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sonianueva100HE ESCRITO EL 28 DE SEPTIEMBRE 2011:
LA ALEGRIA DE TU ESPIRITU TE CONDUCIRA HACIA LA META.
AUSILIA, QUE TU SEAS BENDECIDA EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPIRITU SANTO.
EN LA ESPERA DE SU VENIDA TE BESO EN EL ESPIRITU.

TUYO EN CRISTO NIBIRU–ARAT-RA

Sant’Elpidio a Mare (Italia)
28 de septiembre 2011

A MI MADRE MARIA AUSILIA ...
EN AGRADECIMIENTO A TODOS VOSOTROS
Por Sonia Alea

Queridos hermanos, hermanas y amigos todos, luego de 12 meses de gran sufrimiento aquella que me ha dado la vida en esta tierra, mi madre, nos ha dejado para volar a la casa del Padre. Un año de padecimiento a causa de un mal que día a día fue destruyendo su cuerpo físico. Una mujer, una madre especial, la mía y nuestra mamá que supo transformar su sufrimiento en continuas expresiones de amor, de comunión, de ejemplo y de bendición. En el día del aniversario de la muerte del Padre Pio, el 23 de Septiembre, el Señor la llamó para estar con Él y con Sus Ángeles,  yo, mis hermanos y mi familia física y espiritual guardamos celosamente el recuerdo de un ser realmente especial que supo enseñarnos tanto. Felices de que su espíritu por fin esté libre de un cuerpo que la tenía prisionera y de que pueda haber alcanzado en el Cielo a sus afectos y a sus amados hermanos en el espíritu... Anna, Liliana, Ricardo, Erika, Lores, Antonio, Nicolás, Alicia, Marcello, ... para ayudarnos desde allá arriba con mayor intensidad a llevar adelante la misión de Cristo en espera de Su manifestación en el mundo.
Deseo haceros partícipes de sus palabras en los últimos días de su vida, exactamente dos días antes y el último día antes de perder la conciencia, mientras junto a ella hemos acompañado su anhelo de vida hasta el último difícil pero liberador respiro que nos devolvió un cuerpo vacío y mientras el soplo de su vida subía hacia el Cielo. Una experiencia profunda que marcará para siempre el mío y nuestros espíritus.

ausilia1

SÁBADO 17 DE SEPTIEMBRE
MAMÁ HABLA...
El amor de Cristo está en cada uno de nosotros y de vosotros. El amor que mueve montañas y vosotros sois un ejército de montañas.
¡Cuán grande es Jesús! 
Pienso en las palabras de Madre Teresa de Calcuta, ella si que es una santa que ha llevado a la práctica todas las enseñanzas. Hay cosas que me unen...
Qué hermoso....
Seguramente, tener todavía la fuerza de sonreír en el sufrimiento es una gracia. Es una gracia muy grande la que Jesús me ha dado. Pero también soy débil, soy un ser humano y a veces ocurre que también yo me desaliento. Pero no tanto desaliento, es que a veces querría que todo terminara velozmente, pero es un pecado de presunción, quién me creo que soy para decidir, para pretender… que Jesús me deje hasta que Él sepa que es el momento aunque sé que no es fácil el sufrimiento pero trataré de soportar todo con vuestra ayuda.
Yo estoy con vosotros y vosotros siempre estáis conmigo con Jesús adelante. Él sabe. 
Ha sufrido tanto, qué quieres que sea para mí sufrir un poquito más de lo que habría podido imaginar. Muchas veces le dije: '¿Abrázame en tu cruz'. ¿Y entonces?
La cruz no es fácil pero si puedo quitar una espina y ayudarlo en este sufrimiento…
Siempre se lo he dicho... 
Claro que con vuestra ayuda por que sola no puedo ¿que haría sola? Nada.
Él me puso entre vosotros y Él sabe porqué, evidentemente porque tenéis que levantar la cruz, no la mía sino la Suya, todos juntos.
La cruz de Cristo es pesada, pero sabes, un poco cada uno logramos levantarla un poco, quitar un poco de ese peso.
¡Cuántas personas te quieren, Jesús!
Mientras lo hacéis conmigo lo estáis haciendo a Él quizás no os dais cuenta de ello pero es así Mariela, es así  con la ayuda que me estáis dando estáis cargando Su Cruz.
¡O Jesús cuánto te amo! 
¡Y cuánto hizo la Madre por Él desesperada!
Cuando pienso en Jesús Lo pienso de este modo, Lo pienso así. Es el amor encarnado. 
¡Oh Jesús mío! Ayuda a todos los hermanos que te aman tanto. Hacen todo para ayudarte, esta obra maravillosa, oh Jesús dales la fuerza para seguir adelante en estos días oscuros, sé siempre la Luz, el faro para poder seguir adelante.
Mariela cuánto te quiero, ni siquiera puedes imaginarlo, sois mi vida.
Imaginaos cuánto os ama Jesús.
Os pido disculpas si hablo así, Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Mariela no te escapes cuando vienes a verme, porque siempre te escondes. Eres demasiado humilde, quieres esconder las perlas que tienes en tu espíritu, no es necesario porque igual iluminan lo mismo, aunque intentes  esconderlas. 
O Jesús...
¿Marielina me das un beso? Te quiero mucho. 
A todos vosotros porque aunque estoy hablándole a Mariela en el corazón estáis todos juntos.
Silvia tú también te escapas de vez en cuando, no tenéis que escaparos, tenéis que estar cerca de mi porque es ésto lo que Cristo quiere en este momento, pero yo sé por qué lo hace, no seas tímida como Mariela, lo se que me quieres y que me haces todo y que para ti nunca es suficiente lo que haces, pero yo me conformo, haces más de lo que tienes que hacer. Piero no la dejes, mantente cerca de ella, porque ella necesita un hombro, un hombro fuerte como el tuyo.

