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CristoebimboVIAJE ONIRICO DE UN NIÑO AL MAS ALLA
Por Una maestra que toma lecciones de sus alumnos
(como un alumno puede transformarse en Maestro)
Apenas entro en clase quedo sorprendida y encantada por el relato que uno de los alumnos está haciendo al resto de la clase del sueño que tuvo la noche anterior:
“Me encuentro frente a dos portones, uno grande y uno pequeño, golpeo en el más grande y me abre un angelito que me dice que pase”.
No se le veía muy bien la cara... era entre pálido y luminoso. No sabía que hacer y decidí seguirlo. Por el portón entro en una casa con un gran jardín con animales, flores, plantas... era todo natural, no habían rastros de cosas artificiales.
En el jardín habían muchas personas que revoloteaban porque no había fuerza de gravedad.
En la casa había muchas habitaciones y vi santas y santos rezando, no tenían rostro, eran pálidos y luminosos; las santas se diferenciaban porque en la cabeza tenían un velo, los santos eran completamente blancos, incluso los zapatos.
Cantaban, bailaban, había chicos que escuchaban. Eran chicos que tal vez habían tenido una vida breve y a ellos si les veía la cara.
Me doy cuenta que este lugar es el Paraíso.
El angelito me sigue guiando y llego a la sala principal de la casa.
Un sirviente me abre y dice que pase y que vaya hacia la derecha porque hay algo que ya conozco, que ya se.
Voy hacia la derecha y encuentro a un joven de alrededor de 30 años, vestido completamente de blanco, con el cabello castaño y algo en los ojos que no recuerdo y toca una guitarra.
Le pregunto: '¿Quién eres?' Y el joven responde que yo ya sabía quién era él.
Trato de recordar sin lograrlo e insisto nuevamente en que me diga quién es.
Para ayudarme a recordar me dice: 'Soy el Padre del Salvador'. Por esto entendí que era Dios.
El ambiente en el que me encuentro es todo blanco, incluso el piso, es como si estuviera hecho de nubes.
De improviso se mueve todo, como en un terremoto, el piso se quiebra, me caigo y allí comienza la parte del infierno. El angelito me sigue tirándose en este remolino y llego a una habitación oscura con luces rojas, estaba lleno de hienas por todos lados. Luego descubro, porque me lo dijo el angelito, que estas hienas eran personas que se habían transformado por haber cometido malas acciones en su vida. Había hienas por todos lados pero el maligno no estaba. Las hienas eran oscuras, tenebrosas y yo tenía miedo, se me acercaban y pensé que querían atacarme.
En un momento llega el maligno que no es como nosotros creemos... pero es... lo contrario de la luz divina... completamente negra, una fuerza espantosa, a pesar de no ser como la de Dios, pero si  muy, muy poderosa.
Y decía: 'Atacad, atacad... derramad sangre, saquead...' y todo tipo de cosas feas. Entonces las hienas entienden lo que tienen que hacer, se me tiran encima y una de ellas me ataca en la pierna, pero por suerte ahora no tengo nada.
En ese momento interviene una figura femenina, no estoy seguro, pero creo que sea Ella, la Madre Celeste. Llega desde arriba, es decir, del Paraíso, y empieza a irradiar luz constantemente, quizás para alejar al maligno.
Pero su luz no es suficiente y entonces hace un rito, no se qué es lo que dice, repite muchas palabras en un idioma que no conozco, la luz se vuelve más potente pero aún no alcanza para derrotar al maligno.
Entonces llega el joven vestido de blanco con la guitarra, toca las cuerdas y una luz muy potente echa al maligno y a las hienas.
Cuanto más tocaba la guitarra más se expandía la luz y el maligno quedaba como una pequeña bolita con respecto a esa luz.
A esa altura el angelito que me acompañaba me guía nuevamente hacia el Paraíso.
Había muchos difuntos que me saludaban, no entiendo porqué, siendo que yo no los conocía, no entendía qué es lo que querían de mi.
Luego salí por el portón y me desperté.


Una maestra que toma lecciones de sus alumnos.       
7 de Mayo de 2011                          

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