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dalcieloallaterra

 

HE ESCRITO EL 20 DE ENERO 2009:

¡LEED!
¡ENTONCES! ¿TENEIS TODAVIA EL CORAJE DE ACUSARNOS DE CATASTROFISMO?
ESTAMOS EN EL PUNTO DE NO RETORNO.
CUANDO EN UNA SOCIEDAD LOS PARVULITOS DE LA VIDA, LOS JOVENES, LOS QUE DEBERIAN SER LA PRIMAVERA DEL MUNDO Y LA CERTEZA DE UNA CIVILIZACION MEJOR SE REHUSAN A VIVIR Y SE AUTODESTRUYEN CON LA DROGA, QUIERE DECIR QUE LOS ADULTOS DE ESA MISMA CIVILIZACION HAN FRACASADO. ENTONCES, ESTOS ADULTOS, PADRES, GUIAS, GOBIERNOS, RELIGIONES, POTENTES, ETC. ETC. LA PAGARAN CARA FRENTE A DIOS Y FRENTE A LOS HOMBRES. AQUELLOS QUE RECONSTRUIRAN DE LAS CENIZAS UNA SOCIEDAD JUSTA Y PACIFICA, DONDE A TODOS SE LES DARA LO NECESARIO Y LO SUPERFLUO A NADIE.

GIORGIO BONGIOVANNI
SANT’ELPIDIO A MARE (ITALIA)

 

LOS JOVENES Y LA DROGA

Un “tiro” de coca en el espejo del scooter.
La droga después de la escuela.
Los consumidores de “polvo” son cada vez más jóvenes, en Italia, uno de cada cinco tiene menos de 15 años.
El consumo “A menudo en vez de inspirarla la fumamos cristalizada en el amoníaco, así entra en circulación en treinta segundos”.
Firma: Fabio Poletti – Milán

La inspiran sobre los espejos de los scooters o sobre las cajas de los cd en las tardes de aburrimiento después de la escuela. La “pegan” de nariz y la fuman. La llaman coke, bamba, nieve, copo, soplo pero al final es la cocaína de siempre. La que está corriendo en el mercado. La que termina por quemar los cerebros de los adolescentes, de los menores de edad de esta generación que no se detiene ante nada. En Segrate, a las puertas de Milán, en una «rave party» que duró toda la noche hace unos meses, lo habían escrito en un cartel como en el supermercado: «Una dosis de cocaína 30 euros. Cinco gramos de ketamina 20 euros». La ketamina es un analgésico para caballos. La otra moda de estos adolescentes es que prueban de todo, se hacen de todo, no se paran delante de nada. “El cocainómano está menos marginado que otros toxicodependientes, por lo cual son dificiles de interceptar”, declara Achille Saletti, presidente de la Comunidad Saman. “El cocainómano que va de los 15 a los 25 años es el joven que quiere probar de todo y para seguir la moda prueba también la cocaína. Son jovencísimos que tienen relaciones sociales normales. Una familia, la vida de pareja, la escuela o el trabajo. No están marginados de la sociedad”; Serena Carraro, asistente en el centro diurno de Via Pogatschinig de Milán, dirigido por la Comunidad Nuova de Don Gino Rigodi, da una imagen de los consumidores de última generación.
Los datos se parecen a los de una epidemia. En Italia hay por lo menos 2 millones de consumidores, una tercera parte son habituales. Entre los jóvenes y jovencísimos la difusión está aumentando. Según la Sociedad de Medicina de la Adolescencia uno de cada cinco entre los 15 y los 23 años ha probado por lo menos una vez, el 5% de los menores de edad la usa habitualmente, el 29% de los estudiantes sabe donde encontrarla. Lo que favorece el aumento de la difusión es el costo relativamente bajo de la coca. La de la calle que se corta con aspirina, stricnina, yeso, marmol e incluso revoque cuesta 30 euros cada dosis, medio gramo e incluso menos, poco más de un “tiro”.
La mejor cuesta 100 euros el gramo. “Si la fumas después de haberla cristalizado en un baño de amoníaco, en 30 segundos está en circulación. Si la inspiras toma un poco más de tiempo. A veces los traficantes promueven la heroína. Cuesta menos. Nadie se hace el agujero. Se inspira como la coca”, cuentan los expertos de este circuito de consumidores que prueban de todo y más. Donde la cocaína sola ya no la toma nadie. En Milán, entre los 14 y los 19 años, los consumidores de alcohol y de cocaína juntos son más de 16.000. Están aumentando las patologías cardíacas.
«Hemos tenido un caso de un hombre que había empezado a los doce años. Piensan que tienen todo bajo control. Antes de venir donde nosotros tienen que chocar contra un episodio desencadenante. La paranoia que viene del abuso. El accidente de coche o con la moto. La familia que se da cuenta de que el dinero desaparece de casa, del comportamiento que induce a las primeras sospechas”, La Comunidad Nuova habla de este mar de cocaína que se encuentra incluso en los ríos. La han encontrado en el Arno en Florencia, en el Po en Turín, en los depuradores de agua en Milán y en los billetes de dinero. Rastros de cocaína también en el aire: 0,1 nanogramos por metro cúbico en los alrededores de la Universidad de la Sapienza de Roma; 0,02 gramos cerca de una escuela de Monte Libretti a 30 km de Roma, donde tiene sede el Instituto atmosférico del Cnr.
«Todos la quieren. Todos la encuentran. El que la compra gasta todo el dinero que tiene. Hay quien se convierte en un pequeño traficante y se enaltece con los amigos. Y quien se pone a robar los celulares de los compañeros de la escuela”, explican los expertos de este fenómeno difundido que empieza a involucrar también médicos, oficiales de sanidad. Maurizio Marzegalli, médico en el hospital San Carlo de Milán asegura que las patologías están aumentando entre los menores de edad: “Tenemos casos de psicosis aguda y de cardiopatías ». Ricardo Gatti de la Asl de Milán hace un cuadro previsible : «A este ritmo en el 2010 la cantidad de los consumidores entre los adolescentes pudiera aumentar en un 40% ». Cada año en la prefectura son individualizadas 1.500 personas. El proyecto de la intendente de Milán Letizia Moratti que prevee encaminar a los centros de asistencia a los jóvenes consumidores todavía no está en vigor. Pero los adolescentes agachados sobre los espejos de sus motos para inspirar el «golpe» compiten entre ellos para terminar en Youtube.

La Stampa 20 de enero 2009.