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evangelio100
Por Sandra De Marco
Es difícil de verdad dar un sentido a la vida en este mundo donde la familia y la sociedad no enseñan nada, las instituciones y las iglesias se doblegan al poder y las buenas tradiciones vacilan; donde el horror es una costumbre y, cuando se piensa que se ha tocado el fondo, nos enteramos de un evento aún más horroroso.
Es difícil dar un sentido a la vida en un planeta donde reina la violencia y el afán de poder, donde el hombre ha dejado de buscar ese algo que trasciende lo casual y ha preferido vivir en lo vago y en la indiferencia... Cuando se nos arranca el corazón y se posa  en las calles del mundo para escuchar el dolor y las injusticias, y aunque te esfuerzes con todo tu ser no podrás mirar hacia otro lado.
Es difícil de verdad dar un sentido a la vida, donde se tiene miedo de todo y no se comprende casi nada, e incluso quien se indigna demasiado a menudo grita a voz baja; cuando se priva a la vida misma de todo valor y cada día tres mil parvulitos se mueren de hambre y Dios ‘calla’...
 
Hablando del final de los tiempos, Jesús dijo a sus discípulos: “Si me Amáis, guardaréis mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre y Él os dará otro Consolador, para que esté con vosotros por siempre. Éste es el Espíritu de la verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce. Vosotros lo conocéis, porque permanece con vosotros y está en vosotros. (Juan 14, 15-17). Pero el Consolador, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os hará recordar todo lo que yo os he dicho. (Juan 14, 26). "Todavía tengo que deciros muchas cosas, pero ahora no las podéis sobrellevar. Y cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; pues no hablará por sí solo, sino que hablará todo lo que oiga y os hará saber las cosas que han de venir. Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y os lo hará saber” (Juan 16, 13-14).
Como ya fue profetizado, el testigo vestido de saco que lleva el Sagrado sello del Sacrificio en el Gólgota ha llamado a nuestras puertas y nos ha convocado a Su presencia. Nos ha revelado las cosas del Cielo e, instruyéndonos en el conocimiento de la Verdad, nos ha llevado a un despertar, a un nuevo renacimiento.
 
Distrayéndonos de las cosas mundanas erradicadas en una sociedad opulenta y trágicamente nefasta, nos ha llamado a deponer ‘el hombre viejo’ para revestir el “nuevo” al cual ha dado la esperanza y la certeza del Reino Prometido que nuestro Señor Adonay instaurará en la Tierra muy pronto.
El último sacrificio de sangre se ha manifestado en este tiempo para anunciar la ira de Dios que nos domina y a traer el último ofrecimiento de redención: una llamada de amor, unión y testimonio, y por medio de ésta alimentar cotidianamente los valores supremos de la justicia, de la paz, de la libertad y de la fraternidad. Una unión que no se cumple detrás de los bancos de las iglesias o en las horas de distracción, sino que implica comunión y participación en todo, bienes, sacrificios, alegrías, dolores, esfuerzos para anunciar el evento más importante de la historia de esta humanidad: el retorno con gran Potencia y Gloria del Hijos del Hombre, el Juez Supremo.
 
Un Maestro verdadero que, en estos días de locura ordinaria, ha enseñado el discernimiento, a traducir en clave espiritual la sucesión aparentemente caótica de los eventos, a reconocer donde se anida el engaño del hombre y la tentación del maligno.
A nosotros nos ha revelado la Nueva Teología, la presencia de civilizaciones evolucionadas que ya fueron redimidas y que pertenecen a la familia universal de la gran Confederación Interestelar de la cual, si somos dignos, formaremos parte; seres que viajan en un eterno presente entre cosmos, galaxias e infinitos universos compenetrados por leyes eternas e inmutables que regulan la manifestación de la Creación.
Nos ha iniciado ofreciéndonos, con el ejemplo, el camino del verdadero discípulo, donde Sus leyes no se esfuman en ritualismos vacíos, ni presumen de colores o banderas, sino que están incisas claramente en el corazón de quien pone en práctica Sus enseñanzas con las obras.
Ha revelado el rostro de un Padre infinitamente misericordioso que perdona los pecados de todos sus hijos sin distinción alguna, si están dispuestos a dejar todo sin límites ni condiciones, para ServirLe en las causas a favor de la vida, en la batalla final en contra del mal. El mismo Dios infinitamente justo que mientras haya un hombre que sufre en la Tierra, pedirá cuentas; y si renunciáramos a luchar aunque fuera sólo un día antes de que Él regrese, no concederá ninguna apelación.
 
Un verdadero amigo que, aún a costa de la vida, defiende con coraje toda verdad a capa y espada; que está de parte de los más débiles, apunta el dedo contra los asesinos de la vida y los poderosos, condenando a los traidores y a los tibios.
Un hermano que, a pesar de la obscuridad de las tinieblas, ha encendido en nosotros la llama del espíritu, alimentando ese amor que quema dentro, que te estremece y que hace que te sientas vivo siempre. Un Amor arrasador y extremo que rechaza cualquier forma de egoísmo, victimismo, preconcepto e hipocresía; y exije con prepotencia un cambio radical, profundo, de mentalidad, de pensamiento y de cultura, pero sobre todo de sí mismos; que te devora, te destruye y dilata la existencia más allá de los confines del Universo para recibir y aprender a percibir con estupor y alegría ese Amor Absoluto que se revela no solo en las cosas extraordinarias, sino en todas las cosas que pertenecen al camino cósmico de la evolución, en el bien y en el mal.
¡Él ofrece la Verdad que hace libres, pero libres de verdad! Él nos ofrece todo esto, pero si después renuncias y lo dejas alejarse te abandona en la angustia y en el tormento.
 
Un día no lejano el Patrón llegará como un ladrón en la noche y Su Justicia será tremenda no solo para los impíos y los malvados. Nosotros que hemos visto, tocado Su sangre y escuchado Su Voz no podremos decir ‘no sabía’; ese día daremos cuentas de cada palabra que salió de nuestra boca y del sudor de nuestras manos al servir y despertar las almas que duermen el sueño de la materia y los que no habrán hecho fructificar los talentos en los valores de la Comunión y del Amor, “como el siervo holgazán serán echados en las tinieblas de afuera: Allí habrá llanto y crujir de dientes” (Mateo 25, 14-30). Él ofrece la salvación, la última llamada a enmendarse y arrepentirse, pero lleva consigo también la Espada de fuego de Aquél que desencadenó el diluvio universal y destruyó Sodoma y Gomorrra.
Después no habrá más ningún Cordero que sacrificar. Y tampoco otra cruz.
La elección depende de nosotros.
 
13 DE ABRIL 2013 – PORDENONE
 
Giorgio: Buenas tardes a todos. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hoy quiero repetiros a todos los hermanos presentes y a los que están conectados el Mensaje que di durante el viaje a Sudamérica. Un Mensaje Celeste que ya fue anticipado en algunas síntesis y en alguna crónica, y que tengo intención de repetir y profundizar con vuestras preguntas, de manera tal que todas las Arcas del mundo estén en conocimiento de los conceptos espirituales, que el Cielo me pidió que os transmita.
 
