las que están por venir, la conciencia de vuestros errores y las lecciones para aprender.

La beatitud, el discernimiento, la sabiduría.

Os deseo tener siempre una luz para vosotros mismos y para aquellos que la buscan.

Os deseo el vivir como una chispa de Dios, venida para incendiar el mundo.

De sostener y ser sostenido, de escuchar y aliviar el sufrimiento.

Puedan vuestros espíritus refugiarse en los brazos de Aquel que todo protege y consuela.

Os deseo de ser el aliento de Dios en la tierra.

Michela Raddi
31 de Diciembre 2019

EL CRISTO

Cristo camina entre nosotros, junto a nosotros.
En el cuerpo de un hombre, en su sangre que contiene el Amor
En las llagas del sacrificio.
En el dolor que manifiesta la Verdad.

Sigue sufriendo por nosotros, inmolando Su carne.
A rendir gloria al Padre.
A tocar suavemente nuestras almas, despertándolas del entumecimiento de los sentidos humanos.
Nos encontramos a los pies de la Cruz Viviente, con nuestras miserias, viviendo el Milagro.
Su mirada se posa sobre nuestros espíritus.
Y nos sentimos liberados.
He aquí el cordero de Dios que toma sobre sí mismo los pecados del mundo.
En cada gota de Su sangre, se renueva nuesto Sí.

Michela Raddi
25 de Diciembre 2019

NIÑO JESUS

La encarnación del Espíritu Santo nace entre los hombres,
Y con su sangre se sacrifica por nuestros crímenes.
Para anunciar la Palabra del Padre ha sido mandado…

El Cordero de la Salvación que toma sobre sí mismo nuestro pecado.
El Hijo de Dios se hace nuestro siervo, en la pobreza,
Exhortándonos a caminar con Él, en la verdad.
Luz del mundo, nuestro Salvador.
Parvulito de Vida, que renace en cada acto de amor nuestro.

Michela Raddi
22 de diciembre 2019

TU VOLUNTAD

Alma perdida en la oscuridad, estaba descarriada antes de nacer a la luz de la verdadera Vida.
Una pequeña barca a merced de un mar tormentoso entre las vicisitudes terrenales.

Errante, vagaba en busca de algo. Quizás una señal. Quizás una meta.
Caminando en el desierto de la existencia, te pedí agua.
Y Tú, tocando a la puerta del corazón, entraste en puntillas. Me abriste los ojos y, como un padre que cuida a su hijo, me acogiste en tus brazos, calmando mi tormentoso espíritu.
Me has mostrado cual era el camino. La puerta estrecha y pequeña por la cual se debe entrar. Y fuiste Tú quien me pidió que Te siguiera, pero me dejaste libre para elegir.
¿Cómo se puede decir no al Amor que te llama hacia Sí Mismo?
Comprendí cuán profundamente me amabas y quiero merecer esta salvación.
Tu llamada inflama mi espíritu.
¿Cómo puedo servirTe, Señor?
Que mis brazos puedan trabajar por tu justicia
Mi voz está por encima de esta humanidad de nequicia
Que cada paso mío pueda recorrer el sendero que Tú has trazado, sin perder nunca el camino.
Que mi amor pueda aliviar los corazones sufrientes, dando esperanza.
Y palabras de consuelo pueden nacer de mis labios.
Que en la duda de la prueba pueda siempre encontrar refugio en ti
No alegrías temporales, sino las riquezas del cielo que pueda buscar.
Que cada respiración y latido de mi vida pueden emborracharse con Tu paz.
Solo para complacerTe pueda nacer cada una de mis acciones.
En la raíz de la humildad pueda yo crecer y sembrar con mano firme los frutos de Tu infinita bondad.
No soy nada, Señor, sin Tu presencia en mí.
Pero si me guías, podré caminar en Tu palabra con alegría y leticia
En mi miseria humana, podré servirTe en este mundo.
Y cuando, en cada otoño, me sienta perdida, suspiraré:
"SEA HECHA TU VOLUNTAD".

Michela Raddi
16 de Diciembre 2019

 

LÁGRIMAS Y ESTRELLAS

Quiero derramar ahora todas mis lágrimas. Como húmedas estrellas que dejan su cielo, deslizándose lentamente.
Una estela invisible de pequeños diamantes.
Y Lágrima tras lágrima, sumergirme en el océano del alma en el que se encuentran los ríos, los mares y arroyos que mojan y penetran las tierras de amor y dolor.
A la dulce merced de las olas que rompen sobre el corazón, me dejaré mecer completamente en el seno del Todo.
Amor. Dolor. Tan lejanos como cercanos, unidos por un hilo sutil.
Cada partícula, cada gota, será mi piel.
Nuevas historias la vestirán. Nuevas mareas la recorrerán.
Quiero alcanzar y superar los fondos de cada humana emoción, y encontrar los tesoros de cada percepción, enterrado ya y olvidados por la arena del tiempo.
Y reconducirlos a la superficie, en la luz de otra vida que respirará dentro de mí.
Hundiendome en mi abismo, amor y dolor serán una única cosa. Y yo con ellos.

