Por Jean Georges Almendras
Parafraseando a Erika País, diríamos en igual sentido, y con ella, de un escrito reciente: “Campanillas de colores están sonando en el espacio para provocar que las sigamos, el perfume de la Vida nos embriaga y tomamos el vuelo que nos lleva a cualquier parte, porque en cualquier parte Él está. Somos obreros del camino, forjadores de historias, soldados de Cristo y nuestras armas son el conocimiento cabal de la eternidad, el sentido de la Justicia y el Amor por la creación. El Verbo es nuestra pólvora, que cuando dispara impregna el aire de su fuerte aroma. El sacrificio es la consigna, no salir ilesos es la meta, no preservar nuestra existencia humana bajo todas sus formas materiales es el camino, no permanecer de rodillas es imprescindible, estar unidos y continuar la batalla aún cuando parece perdida es un honor, renunciar a todo y abrazar la eternidad es el fruto de vivir la filosofía cósmica, Su Manifestación al mundo, y Su Justicia es Evolución infinita y Única. Seguirlo es ser Él, Adorarlo es imitarlo, Amarlo es realizarlo”
Con nuestras miserias humanas, con nuestros lastres, con nuestras limitaciones, con nuestras riquezas materiales, con nuestro confort diario, con nuestras necesidades económicas, con nuestros valores cultivados en la infancia, con nuestra cultura y con nuestra incultura, con nuestros títulos universitarios, con nuestro títulos de vida, con nuestro pasado licencioso, con nuestro pasado turbulento, con nuestro pasado confortable, con nuestras soledades, con nuestras desesperaciones, con nuestros proyectos , con nuestras utopías, con nuestras frustraciones, con nuestros éxitos profesionales, con nuestros problemas laborales, con nuestra salud endeble, con nuestra salud entera, con nuestras estabilidades emocionales y con nuestros conflictos y confusiones: estamos en una Obra reveladora. Sutilmente reveladora. Sutilmente impactante. Plena de sabiduría . Literalmente Crística.
Desde el instante que Él vibró en nuestra alma –sin importar las cronologías, ni los lugares y mucho menos las circunstancias domésticas o vivenciales de ese instante (que literalmente no fue una casualidad) - el desafío está planteado. Y ese reto añejo con atuendos de siglo XXI, oscilando entre la materia y la verdad, se traduce en la forma de masticar el conocimiento al que nos vemos obligados a adquirir y “amar” con toda nuestra energía posible. Un conocimiento iniciático a nuestra disposición para digerirlo sin importar culturas, sin importar riquezas y mucho menos pobrezas. Pero siempre procurando no perder el rumbo. El rumbo de esos obreros pertrechados con ese conocimiento al alcance de todos y al mismo tiempo potencialmente distante.
Los llamados de hoy (que fueron los mismo de ayer), siguiendo al Maestro -como hace dos mil años- se deben enfrentar a los obstáculos del mundo moderno y a las trampas de la dialéctica ideológica, sorteando aventureras y aventureros llenos de rezos, colores bellos y egocentrismos amorfos. Sorteando aventureros y aventureras que no conocen de manos en el barro ni de los lodazales de la condición humana. Que no conocen de sacrificar la Materia para trabajar por y en la Verdad.
En diferentes momentos históricos, en diferentes circunstancias y en diferentes zonas del planeta, fueron y son muchos los hombres y mujeres que transitaron (y siguen transitando) por ese sendero para “seguirlo a Él” y “ser Él”: la indígena lenca Berta Cáceres, asesinada en Honduras por el poder; el activista y luchador social “Chico” Méndez, asesinado por la mafia del caucho en el Brasil; el luchador social y guerrillero Ernesto “Che” Guevara, asesinado por el imperio norteamericano en Bolivia; el sacerdote y guerrillero Camilo Torres; el activista de los derechos civiles Martin Luther King, asesinado en los Estados Unidos; el sacerdote Tercer Mundista Carlos Mugica, asesinado por la triple AAA, en la Argentina; las monjas y los sacerdotes Tercer Mundistas asesinados por la dictadura Argentina; el presidente Salvador Allende, asesinado por la dictadura pinochetista, en Chile; los sacerdotes que públicamente se opusieron al narcotráfico y que por esa enérgica denuncia fueron asesinados en Argentina y en México; los periodistas asesinados por denunciar al crimen organizado, en México, Brasil, Paraguay, Argentina y Centro América; Monseñor Oscar Romero, asesinado en El Salvador; el Obispo Enrique Angelelli, asesinado en la Argentina; El Obispo del Estado de Recife, Brasil, Elder Cámara, un emblema de la lucha en favor de los desposeídos de su comunidad y en contra de la dictadura de su país; Vittorio Arrigoni, activista y luchador por la causa palestina, asesinado en circunstancias dudosas en el Medio Oriente; Peppino Impastato, periodista asesinado por la mafia , en Italia; Carlo Alberto Dalla Chiesa, General de Carabinieri, asesinado por la mafia en Italia; sacerdote Pino Pugliesse, asesinado por la mafia, en Italia; sacerdote Luici Cioti, activista social que lleva adelante una férrea lucha contra la mafia y que está amenazado por Cosa Nostra, en Palermo, Italia; Nino Di Matteo, Fiscal de Palermo que está amenazado de muerte por Cosa Nostra, por investigar la tratativa Estado Mafia; Jueces del pool antimafia Rocco Chinicci, Giovanni Falcone y Paolo Borsellino asesinados por la mafia, en Palermo, Italia; Jueces, fiscales y periodistas italianos y extranjeros que hoy luchan en contra de la mafia en Italia; periodista Pablo Medina, asesinado por la mafia del narcotráfico en el Paraguay; periodistas que fueron asesinados por grupos mafiosos en el Paraguay, por denunciar maniobras de la narco política; legisladores uruguayos Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz asesinados en Buenos Aires por las dictaduras argentina y uruguaya; Eduardo Galeano, periodista y escritor uruguayo cuyos libros y reflexiones despertaron la conciencia humana sobre el saqueo de América Latina por parte de los poderosos imperios de ayer y de hoy ; Madre Teresa de Calcuta, cuya Obra de asistencia de desamparados y moribundos en la India sensibilizó a creyentes y ateos.
¿Nuestro camino iniciático solo lo comprenderemos desde el alma y desde nuestro interior?¿Desde el conocimiento’ ¿Desde las acciones a favor de la vida? ¿Desde los compromisos operativos? ¿Desde la meta “por no salir ilesos”? ¿Desde una entrega sin demagogia? ¿Desde una entrega sin razonamientos y sin especulaciones? ¿Desde una entrega sin soberbias? Es lo más probable que solo así podamos comprender y transitar por nuestro camino iniciático preparando su retorno. Es lo más probable.
Georges Almendras7 de Enero 2017