LA IGLESIA DE PEDRO Y LA IGLESIA INICIÁTICA DE JUAN
 
Hoy nosotros nos encontramos al final de un ciclo de la historia humana, a partir del cual se abrirá otro con la Venida de Cristo y de Sus Ángeles Extraterrestres.
No me refiero a nosotros como humanidad, sino al grupo espiritual “Del Cielo a la Tierra”, si así se puede definir, que sigue el Mensaje de Giorgio Bongiovanni, que inició –y no uso este término por casualidad- en el 1952 con el Mensaje del Cielo de otro importante personaje: Eugenio Siragusa. Eugenio inició, educó y enseñó a un grupo de hombres y mujeres, que en aquel tiempo eran niños, y que hoy en el 2013 cada uno de ellos está recorriendo un camino espiritual, según lo que el Cielo indicó. Entre estos iniciados estaba yo, portador del mensaje de Eugenio Siragusa del que soy una continuación, como lo serán otros en caminos espirituales diferentes, paralelos.
¿Quienes somos nosotros? Fuimos elegidos, o nos hemos acercado a la obra, debemos tomar conciencia de que somos señalados. La experiencia que tuvo nuestro hermano Eugenio, no por casualidad se llama Eugenio, y que ya era discípulo de Yogananda, es un signo: en la frente se le apareció el mismo signo que llevo yo, el estigma permanente pero invisible, que sangra raramente. Esa cruz tiene un significado profundo, no se manifestó por casualidad en un hermano nuestro durante la Semana Santa que nos recuerdan al Señor, la crucifixión, la muerte y la resurrección. Es un signo para nosotros los “señalados” que hace posible que comprendamos algo importante. Nosotros somos, participamos y formamos parte a todos los efectos de una Iglesia espiritual que no tiene una institución física, no tiene un Vaticano, ni cardenales, obispos o sacerdotes; solo alguna asociación porque tenemos que estar inscriptos, como es debido, ante las instituciones del Estado, para no dar la apariencia de una secta oculta. Las sectas ocultas que se reúnen sin oficializar un centro están en contra de la Ley, desde cuando hubo el fascismo no se pueden crear asociaciones clandestinas es un delito. Entonces no deseamos ser una Iglesia, sino un conjunto de asociaciones libres de cara al Estado.
Uno de los primeros mensajes que di en Sudamérica es que formamos parte de una Iglesia espiritual, cuya cabeza, como en todas las Iglesias espirituales, es Cristo. Nuestra Iglesia no es la de Pedro, por esta razón la mayor parte de vosotros no frecuenta físicamente la Iglesia Católica. No somos sacrílegos; reconocemos los ritos que Cristo nos dejó, como el Bautismo o la Comunión, pero no somos practicantes, porque nosotros somos parte de la Iglesia de Juan.
La Iglesia de Pedro, también ella fundada por Cristo, es una barca que navega en aguas muy turbias y nosotros la amamos y queremos ayudarla.
Somos iniciados y pertenecemos a la Iglesia de Juan, el predilecto, acompañado por el Precursor, que es Juan el Bautista: ambos forman la Iglesia espiritual de Cristo, porque enseñan el Mensaje Universal. Universal significa que está dirigido a todos y representa la Ley de Dios en todos Sus aspectos, incluso aquellos que resultan incómodos a las instituciones: la reencarnación, la Vida en el Universo, la Ley de Causa y Efecto, los Ángeles que son Extraterrestres, el Sol, es decir Cristo, y los Planetas son células Cósmicas, la denuncia del Anticristo, no comprometerse con el poder, etc.
Todo esto lo enseña Juan, mientras que en el catecismo de la Iglesia Católica estos temas fueron manipulados o ni siquiera fueron tomados en consideración. Nosotros debemos tomar conciencia de esto, sin sentir vergüenza o impresionarnos si hablamos así. En la última conferencia en Uruguay fui invitado en una Iglesia metodista donde hablé a los hermanos desde el tabernáculo. Yo amo todas las Iglesias que hablan de Cristo, pero soy fiel solo a una: la de Juan. Prestad mucha atención a estas palabras, porque no son mías, me han sido dadas por el Cielo: Yo amo todas las Iglesias de Cristo y si me invitan yo voy, pero soy fiel solo a la Iglesia de Juan. Yo, como vosotros, formo parte de su tribu: la estrella de siete puntas que muchos de los que estáis aquí lleváis al cuello, y que muchos otros llevarán, representa la primera Comunión o la Confirmación con la Iglesia de Juan, cuya pertenencia, siendo una institución que no existe a nivel humano, no prevé ninguna inscripción.
De hecho estamos reunidos en una casa, no en un templo, porque no queremos invadir la Iglesia de Pedro. Muchas veces el diablo me ha dicho: ¿Por qué no construyes un templo para tu Iglesia? ¿Lo sabes cuántos miles y miles de personas vendrían donde ti?” Y yo he contestado a Satanás: “Querido Satanás, el templo no está hecho de piedra, sino que es el corazón del hombre, así que vete donde otros, no donde mi”. Jesús dijo. “El templo de Mi Padre no está hecho de piedra”, quiere decir que nuestro templo, el de la Iglesia de Juan, es nuestro corazón (http://www.unpuntoenelinfinito.com/mensajes-1999-1990/mensajes-1991/3946-la-casa-de-mi-padre-no-esta-hecha-de-piedra.html).
Nos podemos reunir en un establo, en una casa, en una asociación, incluso en una Iglesia si nos invitan, porque el templo de nuestro corazón y de Cristo es nuestro cuerpo y vosotros debeís cuidarlo, amarlo, respetarlo, ya que es el lugar donde yace el Espíritu de Dios, es decir, vuestro Espíritu.
Al final del Evangelio de Juan, este último sigue a Jesús junto a Pedro, quien sabía que Juan era el predilecto de Cristo, el discípulo que Él amaba más. Tenía una preferencia hacia él porque era culto y el más evolucionado espiritualmente. Pedro, viendo que Juan se quedaba atrás, se dio la vuelta y preguntó a Jesús que sería de él: “Si yo quiero que él quede hasta que yo venga, ¿a ti que te importa? Tú, sígueme” (Juan 21, 20-23). Significa que Él deja a Juan como depositario de las enseñanzas espirituales.
Y, al discípulo predilecto, presente bajo la cruz, Cristo le encomienda la Santísima Madre María, que es la Madre de la Iglesia cuando dijo: “Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al Discípulo: -He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa (Juan 19, 26-27).
 
P: ¿La Madre Santísima es la Madre de la iglesia universal o católica?
G: Es la Madre de la Iglesia, también la católica: es la Madre de todo. Cristo se la encomienda a Juan, no a Pedro, le da el encargo de proteger a Su Madre, lo cual significa que Juan es el guardián mientras que Pedro es el pastor de la Iglesia.  El guardián es aquél que, así como el Presidente de la República hace respetar la Constitución, es el garante de la Constitución de Cristo, ofrece las Enseñanzas Universales; si en la Iglesia del Señor hay manipulaciones Juan interviene, como ha intervenido. Nuestra tarea es ésta: despertar, si duermen, o traumatizarles positivamente si están despiertos, a nuestros hermanos cristianos y al mismo tiempo dar el Mensaje a todos, también al ateo y al musulmán.
Jesús dijo a Juan: “Yo salvaré también a los que no son creyentes, porque les juzgaré según sus obras, no según sus ideas”. ¿No es éste el mensaje más universal de todos los que fueron dados jamás en la Tierra?
 
En casi todos los textos sagrados, los sacerdotes de las iglesias declaran: “Si tienes fe en mi Iglesia, te salvarás, de lo contrario irás al infierno”. También la Iglesia de Pedro afirma que no hay salvación fuera de la Iglesia católica ¡esto es una blasfemia, una de las más grandes, porque no es así! La Verdad es que no hay salvación si no hay obras. Éste es el mensaje que Juan el apóstol recibió de Cristo. Algunos de vosotros podrían pensar que yo me meta contra mi hermano, Juan contra Pedro, pero no es así. Nuestra actitud de humildad queda demostrada por el hecho de que frecuentamos la Iglesia católica y muchos de nosotros participan, si lo sienten en el corazón, en los ritos de los verdaderos sacerdotes católicos. Para daros un ejemplo, mis hijos fueron bautizados por un sacerdote de la Iglesia católica, Don Ciotti, que según mi opinión es un verdadero Mensajero de Dios, pero las enseñanzas teológicas universales profundas las encontramos en nuestra Iglesia espiritual. El mensaje que di a los hermanos de Sudamérica, y ahora a vosotros, no solo nos valoriza, sino que nos carga con enormes responsabilidades, porque los hermanos cristianos de la Iglesia católica de Pedro pueden resbalar, no tienen el conocimiento y si no sabían, pueden ser perdonados; mientras que nosotros, si resbalamos, terminamos en la muerte segunda. ¿Cuántos hermanos nuestros, millones en la Iglesia católica, no saben acerca del mensaje iniciático? Todos conocen a Cristo, todos saben como se hace el bien y sobre esta base Jesús pensará en juzgar; no me corresponde a mi decir quien se salvará o no. Pero a vosotros, que sois fieles a mi y me seguís, puedo deciros: “Nosotros, vosotros, yo, si caemos, no seremos perdonados”. Es más, Jesús me pidió que os diga exactamente estas palabras:
TODOS VUESTROS PECADOS HAN SIDO PERDONADOS. INCLUSO AQUELLOS QUE AÚN NO HABÉIS COMETIDO, PERO QUE COMETERÉIS EN LOS PRÓXIMOS DÍAS, EN LAS PRÓXIMAS SEMANAS, EN LOS PRÓXIMOS MESES, PORQUE SOIS PECADORES. YO LOS PERDONO. LO QUE NO OS PERDONARÉ, Y POR LO TANTO LO SOMETERÉ A JUICIO, ES SI RENUNCIÁIS A LA OBRA”.
¡Así es que, si os equivocáis y caéis, levantaros y seguid adelante! Pero si tropezáis diciendo: “Basta, me cansé” ¡no habrá perdón! Sois libres de creerme o no, pero es así. La renuncia no significa solamente no creer: renunciar a la Obra significa también renunciar a proseguir operativamente en la misma, aún cuando se siga creyendo en ella. Quiere decir que el no creer es una doble renuncia.
 
Cristo nos perdona todos los demás pecados, los que entran en la tolerancia humana, pero en caso de renuncia no existe perdón.
Si robas tendrás que aceptar el castigo de la ley humana y después tendrás que vértelas con Dios, a menos que tú no estés muriendo de hambre. En caso de pedofilia no existe el perdón absolutamente, y ni siquiera el proceso, a menos que se deba a una enfermedad psiquiátrica, pero se trata de temas de los que podemos hablar en otro momento. Los que delinquen tendrán un proceso y, en los casos que será posible, serán concedidos atenuantes. ¡Pero no renunciéis a la Obra, ¡no renunciemos a la obra! sobre todo en estos tiempos, porque llegarán cosas importantes.
 