Michela Raddi

8 de noviembre 2019

TI AMAI

Ti amai, nell'istante in cui gli occhi miei incontrarono per la prima volta i tuoi.
Un bagliore vi scorsi attraversarli, come un lampo che illumina il cielo tinto di nero.
Ah, se il cuor potesse proferire parola di tal momento!
Ti amai in un abbraccio che non avvolgeva il sol corpo, ma l'anima penetrava.
Sospiri e battiti parean fondersi con l'aria.
Ti amai nelle parole, in quelle pronunciate e in quelle mai nate.
Nel mutarsi delle stagioni, e in ogni angolo di terra.
In profumi nuovi, in visi sconosciuti.
Nel silenzio ti amai, tra le stanze dei pensieri.
Per la sola ragione di amare.
Ti amai quando scelsi di camminare lontano e quando finsi di dimenticarmi di te.
Quando il tempo sbiadì il ricordo del volto e il suono della voce tua.
Ti amai, seminando sogni e speranze.
Riscoprendo in ogni lacrima il fragile peso dell' amarezza umana.
E nella malinconia t'amai.
Perché mai fosti mio. Ma sempre lo sarai.
Ti amai, quando pregando Dio compresi che tu e io siamo cosa unica, in Lui.
Ciò che il mondo divide, lo spirito unisce.
Dal principio di ogni cosa creata t'amai,
Non una sola vita di meno.
 
Michela Raddi
27 ottobre 2019

AMORE CHIAMA AMORE
 
In un flusso costante, senza limiti né tempo. Come lo scorrere rigoglioso di un fiume che accarezza ogni sponda, ogni sasso e stelo d' erba. Inebriandosi di storie e racconti, e lasciando ad ognuno piccole gocce della propria Essenza.
Amore chiama Amore nell'armonia degli stessi spessi, in una danza che coinvolge e attrae a sé, nei movimenti sinuosi dell'Essere e nella libertà che unisce.
Tutto avvolge e accoglie nel suo grembo, fertile terreno divino.
Tutto pervade e sostiene, come le braccia di un Sole che scaldano la Vita.
Tutto illumina. Manifesta. Plasma.
Amore chiama Amore. Nella sofferenza che anela alla Luce che rischiara e ritempra. Tra squarci dell'anima e pozzanghere negli occhi. Nel balsamo della consolazione su cicatrici troppo profonde.
Nel tocco lieve che lenisce e cura le piaghe del cuore.
Amore chiama Amore, nelle mani che intrecciano sogni e realtà, nell'alba dei sentimenti che sorgono nel petto.
Nell'incontro degli sguardi, silenziosi richiami dello spirito.
Amore chiama Amore. Nelle parole che si librano nell'aria; sospese nella speranza di essere ascoltate.
Nei pensieri che trovano vita nelle azioni.
Nei ricordi che ravvivano l'anima e nelle ispirazioni improvvise come lampi nel Cielo.
Irruenti petali che scivolano sul terreno, da cogliere prima che il vento le spazzi via.
Amore chiama Amore nelle lacrime.
Così tante volte represse, trattenute.
Nel loro sgorgare silenziosamente senza chiedere il permesso, rigando il volto in un rito solenne, antico.
Come schiuma del mare, si increspano contro gli argini degli occhi
Testimoni di emozioni, sono carezze consolatrici degli angeli.
Amore chiama Amore nella gioia.
Nel sorriso che fa vibrare gli animi, nella donazione che riconduce a sé stessi, nei frammenti che lasciamo agli altri.
Nell'assenza dei dialoghi ma nella pienezza della presenza.
Amore chiama Amore in ogni azione impressa nell’impronta di Cristo.
Nella beatitudine della contemplazione e nella notte che si veste di Infinito.
Abbracciatevi come un caldo tramonto che infiamma il mondo.
Guardatevi negli occhi con trasparenza, come un timido fiore che si specchia in limpide acque.
Amatevi come il chiarore dell'Alba che unisce a sé Cielo e Terra sul confine dell'orizzonte.
Cercatevi con parsimonia, come piccole api in cerca del loro nettare.
Sostenetevi come una canna di bambù che non piega alle intemperie.
Aiutatevi instancabilmente, come rondini di primavera che costruiscono il proprio nido.
Crescete insieme, come foglie dello stesso albero.
Ognuna con la propria Essenza, ma con l'Anima che sprofonda nello stesso tronco.

Michela Raddi
27 ottobre 2019