¿Sonia a ti qué puedo decirte que estás en medio de la cruz, que estás allí, que lo ves sangrar, qué tengo que decirte? Tú has abrazado la cruz desde hace tiempo, ya desde antes de venir aquí, a Jesús y a la Virgen, le has dado la vida a un hombre que está con Cristo, estás dando la vida por Cristo. Señor yo no puedo estar más que feliz de saber que soy consciente de lo que estáis haciendo. No es fácil, no es fácil, tú estás ya viviendo la cruz desde hace mucho tiempo en tu casa, la mia es algo que se ha sumado a la que ya tienes.
A mí Giorgio me ha ayudado mucho en muchas situaciones, me ha hecho comprender muchas cosas y si hoy vivo esta serenidad se lo debo principalmente a él, que me deja una serenidad cada vez que me abraza y cada vez que pienso en él y que él piensa en mí.

Betti tú eres mi amiga del corazón con la que teníamos que ir a vivir juntas en el momento de la jubilación, nos lo dijimos tantas veces. Igual, Betti tú sabes que la muerte no existe, te vendré a ver. Todo lo que estás haciéndome a mi, se lo estás haciendo a Cristo.

Tenemos que amarnos los unos a los otros. No es mucho lo que nos piden. Cristo no nos pide mucho, qué nos cuesta, nos pide el Amor, no nos cuesta nada. Mis amigos, mis hijos, todos me aman, qué más quiero de la vida, es por ello que no me quejo, soy débil ésto es cierto. Dino, sabes que te amo. A parte de que soy tu mamá. Amar no cuesta nada, es lo más fácil. El respeto entre las personas. Cada uno con su camino, con su recorrido. Igualmente tarde o temprano los caminos se cruzan.

Es alguien que está dentro mío el que habla, quizás no sea yo la sabia, sino alguien que me sugiere, que me ayuda, todo lo que digo me sale del espíritu a pesar de que digo muchas cosas con la boca.
 
Somos afortunados, besados por esta luz.”

DOMINGO 18 DE SEPTIEMBRE DÍA DE SALUDOS, muchos hermanos han venido a casa para saludarla, aparte de su profundo pensamiento por cada uno de ellos en cierto momento dice: “Cuando Ellos me llamen yo estoy lista. Soy un soldado” luego, en silencio, siempre con los ojos cerrados tal como los tenía en los últimos días dice mirando más allá de lo visible: “¡Qué hermoso!” y continua: “Pina ¡si supieras lo que estoy pensando!” ¿Qué estás pensando? Le preguntamos nosotros. Y ella responde: “En la alegría de cuando sea llamada. En la alegría que tendré. Le diré: “Señor, estoy lista”.
El domingo por la noche perdimos el contacto consciente con ella. Otros 5 días de pasión y el viernes por la tarde a las 17:27 horas voló.