EL ESTADO DE CONCIENCIA
Otro concepto importantísimo que expliqué y que quiero subrayar aquí, con vosotros, es el estado de conciencia. Imaginaros Extraterrestres que, después de haber contactado a una persona en particular, la invitan a que vaya a una sala cinematográfica y que le digan: “Ahora te mostramos un film, real, de todo lo que sucederá en tu Planeta, en todas las ciudades y a las personas. Pero, antes de verlo, es necesario que tú aprendas lo que es el estado de conciencia”.
El hombre contesta a los extraterrestres: “Queridos hermanos, de acuerdo, ¿pero qué significa?” Y ellos: “Significa que antes que entres en el cine y que veas la proyección del futuro tenemos que prepararte, de lo contrario al final de la película sufrirás un colapso cardiocirculatorio o un infarto y nosotros seremos los responsables de tu vida, porque lo que verás sucederá de verdad”.
“¿Pero que es lo que veré?”
“Verás catástrofes, terremotos, guerras, incluso Signos en el cielo. Morirán millones de personas, muchas por la desesperación, etc.”
De esta manera el contactado se prepara al estado de conciencia crístico.
Yo no soy un Maestro de meditación; soy un Mensajero de Dios que os trae un Mensaje espiritual; os digo que para tener un estado de conciencia en equilibrio, armónico, capaz de soportar y, no sólo esto, sino ser protagonista de los eventos, se debe tener un estado de conciencia llamémoslo Crístico o Divino. De lo contrario no serás protagonista, que ya de por sí es una derrota, además no estarás en condiciones de soportar tales acontecimientos y por lo tanto sobrevivir.
¿Qué significa sobrevivir y ser protagonistas de los eventos futuros con un estado de conciencia crístico? Si un hombre sabe que a unos km. de distancia está por llegar un mísil que destruirá esta arca, se debe preparar para evitar la destrucción, o para prever las consecuencias y programar las soluciones para sobrevivir y reconstruir una casa nueva. Si tiene miedo, morirá dentro de la casa; si es egoísta y desea solo sobrevivir no podrá construir una casa nueva y, en la mejor de las hipótesis, terminará en medio de la calle pidiendo limosna.
La interpretación de esta parábola es la siguiente: nosotros debemos preparar a los hermanos del mundo a despertarse durante los eventos catastróficos. Si queremos ser seleccionados y formar parte de los Signos Celestes tenemos que ser protagonistas de los eventos.
El cap. 24 de Mateo, sobre el fin de los tiempos, dice: “Oiréis de guerras y de rumores de guerras. Mirad que no os turbéis, porque es necesario que esto acontezca; pero Todavía no es el fin. Porque se levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá hambre y terremotos por todas partes. Pues todas estas cosas son principio de dolores (...). El Evangelio de Luca dice: “Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas. Y en la tierra habrá angustia de las naciones por la confusión ante el rugido del mar y del oleaje. Los hombres se desmayarán a causa del terror y de la expectación de las cosas que sobrevendrán al mundo habitado, porque los poderes de los cielos serán sacudidos” (Lucas 21, 25).
¿Cuales son estos signos? Los signos en el cielo son los hermanos Extraterrestres, mientras que nosotros somos los Signos en la Tierra, los llamados que deben despertar a los que están durmiendo: los deprimidos, los deseheredados, los derrotados, los fracasados, los muertos de hambre, los desempleados, todos aquellos que se quieren suicidar. ¿Creéis que el matrimonio que se suicidó en Civitanova Marche la semana pasada, debido a las dificultades económicas, habría cometido un hecho tan extremo si hubiesen sido nuestros amigos o hubiesen frecuentado nuestra Arca? No, no lo habrían hecho, porque nosotros damos la vida, la esperanza incluso a quien está endeudado hasta el cuello, porque somos hermanos, estamos juntos y porque está Cristo. ¿No es esto un Signo? Cuando te vuelves instrumento para salvar la vida de alguien que se quiere matar ¿existe un milagro más grande? Si logras arrancar del mundo de la droga a algunos jóvenes ¿existe quizás un milagro más grande? Si curas a niños, si mandas fondos para recuperar a los niños que viven en la calle en Paraguay o a los niños del Padre Scordato en Sicilia ¿no hiciste un milagro? Yo, tú, nosotros los hermanos de las Arcas, somos los signos en la Tierra, si lo queremos. Si renuncimos, seremos los signos de la muerte segunda, no hay alternativas.
Vosotros sois los señalados en la frente. Si os miráis al espejo y os concentráis, todos vosotros veréis una cruz: esa es la cruz de Cristo.
Está escrito en el Apocalipsis: “Y vi que otro ángel, subiendo del oriente, tenía el sello del Dios vivo. Y llamó a gran voz a los cuatro ángeles a quienes les fue dado hacer daño a la tierra y al mar, diciendo: ‘¡No Hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que marquemos con un sello la frente de los siervos de nuestro Dios!’. Oí el número de los sellados: 144.000 sellados de todas las tribus de los hijos de Israel (...) (Apocalipsis 7,2).
Nosotros no somos los señalados, los 144.000: sino los hijos de los elegidos. No es un pecado afirmarlo, aunque las Iglesias cristianas consideran una blasfemia esta verdad. Algunos de nosotros forman seguramente parte de los 144.000, pero no depende de mí decirlo. Sin embargo puedo afirmar con seguridad que nosotros somos hijos de los 144.000 y tenemos que tomar conciencia de ello. Si nos exaltamos y fanatizamos, caeremos; si sin embargo nos lo tomamos con responsabilidad y equilibrio exaltaremos a Cristo.
Entonces tenemos que desarrollar el estado de conciencia, quienes somos, a que Iglesia pertenecemos, el porqué estamos aquí, que es lo que quiere Cristo de nosotros y como participar y sobrevivir a los eventos del futuro. Tendremos que ser protagonistas de los hechos, porque podremos sobrevivir ¡pero atención al silogismo!
Nosotros los llamados de la tribu de Juan y por lo tanto es Cristo quien nos llama, seremos capaces de resistir a los eventos solo si seremos protagonistas de los mismos, de lo contrario nos aplastarán y tendremos la muerte segunda, porque nos ha sido dado el conocimiento. Cuando regrese el Señor, si no nos comportamos bien y no damos el conocimiento a los demás, sin pedir nada a cambio, dirá: “No seréis vosotros los que entrarán en el Reino de los Cielos. No habéis entrado y no dejáis que los demás entren”. En el Evangelio el Señor denuncia a los escribas y a los fariseos y les dice: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres. Pues vosotros no entráis, ni dejáis entrar a los que están entrando!” (Mateo 23, 13). Nos lo  dirá también a nosotros si no somos protagonistas de los eventos, porque ocurrirán.
No será el fin del mundo y Jesús regresará, pero no nos espera un futuro humano próspero. No sucedera, como dice Giulietto Chiesa, ese cuento con el que nos quieren hacer creer que la economía crecerá ¡porque no sucederá! O sea que, a mi hija de doce años no puedo decirle que se licenciará, que será una empresaria, una profesora universitaria o una jueza. No puedo, desde el momento que no habrá un futuro; se encontrará en medio de la calle o quizás logrará licenciarse, pero no podrá trabajar, porque ya a partir del año que viene la situación será seguramente peor; si existeremos aún, no lo se. Entonces el futuro es: sobrevivir a los eventos como protagonistas, y exhortar a nuestros hermanos a que se despierten en la conciencia.
 
Nuestra misión es despertar a los hermanos que duermen e inducirles al estado de conciencia crística, así cada uno podrá soportar los eventos, superarlos y arrastrar a los demás para que hagan lo mismo. Sólo de esta manera podemos candidatearnos nosotros mismos y nuestros hijos al Nuevo Reino. Quizás nosotros no, pero nuestros hijos si. No vivimos en el 1910, ni tampoco en el 1947, después de la tragedia de la guerra; no estamos tampoco en el 1989, durante la caída del muro de Berlín. Estamos en el 2013, un periodo en el que se está preparando una guerra mundial y otra crisis económica que nos llevará a todos a la miseria, primero una guerra política, después económica, en fin militar entre los Estados Unidos y el Occidente en contra de China y Rusia. China posee tres mil millones de dólares depositados en los bancos y no sabe qué hacer, porque Estados Unidos podría no ser capaz de frenar una inflación, de esa forma China, de primer País productor en el mundo pasaría al último lugar. ¿Pensáis que lo permitirán? De seguro que no. La respuesta norteamericana para evitar semejante hecho es militar. Así es que en el Apocalipsis, la batalla de Armaghedon, de las palabras se pasará a los hechos con la miseria, el hambre, la contaminación, etc.
 
Nosotros de la Iglesia espiritual de Juan, que sabemos la Verdad, no podemos cerrar los ojos, tenemos que ser positivos pensando que llegarán cosas buenas. Debemos prepararnos para el futuro y formar a otros para que lo hagan. Hay que intentar derrotar a Satanás, entendido como materia o, en el sentido aún más noble, reducir al mínimo los compromisos materiales para dedicar nuestra vida sobre todo a Cristo y a despertar a los demás. Lamentablemente tenemos también que trabajar para ganar con que vivir; digo lamentablemente porque si no fuera así podríamos estar todos disponibles para Cristo desde la mañana a la noche. No tenemos esta posibilidad y entonces tenemos que ser astutos, trabajar para mantenernos a nosotros mismos y a nuestras familias, pero lo que nos queda de tiempo, después del trabajo, hay que dedicarlo a la preparación del estado de conciencia. Queridos hermanos, toda la divulgación que estamos haciendo en este momento, que hemos hecho y que haremos, es solo una preparación, un entrenamiento, porque llegará el tiempo en el que esta casa donde estoy sentado ahora, otras casas de Sant’Elpidio, en Palermo, en Catania, serán invadidas por la gente. ¡No acordaremos cita para que vengan a hablar! Derrumbarán la puerta, porque se sentirán desesperadas y querrán saber lo que está sucediendo, lo que significan estos signos en el cielo, esos extraños mensajes, el porque de tantos terremotos y la razón por la que están muriendo millones de personas. ¿Y nosotros que haremos? ¿Diremos quizás: “No, las puertas están cerradas, porque nosotros somos los elegidos?”
¡Ésta no es mi Iglesia! Mi Iglesia es dar la vida por los hermanos y recibir a todos con la palabra. No significa darles de comer, porque los que tienen brazos tienen que ir a trabajar y ganar para vivir.
 
Un día, a la edad de 24 años, cuando todavía seguía a Eugenio y era un ilustre desconocido, estaba en el Arca de Sant’Elpidio a Mare junto con mi hermano Flavio, en ese entonces la frecuentaban unas doce personas. Mientras regábamos la huerta que nosotros mismos cultivábamos, le dije que había visto una esfera. No se sorprendió, porque de mi se decía que era el joven vidente de la Obra, pero Flavio siempre creyó en mis visiones. Después agregué que me veía a mi mismo hablar a una multitud de personas dentro del Arca y una fila de coches que llegaba hasta la carretera nacional. Flavio, que a veces es un poco racional, se quedó desconcertado y replicó: “Pero somos poquitos, no sucederá nunca”. Pasaron solo unos años y sucedió de verdad: tuve la aparición y ese día la fila de coches llegaba hasta la carretera nacional de la gente que había. Ahora os hago otra profecía. En la sede de nuestra Arca, como en todas las demás Arcas de Italia, veo personas con bastones, simbólicos, que quieren echar al suelo la puerta y saber lo que está pasando. Tendremos que convocarles en los estadios, para explicarles lo que sucede en el Cielo y en la Tierra. Entonces, ante lo que os estoy adelantando, tenéis que saber que ahora nos estamos simplemente entrenando. Y tenéis que saber otra cosa también. No hablaré sólo yo, hablaréis todos. Si aquí, delante del portón, llegarán diez mil personas, no podré hablar sólo yo, es imposible. Es decir que todos vosotros os convertiréis en Giorgio Bongiovanni, porque sois estigmatizados. Los estigmas no se ven, pero están, son espirituales.
 
