Esta página web utiliza cookies de carácter técnico propios y de terceros, para mejorar la navegación de los usuarios y para recoger información sobre el uso de la misma. Para conocer los detalles o para desactivar las cookies, puedes consultar nuestra cookie policy. Cerrando este banner, deslizando esta página o haciendo clic sobre cualquier link de la página, estarás aceptando el uso de las cookies.

dvd_virgen_01CRONICA DE ZARATE
Por Ale Maceiras
El día 4 de febrero del 2011,  partimos Juan Alberto, Carmen y yo, hacia la ciudad de Zárate, donde nos esperaban  nuestros queridos hermanos de Campana, Agustín, Paola, Damián, Marielita, Magui y su esposo Agus que no estaba presente físicamente por razones laborales, pero que había trabajado mucho para la realización del evento.
Era un hermosa tarde y nosotros estábamos muy entusiasmados ya que Zàrate se presentaba como un desafío nuevo para estos jóvenes soldados del Cristo, que luchan día a día para desplegar las alas de la Verdad y volar cuanto sea posible para que la “Voz que grita en el desierto” llegue a la mayor cantidad de almas en cualquier lugar… Donde sea posible, donde haya un ser sediento de Justicia, de Amor, de Paz…
Poco antes de llegar a destino un llamado telefónico cambió nuestra alegría por una profunda tristeza. Un ángel de diez añitos muy querido por nosotros, había partido hacia el Padre, luego de muchos sufrimientos padecidos por èl y por su familia. Este hecho inesperado apagó por un instante nuestro entusiasmo, el silencio pareció eterno y de pronto nos encontramos unidos en una oración silenciosa, casi imperceptible.
Poco a poco nos fuimos recuperando gracias a la certeza que tenemos de que la muerte no existe, de que somos seres eternos y que este hecho de partir es un “regreso a casa”, un retorno, un amanecer, una esperanza.
Como a las diecinueve horas llegamos a destino. Todo estaba preparado con el Amor, la disponibilidad y las expectativas de siempre. Poco a poco las personas fueron llegando y a la brevedad el lugar estaba colmado. Ciento cincuenta almas esperaban ansiosas ver el DVD de la Virgen.  Como a las 20, 30 hs. Agustín hizo una breve reseña sobre la Asociación  del Cielo a la Tierra, informó a los presentes sobre los programas radiales y televisivos en los cuales se divulga el Mensaje de nuestro amado Giorgio y le dio la palabra a Juan Alberto quién luego de presentarse, comenzó a explicar quien es Giorgio Bongiovanni y cual es su Misión en esta Obra Crística.
Comenzó el video y como siempre ocurre en estas presentaciones, el silencio embriagaba el lugar y la Madre comienza a hablar… A medida que las imágenes aparecen, la vibración del lugar aumenta y se expande.
Pasan los minutos y la película llega a su fin. Las personas se levantan de sus asientos profundamente conmovidas, muchas no atinan a hablar siquiera, algunos mueven sus cabezas y no las levantan, como quien acaba de descubrir la inmensidad que nos hace darnos cuenta de lo pequeños que somos. La Verdad toca cada una de estas conciencias presentes, primero las golpea, pero inmediatamente las hace libres y esta Libertad les da la fuerza para que algunos pregunten mas y otros vuelvan a sus hogares con la decisión de no callar, con la decisión de no permitir nunca más el ocultamiento y la mentira. Esta conducta en las personas que acaban de ver el video es reiterada en todas las presentaciones del mismo, en todas las ciudades donde se lo mostró y es también reiterado nuestro ruego al Padre, para que este fuego que se acaba de encender en cada uno de los presentes, crezca y  que la realidad cotidiana no termine apagándolo, todo lo contrario, que la chispa divina que hay en el, lo preserve de la maldad, del silencio de los poderosos, de la tibieza de aquellos que saben pero no hacen nada.
Luego, una vez terminado el evento,  fuimos a cenar todos los hermanos, con la felicidad y la satisfacción que sentimos cuando estamos juntos en el alma, juntos en el camino… Cuando el JUNTOS, significa tener las manos en el arado.
Gracias Maestro Jesús, gracias amado Giorgio por esta posibilidad.

Ale Maceiras
04 de Febrero de 2011