GIORGIO HABLA CON ELLA A TRAVÉS DEL ALTA VOZ DEL TELÉFONO EL DÍA ANTES DE SU PARTIDA. MAMÁ PARECÍA ESCUCHAR ESAS PALABRAS, YO SENTÍA QUE ESTABA EMOCIONADA, Y VEÍA QUE SUS PÁRPADOS SE MOVÍAN VELOZMENTE.
“Ausilia, yo sé que me escuchas, pero quería decirte gracias por haber dado la vida a tus hijos, gracias por haber dado la vida a quien que me acompaña. Ausilia tu sufrimiento es cristico y a partir de hoy yo te llamaré madre. Dentro de poco tu cruz llegará a su fin. Por ahora a nosotros no nos será permitido ir hacia donde tu estés pero ayúdanos desde allí arriba, ruega por nosotros y resérvanos un lugar en la casa del Padre… donde las mariposas vuelan ligeras y la respiración es el soplo de la vida…
tu hijo...”

CARTA DEDICADA A NUESTRA MADRE DURANTE LA BELLISIMA, PROFUNDA Y EMOCIONANTE CEREMONIA CELEBRADA POR EL QUERIDO DON FRANCO MONTERUBBIANESI, UN VERDADERO SACERDOTE DE CRISTO.

“Querida mamá, cómo podemos no agradecerte por habernos dado la vida, por haber sido el faro de nuestras vidas, por haber sufrido y sonreído con nosotros y por nosotros.
Tú, mujer y madre, hermana y amiga, ejemplo de entrega y devoción a la misión que has abrazado por Cristo y en Cristo a los pies de Su Santa Cruz.
Te respiramos mamá porque tú vives y siempre vivirás dentro de nosotros conscientes de que la vida es eterna y que desde allá arriba velarás nuestro camino.

Sabemos que el Hermano Viento nos entregará el recuerdo de tu frescura...
La Hermana Lluvia el recuerdo de tu pureza... 
Los rayos del Padre Sol el recuerdo de tu sonrisa y de tu chispeante y enérgica vitalidad.

Has sido un ejemplo para nosotros mamá, un gran ejemplo. Ejemplo de amor, de altruismo, de devoción, de paz, de valor y de sacrificio.
Un ejemplo en saber aceptar con gran amor y aristocracia el sufrimiento que has sabido abrazar y transformar en enseñanza y bendición.

Tú, hija de la Madre Tierra, expresión del amor sublime de la Virgen Maria tuya y nuestra, te has ido de la misma forma que has venido, mamá, libre y ligera, feliz de haber servido al Hijo del hombre y de haber amado a tus hermanos en la comunión de los espíritus, consciente y lista para encontrarte a Ti, Señor del Cielo y de la Tierra, Jesucristo que, estamos seguros, la recibirás entre Tus brazos.
Tus hijos, tus nietos, toda tu familia, nuestro amado Giorgio y todos tus hermanos en Cristo.”

Con esta pequeña crónica en recuerdo de mi mamá deseo dar las gracias a Giorgio por su irreemplazable ejemplo de vida, por sus enseñanzas y por la conciencia, valor impagable, que nos ha transmitido en todos estos años, y por la sagrada serenidad que supo transmitirle a mi dulce mamá hasta el último día. A mi amada hermana Silvia por haber acompañado a nuestra mamá, recorriendo junto a ella el calvario de este largo y difícil año supliendo mi ausencia con todo su amor y su gran dedicación que una mamá sólo puede desear de una hija. Agradezco a mis tres hermanos Matteo, Raimondo, Dino, a mi padre y a Piero compañero de vida de mi hermana por la ayuda amorosa y el sostén del peso de la cruz que han sabido regalarle en los últimos meses. A mis tíos por su consuelo en los últimos días. A todas mis preciosas hermanas del arca de Sant'Elpidio a Mare por haber dedicado su tiempo y su amor levantando el peso de su sufrimiento, en especial la querida Betti. Y a todos los que han vivido junto a ella. Agradezco también a todos vosotros hermanos, hermanas y amigos de Sudamérica, de España y de Italia por vuestros mensajes de condolencias, de cariño y de amor en un momento tan difícil, que llegaron directos a mi corazón y al nuestro. Conscientes de que un día tan esperado por todos nosotros volveremos a encontrarnos todos, el día de la Llegada del Señor.
Gracias, realmente gracias a todos.
Desde lo profundo del corazón y con profunda devoción
Sonia Alea
En nombre de mis hermanos y de toda la familia