SI DEJAMOS LA OBRA, NO SEREMOS PERDONADOS
Atención, no os estoy exaltando. Nosotros nos somos nadie, no tenemos ningún cargo y no somos más evolucionados que los demás, pero formamos parte de esta Iglesia espiritual y esto es lo que nos pide Cristo. No se por qué razón nos haya sido dado a nosotros el conocimiento, probablemente por nuestras precedentes reencarnaciones, quizás nos lo hemos merecido, pero es sólo una hipótesis. En los mensajes espirituales que los Hermanos Celestes me han dado en estos años, está escrito de todo, lo mismo en los que recibió mi maestro Eugenio Siragusa, con un lenguage más antiguo, pero ciertamente no es menos que el mío, está todo revelado. Nos fue dado el conocimiento y yo no me lo tuve escondido; está todo en la página web, los mensajes están ahí, un menú para poder profundizar nuestro camino espiritual y el estado de conciencia. Aunque Cristo, antes que nosotros, dijo todo en el Evangelio, hoy tenemos la suerte de tener al Espíritu de la Verdad que lo explica, así es que debemos preparar a los demás. Si no estamos preparados, porque nos quedamos  atrás o incluso hemos dejado la Obra, no seremos perdonados.
 
No es una amenaza, es el mensaje que me fue dado y no os lo escondo. Yo no puedo hacer como los videntes de Medjugorie que dicen: “Éste es un secreto”, yo no tengo secretos. Si somos amonestados, o amenazados no puedo hacer nada: si dejamos la Obra no seremos perdonados. No servirá de nada arrancarse el pelo en la presencia de Cristo.
Yo puedo decirle a Jesús: “Señor, me retiré porque estaba cansado, pero te serví con los estigmas durante veinticuatro años, después no pude más. Siempre creí en Ti, pero me detuve y me distraje con otras cosas...”. Él me dirá: “¡Hijo, no te puedo perdonar. No te reconozco. No tenías que abandonar todo! Te dije que te habría perdonado todos tus pecados humanos porque estás en el mundo, pero no el de renunciar a la Obra, es decir, al sacerdocio, a la Evangelización. ¡Vete a la muerte segunda!
Si queremos hablar usando los términos de la Iglesia de Pedro, quizás a veces me entendéis mejor, significa que no debéis abandonar la Evangelización, sino entregaros con todo vuestro ser a vuestros hermanos, a los que duermen, a los que medio duermen, a los ateos, a todos. Éste es otro mensaje muy importante, es más, es fundamental, que di en Sudamérica: el estado de conciencia para prepararse a los eventos futuros, dentro de los cuales debemos ser protagonistas, y al mismo tiempo sobrevivir, pero no al contrario; porque si no seremos protagonistas nosotros pereceremos, mientras que otros, incluso sin serlo, sobrevivirán. Sobre esto, queridos hermanos, Satanás no tiene poder. Él tiene poder sobre nosotros por el dinero, porque tenemos poco, sobrevivimos y logramos hacer un poco la Obra. Pero sobre lo que os he dicho no tiene poder: mil millones de euros no te servirían de nada si no eres consciente del Cristo que está dentro de ti. No tendremos justificación alguna si no lo hacemos; no podemos decir a Jesús: “No tenía una lira, no podía hacerlo”, porque Él dirá: “Tu riqueza estaba dentro, tenías sólo que ser consciente de ello y fortalecerte, hablar a tus hermanos y despertarles. Yo te di el conocimiento a través de Mis mensajeros, Juan, Juan el Bautista, Setun Shenar, Eugenio Siragusa, la recibiste y te la quedaste para ti”. Las tentaciones serán fuertes como siempre: depresión, tentación en los sentimientos, la economía y la salud, si somos fuertes en la fe, podremos superar todo. Quiere decir que si queremos organizar un futuro no tenemos otra cosa que hacer que predicar el Evangelio y preparar a toda la Humanidad que encontraremos por nuestro camino al hecho de que muy pronto habrá grandes cambios, eventos que la historia humana jamás recuerde.
 
P: Tú has dicho que tenemos que intentar sobrevivir como protagonistas a los eventos que acaecerán, pero en el Evangelio está escrito también que el que intente salvar su propia vida la perderá. ¿A qué se refiere y a quien?
G:Tenemos que intentar sobrevivir para obedecer a ese mandamiento que Jesús nos dio: “permanecer en vida para despertar de la muerte a nuestros hermanos que duermen. Si toda la Iglesia espiritual de Juan dejase el cuerpo para irse ¿quién despertará a estas personas? Claro, hay personas que hicieron buenas acciones sin necesidad de nosotros, y se salvarán. No estamos aquí para aquellas personas que ponen en práctica, ni para los justos; no tenemos que despertar a los jueces mártires o a los misioneros que ayudan a los niños, porque ya están despiertos. Tenemos que despertar a los que duermen, sin pensar en la salvación del cuerpo. Por esta razón tenemos que tirarnos en medio de las bombas atómicas, de las guerras y de los atentados: si tenemos fe y no intentamos salvar nuestra vida, Jesús nos lo ahorrará físicamente. Hay personas en el mundo, algunas de las cuales se autodefinen mensajeros de Cristo, que se están haciendo acopio, recogiendo velas, agua y que compraron terrenos para cultivar porque quieren salvarse del Apocalipsis. Sin embargo así perderán la vida espiritual. No debemos salvarnos físicamente, sino despertar a los demás. Jesús nos dice: “Si intentáis salvar la vida, sois egoistas y perderéis la vida espiritual”. Es necesario prepararnos para estar listos, para poder “guiar” y despertar a un pueblo que, con todo lo que sucederá, irá a la deriva.
 
Os hago un ejemplo. Los abuelos contaron a nuestros padres y a muchos de nosotros que, en tiempo de guerra, la gente vivía en la desesperación y en la miseria, con un pedazo de pan vivían diez personas, y de ello comían incluso los ratones. Todo esto será como una riqueza frente a lo que sucederá y si no estamos preparados, se apoderará de nosotros el miedo que nos destruirá y pereceremos antes que los demás. Debemos prepararnos: esto se llama estado de conciencia y se logra con la oración y con la Obra. Debéis estar atentos a los Signos, porque otra tentación que tendréis, es más, ya está en curso, es que podríamos distraernos de los Signos, visto que pensamos sólo en trabajar. Está claro que hay que trabajar, pero es necesario prestar atención y ser gratos a Dios que nos llama y nos habla a través de los mismos. A veces los damos por descontado, porque como quiera que sea seguimos a Giorgio y creemos, de esta forma nos olvidamos de rezar y de comprender los Signos; y nos equivocamos. No son grandes por ahora, es verdad, lo reconozco, pero existen y provienen siempre de Cristo. No importa si son grandes o pequeños, para mi cada Signo es algo gigante, incluso una manchita en el techo si está hecha por Él. Debemos estar atentos a los Signos. Siempre.
 
P: ¿Las obras pueden ser caridad, perdón, oración y el soportar?
G: Si, pero falta uno, y tienes que ponerlo en el primer lugar: “el sentido de justicia”. Sin sentido de justicia no hay caridad, no hay perdón ni tampoco amor. Solo entonces estamos de acuerdo.
 
P: Justicia, paz y amor...
G:Si, la primera palabra tiene que ser Justicia, no porque esta sea más importante que el Amor; os equivocáis si pensáis de esa forma. El Amor es lo primordial, porque representa la Creación, la forma expresiva del Espíritu Creador que, cuando crea, o cuando creó, no expresó esa forma de la Creación, que yo llamaría genial, con la palabra Justicia: la manifestó con la palabra Amor, que es la base principal del Universo. La Justicia es el orden de las cosas y donde hay caos ella interviene.
 
P: ¿Porqué la colocas en el primer lugar?
G: La coloco en el primer lugar porque en la Tierra el hombre no sabe amar, a menudo en el sentimiento pone el egoísmo, el materialismo, incluso el odio y esto crea el caos. Es por ello que la primera palabra en la Tierra tiene que ser la Justicia. Cuando hay Justicia hay equilibrio, puedes amar y poner en práctica la paz.
   
P: ¿Es natural tener miedo incluso en el camino de la Obra?
G:Si, pero hay que superarlo.
 
P: ¿No es pecado?
G:Es pecado si perseveras en el miedo o si el mismo te hace marcar el paso, si te detienes o disminuyes la velocidad de tu camino. Es normal que exista el miedo, lo importante es vencerlo, pero no tiene que condicionarte. Si llegara a ocurrir lo contrario, entonces estás cometiendo un pecado; si después de habar emprendido un camino se corre el riesgo de caer en la renuncia es algo muy peligroso, Jesús no nos perdonará. Yo no puedo juzgar, por lo tanto no puedo decir: “Os perdono”, el único que lo puede decir es Jesús. Si llegáis a renunciar yo no os puedo ayudar, no podré hacer nada. Quiero decir algo más, algo importante para todos y para mi mismo. No puedo usar tus pecados para justificar mi renuncia, mi escasa fe, la rabia o mi desilusión. Si cometo pecados y los confieso, tú no puedes servirte de mi error para renunciar: irás a la segunda muerte. Si después de haberme equivocado pido perdón y sigo en la Obra iré a la Luz, mientras tú, que no has cometido pecados, irás a las tinieblas. ¿He sido claro? Si yo, con mis estigmas, he cometido un error y le digo a Jesús: “Perdóname”, Él me responderá: “Claro que te perdono hijo. Te has equivocado, ten cuidado, pero ahora sigue adelante”. Si tú no has cometido errores, pero usas mi pecado para detenerte y decir: “Giorgio tiene la culpa de esto estoy desilusionado y ahora sigo con mi vida”, irás a la segunda muerte y yo iré a la quinta dimensión; porque equivocándome he enseñado la humildad al volver a levantarme, por lo tanto soy discípulo de Cristo. Por tu arrogancia no esperabas otra cosa que yo pecara para revelar tu verdadera identidad negativa.
Si me dijeras: “¿Has pecado? Está bien Giorgio, somos humanos... faltaría más, sigamos adelante hermano”, sigamos siendo humildes y abracémonos, Cristo nos premiará a ambos e iremos con Él.
Esto es lo que hacían los escribas y fariseos, esto es lo que hacen los puritanos, los que están limpios y sin pecado. Ellos son hipócritas y están podridos por dentro, es decir que no tienen valor, son débiles: quien no opera o en todo caso opera para otros fines, más personales que colectivos, busca el pecado del hermano para renunciar a la obra. Quienes en cambio se equivocan, a partir de Giorgio, que lleva los estigmas, hasta Pedro que es discípulo de Cristo y que entrega la vida, Jesús se lo lleva consigo al Paraíso. Todos aquellos que no han pecado, pero que no esperaban otra cosa que los apóstoles cayeran, fueron al infierno, a pesar de no haber cometido pecados. Si llegáis a entender esto, habréis entendido todo del Evangelio; comprenderéis incluso porqué Jesús se llevó consigo al criminal crucificado y dejó a los otros que jamás habían cometido un delito, mandándolos al infierno.
 
