¡LOS DÍAS QUE VENDRÁN!

moises DEL CIELO A LA TIERRA

HE ESCRITO EL 4 DE ABRIL DE 2020:

EL 7 DE ENERO DEL ANNO DOMINI 2020 EL DIOS INVISIBLE ME HABLÓ Y YO ENSEGUIDA TRANSMITÍ A LOS JÓVENES INICIADOS DE NUESTRA CONFRATERNIDAD (ARCA): “VENDRÁN DÍAS EN QUE YA NO PODREMOS IR POR EL MUNDO HACIENDO LA OBRA, SINO QUE TENDREMOS QUE QUEDARNOS ENCERRADOS EN NUESTRAS ARCAS Y EN NUESTRAS CASAS, PORQUE LOS ACONTECIMIENTOS NO NOS LO PERMITIRÁN”.
UNO DE ESTOS JÓVENES MARAVILLOSOS, LUIGI BENEDETTI, HA ESCRITO UN ARTÍCULO MUY PROFUNDO SOBRE LOS ACONTECIMIENTOS TRÁGICOS QUE SE ESTÁN VIVIENDO EN NUESTRO PAÍS Y EN TODO EL MUNDO. ¡LÉEDLO CON ATENCIÓN!
EN LO QUE SE REFIERE A MI PUEDO DECIR SÓLO QUE NO ES FÁCIL SERVIR AL PADRE, EL DIOS INVISIBLE DE ISRAEL Y DEL MUNDO.
EL PADRE DEL MESÍAS JESÚS CRISTO ES UN DIOS JUSTO, INTRANSIGENTE, CELOSO Y ENAMORADO DE SUS HIJOS (Éxodo 20-5). UN DIOS QUE TE DONA DIVINIDAD Y ETERNIDAD SI LE OBEDECES Y LE RECONOCES POR LO QUE ES. ¡EL ÚNICO QUE PUEDE ESTAR POR ENCIMA DE SU MISMA LEY!
UN DIOS QUE TE AMA Y PROTEGE A SUS HIJOS DE TODO MAL. UN DIOS QUE CASTIGA LA DESOBEDIENCIA A SUS LEYES, PERO QUE OFRECE MISERICORDIA Y AMOR A SU SIERVO QUE LO GLORIFICA Y LO ELEVA CANTANDO: "BENDITO SEA EL SEÑOR NUESTRO DIOS, EL SEÑOR NUESTRO DIOS ES GRANDE. SEA BENDITO POR LA ETERNIDAD SU NOMBRE Y EL NOMBRE DE JESÚS CRISTO, SU HIJO”.
LEED Y GRACIAS LUIGI, MI JOVEN HERMANO EN LA VERDAD.
EN FE
G.B.

PLANETA TIERRA
4 de abril de 2020

EL REY ESTÁ DESNUDO
reynudo

Por Luigi Benedetti

¡El rey está desnudo!
Arrinconado por la naturaleza como un boxeador sentido que espera la campana para poder respirar de nuevo.

El rey, después de haber herido y destrozado por años y años a su generosa madre, contaminando aire, agua y tierra con los frutos de su locura, ha sido golpeado de lleno, instantáneamente, ya sea en la carne como en el espíritu. La naturaleza, después de innumerables apelaciones y llamadas al arrepentimiento, ha dejado libres sus anticuerpos, minúsculos pero super eficaces, los cuales han cumplido su tarea de manera minuciosa y perfecta, dejando literalmente sin respiración a los humanos, al igual que estos por mucho tiempo han sustraído oxígeno a la Tierra. Pero hoy no es el pulmón del planeta el que ha sido golpeado. Es el pulmón del hombre.

¡El rey está desnudo!

Y nunca se lo habría esperado, ni él ni sus súbditos. Cerrados en casa, tapiados vivos, sin libertad, sin vicios, sin ropa de firma, sin gafas de sol para poder lucir, sin joyas brillantes que mostrar. Sí, justo el hombre, que vive exclusivamente de apariencia. Si estuviera sola en el mundo, si estuviera en un planeta desierto, incluso la persona más rica iría por ahí como un vagabundo, porque entendería que la verdadera riqueza no es la exterior sino la que llevamos en el corazón. En cambio, aquí en la Tierra, los seres humanos son competitivos, viven comparándose con los demás, compiten a ver quién es más guapo, más rico, más en forma, más listo, más capaz, más todo. Este es el hombre de la Tierra, sobre todo hoy. Sí, este es el terrestre, un animal sin corazón que vive dependiendo del juicio de los demás, en manos del ansia de rendir más, en manos del miedo de la Verdad. El hombre común terrestre, además de ser un loco, como dijo justamente el extraterrestre REGGA, tiene miedo de si mismo. Tiene miedo de saber lo que es en realidad y qué hace en este mundo. Tiene miedo que todo el país de los juguetes, que el gato y el zorro le han puesto a disposición, se le derrumbre sobre la cabeza, y que quede solamente una montaña de escombros. ¿A qué se aferrara después? A nada, a la nada, o quizás a sus mismas largas orejas de burro que le han crecido, como preludio al triste destino que le espera.

La cuarentena que toda la humanidad está viviendo en estos días, está poniendo a dura prueba a todos los que se han alimentado durante toda la vida solamente de bajas frecuencias, de odio, de envidia, de rencor, de pereza y de soberbia, de materia. Todos ellos, que ya tienen su recompensa, se han quedado enmudecidos frente a un minúsculo ser microscópico que le ha sustraído, en menos que un instante, todo lo que poseían, todo aquello por lo que han vivido, la esencia de su vida. Se han quedado desnudos como gusanos, preguntándose desesperados: "¿Dónde ha ido a parar mi recompensa? No es justo"!