P: En el mensaje de Pascua Jesús dice: “¡ESTAD ATENTOS Y VIGILAD! EL TIEMPO  EN QUE SE MANIFIESTE ESTE ÚNICO Y GRAN ACONTECIMIENTO PARA LOS HOMBRES DE LA TIERRA ESTÁ PRÓXIMO Y LAS SEÑALES QUE LO ANUNCIAN SON EVIDENTES A TODOS.
DURANTE ESOS DÍAS EL CIELO SE DESGARRARÁ Y LAS FUERZAS DE LA NATURALEZA: EL AGUA, EL AIRE, LA TIERRA Y EL FUEGO YA HABRÁN GOLPEADO A LOS PODEROSOS DEL MUNDO Y A MILES DE MILLONES DE SERES HUMANOS CON LA VARA DIVINA. LAS LEGIONES ANGÉLICAS SE PRESENTARÁN ANTE LA CIVILIZACIÓN DEL PLANETA TIERRA HACIENDO MILAGROS QUE ESTREMECERÁN A LA CIENCIA Y A LAS RELIGIONES DE LOS HOMBRES.” ¿Qué significa “golpeado”? Y si una gran parte de la Humanidad será eliminada ¿porqué serán necesarios los milagros?”
G:Los golpes serán dados por las catástrofes: el agua, el aire, la tierra y el fuego provocarán tsunamis, terremotos, tormentas; mientras que el Sol causará una tormenta de fuego (flare solar) que durará algunos minutos y que provocará que el Planeta alcance una temperatura de 130º C y morirán muchas personas. Como todavía son muchos los hermanos que tienen que despertar, las Señales en el Cielo determinarán este despertar. Hablarán en sentido figurado: astronaves, cruces, apariciones, sangre que caerá del Cielo. Todas estas cosas ocurrirán y la gente necesitará saber el significado y se lo preguntará a los señalados en la frente.  
¿Quiénes son los señalados en la frente? ¡Sois vosotros! Cientos de miles de personas golpearán a las puertas de vuestras casas y vosotros tendréis que responder a cada uno de ellos y tranquilizarlos, explicando el motivo de lo que ocurre.
Si llegara a ser necesario a muchos de vosotros, así como le ocurrió a Eugenio Riganello, les aparecerá la cruz en la frente y luego desaparecerá. No será una señal permanente, para que nadie se sienta más que otro hermano. Un estigmatizado os es más que suficiente. Esto no significa que tenga que ser siempre yo; a vosotros os hace falta un estigmatizado y lo tenéis; si yo dejara de ser idóneo para cumplir mi misión el Señor me reemplazará tranquilamente, pero creo que por ahora no será necesario. Él lo puede todo, sin excepciones. Yo vivo continuamente con miedo a equivocarme o a traicionar, pero lo combato y gano siempre. Hasta ahora he ganado porque tengo fe, pero siempre tengo que ser humilde y estar alerta, con el maligno no se bromea. Si Satanás tentó a Cristo en el desierto y en el huerto del Getsemaní, yo que soy un zapato viejo tengo que vivir las 24 horas del día con los oídos bien abiertos.
 
P: ¿Por lo tanto los milagros serán necesarios?
G:Los milagros serán necesarios para el despertar de las almas que vendrán a veros y a las que tendréis que responder. Nosotros, los hermanos señalados en la frente, somos muchos, estamos esparcidos en todo el mundo, incluso en el Extremo Oriente, no solo en Pordenone y Sant’Elpidio; si bien no nos conocemos divulgamos los mismos mensajes.
 
P: En el mensaje de Pascua Cristo dice:  “YA OS HE DICHO, A TRAVÉS DE AQUEL QUE ESCRIBE Y LLEVA EN SU CUERPO LAS SEÑALES SAGRADAS DE MI CRUCIFIXIÓN, MI SERVIDOR Y SERVIDOR VUESTRO, QUE VISITARÉ UNO A UNO A LOS ELEGIDOS POR EL PADRE MÍO Y A TODAS LAS ALMAS QUE HAN SIDO LLAMADAS POR ELLOS PARA PARTICIPAR EN LA IGLESIA DE JUAN”. ¿Además de aquel que lleva las señales, quiénes son los elegidos? ¿Son de carne y hueso?
G:Si, lo son.
 
P: ¿Hay diferencia entre los elegidos y las almas llamadas?
G:La diferencia es simple. Los elegidos son seres Extraterrestres venidos a la Tierra de otros Planetas o de otras estrellas, pertenecen a la cuarta y a la quinta dimensión: son los 144.000 extraterrestres que descendieron en nuestro mundo para acompañar a Jesús. Sus llamados pueden ser seres que fueron concebidos físicamente por los elegidos, o bien simplemente son los llamados esparcidos por el mundo, pero terrestres. No hay nada de malo en ser terrestres, este es un hermoso Planeta, pero no son elegidos, es decir que pertenecen a este mundo, forman parte de la tercera dimensión y tienen que pasar a la cuarta.
 
P: Por lo tanto son almas llamadas...
G:Son almas llamadas en todo sentido, y toman automáticamente la genética G.N.A.
 
P: ¿Entonces nosotros podríamos tener la genética G.N.A.?
G: Claro, si os ha sido transmitida por un elegido. La transmisión ocurre incluso espiritualmente, no solo físicamente.
 
P: Nos ha sido dicho que tenemos que estar unidos en el camino mesiánico, mantener la comunión entre nosotros los llamados, estar unidos y alimentarnos de Su Cuerpo y beber de Su Sangre. Dejando en claro que yo no puedo caer simpático a todos los hermanos ¿cómo se hace para amarlos de la misma forma? ¿Hay un decálogo para entender cómo hay que estar unidos? Y ¿qué significa en la práctica alimentarse de Su cuerpo y beber Su sangre?
G:En lo que se refiere a la unión y al amar a los hermanos, Jesús no dice que hay que hacer lo que para nosotros es algo imposible, es decir, ser devotos y amar al otro como Lo amamos a Él. Hay una cosa que se nos ha dicho que tenemos que hacer y que es posible: amarnos y respetarnos, pero no es que tenemos que hacerlo hasta la locura, estar enamorados del hermano de la misma forma que uno está enamorado de su propia mujer. Lo que se nos pide es considerar al hermano como un amigo verdadero, sincero, un hermano espiritual y por lo tanto tolerar sus debilidades, su antipatía (si esta existe), y él la tuya. Si la tolerancia es unilateral, no está bien, si es bilateral entonces estamos con Cristo. Cuando el hermano no tolera tu antipatía, tú tienes que dar el ejemplo. Si él se encuentra un paso atrás en la comprensión de la comunión crística con respecto a ti, tienes que ser tu quien tienda la mano, porque si ninguno de los dos lo hiciera ambos estaríais lejos de la comunión crística y no podréis decir: “Yo amaba al otro” por el simple hecho de que uno de los dos no se sacrificó tolerando, ni siendo comprensivo, este es un camino, el secreto para seguir a Cristo. Él dijo: “Amaos como yo os he amado”.
 
P: ¿Cómo hago para amarlo si él no me ama?
G: Tienes que hacerlo precisamente porque Él dijo que amemos a nuestros enemigos. De lo contrario no eres un verdadero discípulo.
 
P: Es difícil.
G:Es difícil, pero ese es el camino. Si yo, Giorgio, soy el señalado por Cristo tengo que tolerar a quienes tienen un carácter más fuerte, más antipático o problemático; si realmente llevo el amor de Cristo tengo que hacer entender que quiero ser respetado, pero más que ningún otro tendre que ser yo quien tiende la mano. De hecho incluso Jesús me lo ha recomendado: “Eres tu quien tiene que buscar al hermano. Si él no te busca está bien, espera. Pero eres tu quien tiene que ir hacia él: una vez, dos veces, tres, cinco veces... si luego no te responde, entonces lo dejas en su camino”. Yo, que soy el señalado no puedo pretender no tener que llamar a nadie; de hecho escucho a todos, incluso a los depresivos, a aquellos que están mal y siempre me dejo un espacio para quien sea. Querido hermano, nosotros tenemos que alcanzar la comunión crística, mejorándonos para conseguir el estado de consciencia crística. Tenemos un gran valor: el conocimiento, unido a otro igualmente grande: la fe, junto al hecho que sois mis fieles; sin embargo poseemos un enorme defecto: la intolerancia. No estamos tan mal, pero tenemos que trabajar un poco más, porque creemos (equivocándonos) que siempre estamos del lado justo, o bien, no sentimos perseguidos, incomprendidos y por lo tanto somos intolerantes y nos hacemos las víctimas. Hasta incluso podemos tener razón, pero si hay un hermano que me busca, que me llama siempre y que quiere ser ayudado, yo puedo explicarle que podré ayudarlo hasta un determinado momento y que tiene que poner de su parte, pero esta no es una justificación para no hablar con él, para no ayudarlo y plantarlo. Tengo que encontrar todas las formas posibles para apoyarlo, pero no abandonarlo. Yo planto solo cuando alguien me dice: “Basta, no me busques más”. Si eso no ocurre lo persigo, para arrastrarlo hacia la amistad conmigo.
 
P: ¿Qué significa alimentarse de Su cuerpo y beber Su sangre?
G:Significa hacer la comunión, es como ir a la Iglesia donde oficia un cura justo, o lo que hacemos cuando nos reunimos en el Arca, como ocurrió hoy aquí, que habéis tocado un cuerpo crucificado. Ésta es una gracia que tienen muy pocos en el mundo, porque la comunión con el pan y el vino es bonita pero es simbólica. Tocar la sangre verdadera de Cristo, en cambio, es algo muy grande, que nosotros tendríamos que valorar siempre. Incluso yo mismo que vivo la sangración de los estigmas, la comprenderé únicamente cuando Él esté. Ésta es la verdadera comunión: ser espectadores, incluso físicamente, de ese fenómeno único en el mundo que habéis visto hoy, pero que no ocurre casi nunca. Allí habéis bebido la Sangre de Cristo.
 
P: En el mensaje de Pascua dice: “EL CÁLIZ DE LA COMUNIÓN CRÍSTICA QUE VIVE ENTRE VOSOTROS, EXISTE PARA SACIAR LA SED DE VUESTRO ESPÍRITU CANDIDATO A LA REDENCIÓN CON EL AGUA DE LA VIDA!” ¿qué es el agua de la vida?
G:El agua de la vida es la que estamos viviendo hoy: es el Verbo. Vosotros bebéis el conocimiento, si entre vosotros tenéis a quien os la puede dar ¡bebed!
 
P: Italia, y no solo Italia, está atravesando un período terrible, las causas de la crisis económica, política y ambiental tienen que ser atribuidas a las personas que ocupan los puestos de poder y que ocultan los intereses de poderes superiores a ellas, a quienes controlan la economía mundial. Por nuestra parte, además de difundir el mensaje de Cristo ¿qué podemos hacer al respecto?
G:Nosotros tenemos que transmitir el mensaje de Cristo y comprometernos en la sociedad civil. El compromiso social es decir la Verdad y denunciarla a nivel periodístico y propagandístico, con una difusión correcta. Apoyar a quienes tienen autoridad para intervenir y cambiar las cosas: hombres políticos, si son honestos, que puedan hacer nuevas leyes, o bien, magistrados íntegros que quiten la máscara a los poderosos y que prueben los terribles delitos de los mismos, de manera tal de echarlos de los puestos de poder. Después de la segunda guerra mundial, exactamente desde el atentado de Portella della Ginestra del 1º de mayo de 1947 (el primer atentado de Estado) dentro de la clase dirigente en nuestro país había una corriente muy poderosa, quizás la más poderosa, criminal y asesina. En Italia también hay una clase dirigente honesta, formada por empresarios, artistas, hombres políticos y profesionales, pero es minoritaria. La dirección política que prevalece en nuestro país es criminal y usa la delincuencia organizada para alcanzar objetivos políticos que de lo contrario no lograría, porque sería derrotada con la democracia, con el voto, con la acción popular. Cuando se acercan personas que quieren cambiar las cosas y hacer respetar las reglas, la clase dirigente intenta, sobre todo, amenazar poniendo en marcha crisis económicas y distintos tipos de tensiones en la nación. Si esto no basta, como ya ocurrió en el pasado, gracias a las clases de ciudadanos que apoyaron a los partidos, como el comunista, y otros que podían llevar a un cambio; ponen en marcha la estrategia del crimen, de la tensión, del asesinato. Con dicho objetivo se le permitió la supervivencia a organizaciones criminales, es decir, a la mafia y a la ‘Ndrangheta, después de haberlas favorecido, apoyado y financiado, ya desde el pasado hasta que se infiltraron (sobre todo en los años ’70) en las asociaciones terroristas (las brigadas rojas, los fascistas, terroristas de derecha y de extrema derecha). Como hemos visto con el secuestro de Aldo Moro, estas organizaciones se introdujeron incluso en las brigadas rojas, por lo tanto en la extrema izquierda. En concreto, usaron todos los sectores, en todas las asociaciones criminales, terroristas o mafiosas, para fines políticos. Desde el ’47 esta clase dirigente nunca cambió: son distintas las caras, porque algunos ya han muerto, pero la corriente, la “franja política” a la que Roberto Scarpinato llama “El Príncipe” y que nosotros definimos “Sistema Criminal”, formada por Masonerías, por el Vaticano y los poderes del otro lado del Atlántico (de América) es un sistema que tiene que dominar a nuestro país, cueste lo que cueste. En los años ’60 / ’70 logró gobernar haciendo vivir a la gente más o menos en el bienestar; o bien, bajo la influencia de crisis económicas mundiales, tratando de ilusionar con cuentos y, si eso no fuera suficiente, interviniendo, como lo hicieron puntualmente, con el homicidio y con los atentados.
 
En este momento, si los políticos que fueron elegidos no se mueven para crear algo constructivo contra el sistema criminal, no ocurrirá nada y permaneceremos como estamos. Si, en cambio intentan cambiar algo, para aportar desde adentro del sistema de poder político un cambio positivo, por más pequeño que sea, entonces ocurrirán nuevos atentados. Las amenazas que han llegado a los magistrados no son tanto para ellos, que están llevando a cabo acciones importantes como el proceso judicial sobre la negociación Estado-mafia, sino que son mensajes que dicen: “Si Bersani y Berlusconi no se alían nosotros volveremos a la estrategia del crimen”, porque ésta es la alianza que quiere el Poder y si no ocurre morirán personas inocentes. Yo conozco a estos criminales como la palma de mi mano y, después de doce años de estudios e investigaciones, os aseguro que ocurrirá, a menos que el bufón de la corte Beppe Grillo haga algo que le guste, pero tiene que ser siempre dentro de los Sistemas Criminales. Si no entran en esa lógica, estallarán bombas y habrá una guerra.
 
Entonces ¿qué es lo que tenemos que hacer nosotros? Denunciar lo que yo estoy diciendo a gran escala y apoyar a personajes que realmente podrían cambiar las cosas. Es por ello que persiguieron a Antonio Ingroia alejándolo, en cualquier puesto del poder que lo hubieran puesto habría destruido los Sistemas Criminales. En cambio su colega Nino Di Matteo, que tiene poder, fue amenazado de muerte. La historia se repite. Lo que me causa mucha tristeza y rabia, entendida como sentido de justicia, porque yo tengo a Cristo dentro de mi, es que Italia, a pesar de que hayan muerto miles de ciudadanos inocentes, no hace nada. Siete millones de personas votaron a un delincuente criminal y asesino como Berlusconi, mientras los otros 6 o 7 millones eligieron al inservible de Bersani. En cuanto a Grillo quiero esperar a ver lo que hace, quizas haga cosas buenas, por lo tanto no me pronuncio. Lo que queda claro es que quince millones de personas dieron su aprobación a un sistema que las ha destruido. Quienes hoy lloran por no contar con sus jubilaciones o con un puesto de trabajo, han votado a toda esta gentuza que ha destruído y despedazado al país. En lugar de eliminarlos, en sentido democrático, de la faz de la Tierra, es decir mandarlos a su casa impidiéndoles que participen en la acción pública de la nación, prefirieron elegir a los mismos hombres que financiaron, en el sentido ideológico de la palabra, los atentados. Nosotros sabemos perfectamente que en la política y en el Estado se encuentran quienes ordenaron los atentados de Falcone, Borsellino, del General Carlo Alberto Dalla Chiesa, etc..
 
P: ¿Por qué ocurren únicamente en Italia?
G:No ocurren únicamente en Italia. También el Presidente de los Estados Unidos fue asesinado por la mafia. Todavía no han logrado matar a ningún Presidente italiano, por lo tanto América del Norte está peor que nosotros.
 
P: Si nos comparamos con los demás países europeos, el número de atentados en los que murieron muchos civiles seguramente es superior. ¿Por qué?
G: Italia es la séptima potencia económica mundial y es el país más importante de Europa a nivel político, económico, artístico, cultural, religioso y espiritual. Es el número uno del mundo. Si en Italia no hubiéramos tenido a estos asesinos criminales en el poder, hoy Alemania, país al que adoro por su organización y honestidad, podría ser simplemente nuestro hermano menor. Nuestro potencial en creatividad, producción y genialidad nos habría llevado a ser el Estado más poderoso del mundo, porque nosotros contamos con el patrimonio mundial del arte. Si lo pusiéramos a la venta no alcanzaría el dinero de todos los bancos del mundo para comprarlo. Hoy el oro es una reserva estratégica para un país rico, pero nosotros no necesitamos el oro porque tenemos los bienes artísticos. Si se llegara a aprobar una ley que nos permitiera convertir a nuestro patrimonio artístico en divisas Italia de séptimo Estado del mundo podría convertirse en el primero y podríamos crear una moneda que supere cinco veces al Euro. Nosotros poseemos la herencia artística de la historia del mundo de los últimos dos mil años; esto es un hecho, por no hablar de todo el resto, comenzando por la alimentación. Por lo tanto para frenar nuestra potencialidad, los señores Americanos han puesto al mando de nuestro país a los criminales mafiosos, porque ya en los años ’60 con el boom económico nosotros habíamos llegado, junto con Alemania, al primer lugar. Hoy, en cambio, nos hemos convertido en la República bananera y somos el hazme reír.
Si pusiéramos gente honesta en el gobierno, en diez años nos convertiríamos en el Estado más poderoso del mundo, incluso sin armas nucleares. Es por ello que determinadas cosas ocurren aquí, no tenemos solo la potencialidad artística y productiva, sino también la espiritual. ¿Qué le faltaría a Italia si el Vaticano fuera verdaderamente limpiado por el Papa y se convirtiera realmente en una Iglesia a favor del prójimo? Vendrían todos de rodillas, desde los Estados Unidos hasta Rusia, hasta China. En cambio tiene que predominar el más fuerte en la delincuencia y en el robo, la clase dirigente y los hombres religiosos de nuestro Planeta son los más despreciables de la historia del mundo. Ni siquiera los sanguinarios dictadores africanos tuvieron una clase dirigente como la que hemos tenido nosotros; lamentablemente somos tan imbéciles como para haberlos soportado. Cualquier otro país del mundo, incluso el Zaire, habría hecho una revolución civil armada, disparando como le hicieron a Mussolini. Yo, que soy anti-fascista, afirmo que nuestros gobernantes han sido peores que Mussolini y nosotros hemos permitido que permanecieran allí. Todos los que hemos tenido desde el ’47 hasta el día de hoy son los peores, porque se presentan con cara de cristianos, como personas de bien y en cambio han destruido la nación. A pesar de ello somos el séptimo país más rico del mundo, si tuviéramos la libertad de tener una clase dirigente decente, seremos los primeros del Sistema Solar, no solo desde aquí en la Tierra y desde Marte vendrían hasta aquí a decir: “¡Qué bíen Italia! ¡Qué hermoso es este país!” Puede ser que sea nacionalista pero yo me siento italiano. ¡Contamos con el patrimonio más maravilloso, más grande... desde los pintores hasta los poetas, navegantes, inventores, hemos sido nosotros quienes hemos hecho todo! Es por este motivo que aquí han ocurrido los atentados. Porque nosotros podemos producir mucho dinero sin estafar a nadie con los derivados, los títulos que no sirven para nada. Podemos fabricar dinero porque tenemos la capacidad de producir cosas reales: máquinas, automóviles, cuadros, barcos, puentes, edificios, jardines, indumentaria... En cambio en los Estados Unidos producen títulos basura, porque no saben producir. ¿Alguna vez habéis visto un cuadro de Caravaggio? Solo con la pintura y la escritura podríamos pagar la deuda pública. Si mandáramos a su casa a la clase dirigente criminal y mafiosa, nos convertiríamos en el Estado más rico y más poderoso del mundo. Si además nuestra Iglesia limpiara la podredumbre que tiene en su interior y pusiera guías espirituales, transformaría el materialismo que caracteriza a los italianos en espiritualidad y así ayudaría a todos los pobres del mundo. Un país que mide 1500 km podría ser el Paraíso en la Tierra, pero no lo es porque Satanás ha tomado el poder y habita en Italia, no en New York. Allí manda a sus mensajeros, pero él vive aquí, de lo contrario sería derrotado.
 