¡Y en cambio es justo, justo! Porque la naturaleza es despiadada en su justicia, para elevar a los humildes y derrumbar a los poderosos.

Pienso en los niños de muchos países de África, por ejemplo, que cada santo día luchan con pandemias mucho más graves que el Covid-19, que viven en sus pobres barracas de paja, con moscas y mosquitos, inmersos en el hedor de las letrinas a cielo abierto, pero que dan gracias Dios y a la vida porque el sol resplandece en el cielo, porque el agua pluvial sacia su sed, porque las estrellas de noche atienden sus deseos. Los últimos de la Tierra son los primeros en el Cielo, porque el reino del Padre está listo para acoger con amor a todos los que han vivido en su misma piel las embriagueces de los burros locos, que brindaban por mammona mientras un enemigo invisible ya estaba mandando en cortocircuito su estúpido sistema.

¿Quién se habría esperado todo eso? De seguro, no los terrestres. Demasiado concentrados en sus deseos de protagonismo para construir su resplandeciente castillo de papel, su becerro de oro. Demasiado soberbio y arrogante como para tomar en consideración, aunque fuera mínimamente las señales que el Cielo y la Tierra nunca han dejado de mandar. La oferta de redención ha sido dada ¿pero realmente será aceptada?

Y entonces, éste es el tiempo en que "el siervo atacará a la garganta al patrón", y no habrá salvación si no habrá verdadero arrepentimiento.

Pero este es también el tiempo en que ya no se puede echarse atrás. O se está con los dos pies en la batalla, o nos rendimos. Los acontecimientos serán cada vez más apremiantes, ya no tendremos más momentos de relativa tranquilidad, porque pandemias se sobrepondrán a terremotos, a aluviones, a guerras y a carestías. Pero tendremos que ser conscientes que, si todo eso ocurrirá, será por voluntad del Padre. Y si todos nosotros haremos la voluntad del Padre, respetando sus planes con fe y dedicación, como Cristo nos enseña, ni siquiera un cabello de nuestro cabeza perecerá.

Quien conoce la Verdad Crística no tiene que temer nada. Quien está con Dios tiene que estar sereno, cualquier cosa que pueda ocurrir. Más bien, tiene que asumir más responsabilidad, porque cuando se desencadenen los eventos será un faro de salvación para muchas almas que se encuentran en dificultad y en el poder de la desesperación. Porque quién se alimenta de la Verdad lleva la Luz al mundo.

Todavía tengo impresas en mi mente la frase que Giorgio nos dijo a los hermanos no hace mucho tiempo:

“VENDRÁN DÍAS EN QUE YA NO PODREMOS IR POR EL MUNDO HACIENDO LA OBRA, SINO QUE TENDREMOS QUE QUEDARNOS ENCERRADOS EN NUESTRAS ARCAS Y EN NUESTRAS CASAS, PORQUE LOS ACONTECIMIENTOS NO NOS LO PERMITIRÁN”.

Ahí está, llegaron. Este es uno de esos momentos. Y habrá otros.

Aquí se juega todo. La espiral de los acontecimientos crea un vórtice de energía que adquiere cada vez más potencia. O se está en el ojo del ciclón, o eres arrojado fuera literalmente. En estos momentos, indudablemente duros y de prueba para todos, la salvación dependerá de mantener firmes las manos sobre el arado, no soltar nunca las manos, ni siquiera por un instante, ni siquiera en broma, porque el diablo se esconde en los detalles, y serán justo los detalles los que marcarán la diferencia. La tarea es ardua, pero nos han sido dadas las enseñanzas para superarlo en todos las formas, en todos los idiomas, en todas las épocas. Depende de nosotros demostrar si hemos sido dignos o no.

¡Por lo tanto, no nos desanimemos! Tenemos a nuestro lado a Seres con una mente volumétrica y con un corazón puro que nos conducirán paso paso hacia el camino de la salvación, tenemos a los Hijos del Sol portadores de justicia universal que no permitirán a nadie que impidan nuestra misión, tenemos todavía al Cáliz de la Comunión Cristica entre nosotros, que nunca renunciará a lavar nuestros pecados y perfumar nuestro espíritu con la sangre sagrada de los estigmas. Tenemos a Jesús Cristo, silente y operante sobre la Tierra, que nos visita y nos consuela cada vez que lo necesitamos, animándonos a llevar Paz, Justicia y Verdad por el mundo, para anunciar el feliz evento cósmico que establecerá el fin del país de los jueguetes sobre la Tierra, y permitirá la metamorfosis de los títeres terrenales, o hacia los nuevos Lucignolo con orejas de burro, o bien hacia el Homo Novus, renovado y forjado por verdadera carne, verdadera alma y auténtico espíritu.

En fe,
Luigi Benedetti
Arca Poimandres Gubbio
02.04.2020

- 18-01-11 La Segunda Venida de Cristo
http://www.thebongiovannifamily.com/mensajes-2011/3100-la-segunda-venida-de-cristo.html

- 10-07-11 La ira de Dios contra sus enemigos
http://www.thebongiovannifamily.com/mensajes-2011/3759-la-ira-de-dios-contra-sus-enemigos-parte-ii.html

Mensajes adjuntos en el interior:

- 25-03-20 30 Años: Hechos de un cronista