P: Muchas personas tienen una gran confusión con respecto a la infinita misericordia del Padre. Hablan de un Dios misericordioso que perdona todo y a todos y confunden la justicia con el juicio. ¿Cómo puedo ayudarlas?
G:Es simple. Tienes que ser irónica y las puedes ayudar diciendo: “Según vuestro planteo, Totò Riina tendría que ser el primero en tener el derecho a ir a su casa a gozar de sus últimos 5 o 6 años de vida. Ya tiene ochenta años, así lo dejamos llegar a noventa, junto a sus familiares, a sus nietos, si total Dios le ha perdonado todo. ¿No es así? ¿Es esto lo que tendríamos que hacer?” Ya estamos mal en Italia, si llegáramos a hacer así caeríamos en el abismo definitivamente.
 
P: A esta punto podrían decir: “Si, pero este es un caso grave, algo evidente”...
G:El problema de tus amigos es que tienen miedo a ser juzgados. Cuando un hombre tiene miedo a ser juzgado es porque oculta algún esqueleto en el armario. Yo soy muy franco, directo y no tengo miedo a ser juzgado. Si el Señor me dijera: “¡Te has equivocado! ¡Has cometido este pecado, no tendrías que haber ido a ese lugar!” Yo respondería: “Si, Señor, estoy aquí, he cometido pecados pero no he robado, no he fornicado, ni violado a niños y no he matado a nadie. Es más, he luchado y dado la vida por Ti”. Si mañana por la mañana regresara Jesús me podría juzgar tranquilamente; incluso podría mandarme al infierno, pero mi estado de consciencia cambiará a los diablos y los hará convertirse en cristianos.
 
P: ¿La confusión se produce a causa del mensaje erróneo que proviene de la Iglesia?
G:Claro, porque la Iglesia tiene millones de esqueletos. Tienes que responder con astucia y con la verdad. Si son cristianos y no te comprenden háblales con el Evangelio y pregúntales: “Si Jesús es infinitamente misericordioso ¿por qué en el Cap. 25 de Mateo dice que enviará a las tinieblas a los impíos y a los malos, mientras que a los buenos al Paraíso? Porque Jesús deja de lado esta infinita misericordia suya y dice: “Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, con todos sus ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones se reunirán delante de él, y él separará a unos de otros, como separa el pastor las ovejas de las cabras. Pondrá las ovejas a su derecha, y las cabras a su izquierda. […] Luego dirá a los que estén a su izquierda: “Apártaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles”. (Mateo 25,31-41) Y luego: “No todo el que me dice: ‘Señor, Señor’, entrará en el reino de los cielos, sino sólo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo. Muchos me dirán en aquel día: ‘Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios e hicimos muchos milagros?’ Entonces les diré claramente: ‘Jamás os conocí. ¡Alejaos de mí, hacedores de maldad’!” (Mateo 7, 21-23) Al final pregúntales “¿Por qué no perdona a todos?” Y si no saben responder entonces agrega: “Si no sabéis responder, no digáis que Jesús es infinitamente misericordioso. Decid, es casi infinitamente misericordioso”. Si no hay justicia humana, hay una Justicia Divina.
 
P: ¿Cuál es la justicia humana?
G: A tus espaldas hay un policía, un representante de la justicia humana. Pregúntale qué hay que hacer con los delincuentes, con los criminales y los asesinos. ¿Tu qué crees que mientras arresta a un delincuente le dice: “Perdóneme, lo lamento mucho pero voy a tener que arrestarlo”...? No, no se puede hacer así, de lo contrario ¿para qué sirven la policía, los carabinieri, las fuerzas del orden? Con la justicia humana ya estamos mal. Si mandamos a sus casas a la policía y a los carabinieri nuestros hijos ya no podrán salir de nuestras casas por la noche.
 
P: Si las personas se dan cuenta de que nosotros pertenecemos a la Iglesia de Juan ¿de qué forma podemos decir la Verdad sin parecer presuntuosos? ¿De qué manera podemos evitar parecer arrogantes confirmando además que somos Señalados?
G: No es algo que tengamos que ir dicendo a todos: si somos señalados en la frente y pertenecemos a la Iglesia de Juan, lo tenemos que demostrar con las obras. Precisamente porque formamos parte de la Iglesia espiritual tenemos que sentirlo interiormente, ser humildes y servir al hermano, hasta el último de los hermanos que no forma parte de ninguna Iglesia. En el momento que el hermano tome consciencia de la verdad nos seguirá, pero querrá comprender dónde ha entrado, entonces nosotros le explicaremos que la nuestra es una Iglesia espiritual. No tenemos que decir: “Yo soy el señalado en la frente, pertenezco a la Iglesia de Juan y tienes que escucharme”. Tenemos que presentarnos como ya lo sabéis hacer, humildemente, ofreciendo el mensaje de un amigo vuestro, no de un maestro guía, que tiene los estigmas y que es portador de un mensaje para el mundo. Y si os preguntan qué es lo que sois, tenéis que responder que sois cristianos, que frecuentáis la Iglesia, pero que espiritualmente seguís la Iglesia de Cristo. Lo que hemos dicho siempre; si luego esa persona llegara a querer saber más y estuviera interesada en nuestro discurso entonces le daremos una verdad para que pueda seguir investigando. Es cierto que tenemos que decir la verdad, todos, pero también es cierto que hay que tener mucho cuidado en cómo lo decimos, porque Jesús dijo: “No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen”. (Mateo 7,6)
 
P: El año pasado mi hija se “desbautizó” y se declara no creyente ya que está disgustada de las acciones de los curas y de la hipocresía de muchos creyentes católicos. ¿Es grave?
G:Tu hija no tiene que preocuparse, porque el bautismo es espiritual. Si hace obras está bautizada por Cristo. Yo tengo amigos que no han sido bautizados, ni tampoco confirmados, ni se han casado, ni se han confesado. No tomaron la primera comunión, sin embargo irán al Paraíso porque hacen obras.
 
P: ¿Cómo interpretas la amenaza del “paquete bomba” que llegó al periódico “La Stampa”?
G:Esos son los actos despreciables que forman parte, como dije antes, de la estrategia de la tensión. Hay alguien en este país que quiere dar mensajes. Un Sistema Criminal que pretende dar un mensaje a otro o a la sociedad. El periódico “La Stampa” es un periódico de poder en el que incluso escriben muy buenos periodistas, es posible que alguno de ellos haya dado “fastidio”, o bien representa una advertencia para uno de los periódicos más leídos de Italia, como para decir: “Nosotros estamos aquí”. Podría tratarse de una amenaza de carácter general, por lo tanto habría podido ocurrir también con “La Repubblica” o con “Il Corriere della Sera”. Gracias a Dios, el cartero era una persona cuidadosa y al darse cuenta de los cables entregó el paquete inmediatamente a los expertos en bombas. Por lo tanto era una advertencia. Nosotros hoy vivimos un momento estratégico y lamentablemente tenemos que prepararnos para la eventualidad de un atentado. Podría ocurrir en Palermo y yo, por mi pequeña parte, con mis Señales, voy allí para evitarlo. Quieren hacerlo entre abril y mayo, pero rogaré y haré todo lo posible para evitarlo. Tienen que atacar un símbolo: podrían escoger a Di Matteo, a Ingroia, a Del Bene, a algún periodista, a algún periódico, a algún policía desconocido, o bien a doscientas personas inocentes en el mercado. Esperemos que no ocurra. Es más, yo tengo fe en que el Señor esta vez...
 
P: ¿Podrían atacar incluso a algún mafioso arrepentido?
G:Si, pero es menos probable porque el mafioso arrepentido siempre provoca la crítica de los hipócritas, que atribuirían toda la responsabilidad a la mafia, la que no tiene nada que ver porque simplemente quieren provocar tensión.
 
P: ¿Podrían atacar a un hombre político?
G:No, los políticos son atacados solo si no han mantenido los acuerdos. Podían atacar a Giuseppe Lumia, porque es uno de los pocos políticos que se interesa por la antimafia; incluso Rosario Crocetta es una persona que está tratando de hacer cosas buenas en Sicilia. Y gracias a Dios no lo han hecho. Falcone y Borsellino fueron amenazados durante años, de cartas de “cuervos”, y más “cuervos” recibieron un montón. Los mafiosos son más leales que los políticos y que los criminales de Estado, porque primero advierten. Incluso lo hicieron antes de perpetrar el atentado de Capaci, con una misiva que llegó a todo el Gobierno, que advertía no solo sobre el atentado sino también sobre la voluntad de atacar a un magistrado en Palermo. Lo único que faltaba era que dieran la dirección de dónde lo harían.
“El trotil llegó también para mi, el lunes pasado...”, dijo Paolo Borsellino que sabía perfectamente que era solo cuestión de días. Pero el Estado no hizo nada. Los carabinieri y los policías, pobres, lo único que hacían era cumplir con su deber, pero algunos de sus superiores eran conniventes, de hecho no ordenaron ni siquiera la remoción de los coches estacionados en Via D’Amelio el día anterior al atentado.
 
P: El Papa Francisco I afirma que quiere reformar la Iglesia para acercarla a los pobres. ¿Qué piensas?
G:Me gusta mucho lo que dice, pero tenemos que esperar porque a los pobres todavía no les ha llegado nada. El Vaticano sigue estando en las manos de la Mafia y los poderosos cardenales que ocupan sus Ministerios más importantes no han sido removidos. ¡Las palabras son muy bellas, pero yo quiero los hechos! Esperemos... soy muy paciente: he esperado dos mil años, imagínate si dos meses pueden cambiar algo.
 
P: Está repasando un poco el discurso de Papa Luciani...
G:En el discurso si. Ahora quiero ver los hechos.
 
P: Sería una bonita señal…
G:No será una bonita señal: será la Señal, una de las Señales celestes en la Tierra.
El Papa Luciani fue asesinado después de 33 días de pontificado y no pudo hacer nada. Habría querido hacerlo pero en ese tiempo el Vaticano, paradójicamente, era más poderoso. Hoy lo sigue siendo, pero está más expuesto, porque en el ’78 no habían publicado ni siquiera una palabra sobre los escándalos internos, por lo tanto se podían permitir incluso matar a un Papa. Nadie habría dicho nada, como de hecho ocurrió. Hoy en cambio, con todos los escándalos y las investigaciones que está llevando a cabo la magistratura, si llegara a morir un Papa bueno y sano como un pez, ya no podrían engañar a nadie; la inversión que han hecho con el Papa Francisco recaería sobre sus cabezas. Han apostado todo por el Papa para hacer regresar a los fieles. Una imagen mundial descomunal, de hecho, el número de devotos presentes en la Plaza San Pedro se ha multiplicado. Si asesinaran al Papa ya nadie más iría y todos dirían: “Vosotros lo habéis asesinado”. Por lo tanto tienen que encontrar otra estrategia, no querría encontrarme en su lugar: chantajearlo, porque este Papa tiene un pasado sombrío y es chantajeable. Su silencio y complicidad con la dictadura argentina no es compatible con un hombre que tendría que ser Santo.
 
Juan Pablo II, paradójicamente, a pesar de que a mi no me gustó para nada, vino con una fantástica acreditación; una historia fuerte, sin sombras, un sacerdote mártir de Polonia que conoció desde cerca las injusticias, la guerra, las deportaciones, la cárcel, el dolor y las privaciones. El Papa Francisco I en cambio tiene una historia débil y podrían chantajearlo amenazándolo de revelar a la prensa o a algún periódico líder a nivel mundial, los documentos secretos de la Iglesia durante la dictadura argentina, junto con los crímenes cometidos por los Jesuitas, de quienes Bergoglio era el jefe. Si él fuera fuerte, según mi opinión podría incluso resistir ignorando los chantajes, admitiendo los errores cometidos en Argentina durante la dictadura (en parte ya los ha confesado y ha pedido perdón por los mismos), diciendo: “Yo sigo adelante”, sería una decisión excepcional, sería la que Dios quiere. Nadie está libre de pecados y el Papa Francisco, incluso admitiendo que haya colaborado con la dictadura, podría arrepentirse y querer dar su vida a la Iglesia. ¿Acaso San Pablo no asesinaba cristianos? Si la Iglesia Argentina cometió graves errores contra nuestros hermanos perseguidos y asesinados y él se ha arrepentido realmente (como ha declarado) y ahora quiere reformar la Iglesia ¿acaso no le diríamos: “¡Sigue adelante!”? Si en cambio no lo hace y sigue vivo significará que ha cedido a compromisos. Si es perseguido es un santo. Si en cambio termina siendo exaltado y sus palabras no se ven acompañadas por los hechos, tenéis que saber que ha firmado el pacto. ¡Los católicos jamás os dirán estas cosas! La iglesia de Juan es la única que enseña el discernimiento. Es suficiente con tomar el Evangelio y verificar si la Iglesia católica ayuda a los pobres, ataca a los poderosos, se despoja de todas sus riquezas... ¡es tan simple!
 
P: En el relato del Evangelio donde los fariseos llevan a la adúltera frente a Jesús para que la juzgue y para que la condene por haber quebrantado la ley, me llamó mucho la atención la escena en la que Él se inclina y traza en la tierra unas marcas con el dedo. ¿Por qué este gesto Suyo se recuerda y se repite, es decir, se pone en evidencia?
G: Tenemos que entender lo que estaba dibujando; si se trataba de una hermosa mujer, que habría podido hacerlo porque Él era un provocador, o si era algo más serio. De hecho, Él estaba dibujando el pez, el Alfa y el Omega. Mientras los escribas y fariseos lo toman como un pretexto para hacerle la pregunta sobre la adúltera, Jesús dibuja en la arena el pez, la señal cristiana de aquel tiempo, para indicar que estaba trabajando en la era de los peces, donde todavía regía una ley absurda que Él mismo cambiaría, haciendo nuevas todas las cosas, llevando a esa civilización a la Era de Acuario. Posteriormente traza el Alfa y el Omega, el principio y el fin, es decir, el Sol, porque Él es el Sol encarnado. ¿Qué podía responder el Sol a esa manada de animales salvajes? Exactamente lo que respondió: “Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra”. Jesús lo hace para que los Apóstoles, especialmente Juan, vieran lo que Él dibujaba para luego transmitirnoslo, a nosotros Sus discípulos. El mensaje de Cristo no estaba dirigido tanto a los presentes, sino a nosotros, para que hoy comprendiéramos el pasaje de la era de los Peces a la de Acuario, o sea la era del Espíritu.
 
P: Al final del relato, cuando todos se habían alejado, Jesús le dice a la adúltera: “Mujer, ¿dónde están tus acusadores?, nadie te ha condenado?”.  Ella le respondió: “Nadie, Señor”.  “Yo tampoco te condeno”, le dijo Jesús.  “Vete, no peques más en adelante”. ¿Por qué dice “no te condenan” y no dice “Te perdono”?
G: Jesús dice: “Vete, no peques más en adelante”, porque la mujer no había cometido un pecado mortal, sino un pecado contra el marido.
 
P: ¿Por lo tanto solo el marido la podía perdonar?
G:Si, porque había pecado contra él, que tenía una veintena de concubinas. El marido fue a buscar a los amigos, animales salvajes de su calaña, para lapidar a esa pobre mujer; pero Jesús, que leía la mente y el corazón de todos, sabía que estos tenían amantes, frecuentaban prostitutas y mucho más. Así fue que el marido, que era el primero que estaba por lanzar la piedra, también fue el primero en dejarla caer al suelo. Si hubiera sido justo lapidar a esa pobrecita porque se había sentido atraida por un hombre y había caído en su debilidad ¿qué es lo que merecía el marido que había tenido veinte amantes? Lo habrían tenido que desollar vivo. Con la autoridad de Cristo, que era el Hijo de Dios, nadie se permitió tirar ninguna piedra, si lo hubieran hecho, Jesús habría intervenido y los habría paralizado, y de esa forma hizo otro prodigio. Pero no era necesario, porque se asustaron todos.
 
P: Hace dos mil años Jesús dijo: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. (Mateo 28,19). Y luego: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”. (Marcos 16,15). Hoy tú nos dices que tenemos que decir la verdad a la gente. ¿Seremos capaces? ¿Tendremos realmente la fuerza de cumplir con esta importante tarea?
G: Espero que tengáis la fuerza. Ese es mi deseo y rogaré porque así sea.
 
P: No solo la fuerza, sino también las palabras adecuadas...
G: Las palabras os llegarán solas, no os preocupéis.
 
P: Después de la sangración de tus estigmas del 5 de abril escribiste: “He sangrado en Montevideo, una de las tierras bendecidas por Dios”. Al día siguiente, después de la enésima sangración, escribiste: “He sangrado en Buenos Aires. En Cristo, vuestro Giorgio”. ¿Qué se entiende por “tierras bendecidas por Dios”? ¿Porqué Montevideo y no Buenos Aires o Italia?
G:Montevideo es entendido como el centro de Sudamérica. Yo me refería a la Galilea de los Gentiles, que comprende a toda América Latina, por lo tanto especialmente Sudamérica, Centro-América y toda Europa Latina. Estas tierras representan a la nueva Israel. No significa que los demás pueblos sean menos importantes.
 
P: Tú has dicho que Jesús perdona nuestros pecados pasados y futuros, pero no nos perdonará si dejamos la Obra... ¿Cuáles son esos pecados?
G: Los pecados humanos. No puedo hacer una lista, porque entraría en el detalle. Todos nosotros los cometemos y dado que no somos niños, pensándolo bien podríamos verlos por nosotros mismos. Puedo decirte lo que no tienes que hacer a nivel general: no robar, no matar, no asesinar a los niños, no secuestrar, no hacer asaltos, etc.. Los pecados humanos son las debilidades, uno de estos es el adulterio que Jesús ha perdonado y hay muchos otros. Incluso el asesinato y el robo pueden ser perdonados, si te arrepientes y das la vida por Obra. Pero la renuncia a la Obra no tendrá perdón y se paga con la segunda muerte.

Sandra De Marco
01 de Julio de 2013
San Giovanni di Polcenigo – Pordenone (Italia)