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valediblasiLOS IDEALES SON MAS GRANDES QUE NUESTRAS MISERIAS
La sala de reuniones está lista. Los hermanos de Palermo están preparando las últimas cosas, mientras todos los demás aprovechamos para saludarnos, abrazarnos, esperando juntos la llegada de Giorgio.
Nos sentamos y Giorgio da comienzo a la reunión: “Antes de entrar en el tema de nuestra reunión, quisiera que dedicásemos este encuentro simbólicamente con la Señal de la Cruz, en el nombre de Jesucristo y con un momento de recogimiento, a Giovanni Falcone, a su esposa y a los jóvenes de su escolta que se han sacrificado por todos nosotros, indignos, que han dado su vida por la Justicia y por la libertad”.
Hoy, 23 de mayo 2010, es el 18º aniversario del atentado de Capaci, donde perdieron la vida el juez Giovanni Falcone, su esposa Francesca Morvillo y los agentes de su escolta Vito Schifani, Rocco Dicillo y Antonio Montinari. Todos nos levantamos y rezamos el Padre Nuestro recordando el sacrificio de estos hombres justos.
“Hoy es el 23 de mayo. Algunos hermanos nuestros del Arca de Sant’Elpidio están presentes en el árbol de Falcone y nos representan a todos nosotros que estamos aquí, no es una casualidad que estemos todos reunidos en Palermo.
Hoy quisiera crear con todos vosotros, espero con todo mi ser y dentro de mis límites, obviamente, una unión de amor, de justicia, de fraternidad, porque todos somos llamados por Cristo a servirle. Yo no soy un sacerdote, por lo tanto no me abrogo ninguna autoridad eclesiástica, pero soy un mensajero de Dios, por lo tanto os pido, quien sienta de hacerlo, que os acerquéis uno a uno en silencio a tocar mis manos”.
Giorgio se quita los guantes blancos que cubren sus estigmas y yo percibo el intenso perfume que me embarga y me digo a mi misma: “El está aquí”.
Poco a poco nos ponemos en fila y nos acercamos a Giorgio. Para mí no es la primera vez, ya había tocado sus manos en Sant’Elpidio. Pero esta vez la sensación que he sentido ha sido distinta. La primera vez que Giorgio pidió a los que no habían tocado nunca los estigmas que se acercasen a él, recuerdo que tenía casi miedo, no sentía que me lo merecía, no me sentía digna.
En cambio, esta vez, aunque las piernas me temblaban y el corazón latía como loco, sentía que quería acercarme, era yo la que quería tocar de nuevo sus manos. Cuando volví a mi lugar, el corazón volvió a latir más fuerte aún y he sentido un calor inmenso en una parte de mi cuerpo. Sentía un ardor desde el cuello al estómago y la conmoción se había apoderado de mi ser.
“Cada uno de nosotros ha encontrado su guía. En mi caso y en el caso de algunos hermanos que están aquí presentes, hemos encontrado a Eugenio Siragusa que fue nuestro padre Espiritual y nos indicó el camino a seguir. Todos nosotros hemos comprendido que no hay que leer el Evangelio solo cuando pasamos momentos difíciles que es cuando pedimos ayuda a Jesucristo”.
Tenemos que leer el Evangelio sobre todo cuando somos felices, alegres, cuando dentro nuestro estalla el deseo de saber, de conocer y es en ese momento cuando tenemos que leer lo que el Señor nos enseña. Lo más importante para nosotros que queremos, deseamos servirle, lo primero que Jesús nos dice en el Evangelio es esto y con esto comenzamos nuestro encuentro de hoy. Con el último mensaje privado que he enviado aquí a Palermo a mis hermanos: “¡Amaros! ¡Amaros! ¡Amaros!”. Jesús nos dice que nos amemos como El nos ha amado; no hace más que repetirlo cuando les habla a sus apóstoles en el Evangelio: “¡Amaros! ¡Respetaros!”. Y cuando el mejor de los apóstoles como podía ser Juan, Pedro, Santiago, sobresalía (porque ellos eran los mejores y lo dice el Evangelio. ¡Incluso Juan era el predilecto!), cuando ellos se animaban a  preguntar más cosas a Jesús: “Señor, en tu reino yo quiero sentarme a tu lado”; ahí Jesús sabía que la naturaleza humana está tentada por la ambición, entonces llamaba la atención a sus apóstoles y decía: “El que quiera ser el mejor entre vosotros, que sea el siervo de todos. El que entre vosotros quiera ser mi representante (y nombró a Pedro como representante de todos nosotros) tiene que ser el siervo de todos, el más disponible, el que se tiene que sacrificar por todos”. Por lo tanto Jesús premiaba la ambición, pero la condicionaba. La condiciona porque Jesús es eterno, por lo tanto cometo un error cuando hablo en pasado, tengo que hablar en presente, Jesús “condiciona” la ambición. La habilidad, el talento del hermano mejor, del hermano que tiene que representar a los demás o del hermano que debe cumplir una misión, la condiciona a ser siervo de los demás. A estar disponible él antes que todos los demás, de lo contrario no podrá ser él el primero. Si nosotros hacemos nuestro este concepto, y tenemos que realizarlo queridos hermanos de todas las arcas del mundo, en particular en Sicilia que es mi tierra, nosotros debemos de ser uno el siervo del otro. Así que nosotros, que somos poca cosa, debemos ser conscientes de que somos individuos que se equivocan. Tener siempre presente que tenemos nuestros límites y por lo tanto estamos inducidos cotidianamente al error humano porque es nuestra naturaleza. Se pone en medio la arrogancia, el orgullo, la prepotencia, nuestra falta de humildad en reconocer que no somos capaces en ciertas cosas, que hemos fallado y que el otro es más hábil, pero no queremos admitirlo. Si somos conscientes de esto y valorizamos al mismo tiempo nuestro talento, nosotros podemos ser de verdad discípulos de Cristo. Si en cambio nosotros descuidamos la tolerancia, el amor y el respeto entre nosotros, no podemos ser discípulos de Cristo. ¿Y qué sucede? Que se te aparece Jesús y te dice: “¿Tú no puedes ser mi discípulo?” ¡Mejor que NO suceda!
En la vida Jesús te da señales que te hacen sufrir. Por ejemplo cuando alguien te traiciona, te abofetea, te escupe en la cara. Y pensáis que es un hermano traidor, un hermano que se está equivocando, que no lo merecéis. La verdad es que no habéis entendido nada. Es Jesús el que lo está haciendo a través de ese hermano, para ver si vosotros estáis en condiciones de seguirle. Cuando alguien me ha hecho daño y me ha sentado muy mal (porque he sido traicionado y cada uno de vosotros será traicionado en la vida por parte de alguien), he reflexionado y me he preguntado: “Señor, pero por qué me pasa esto?”. Después una voz dentro de mi me responde: “Soy yo el que lo ha hecho, ¿por qué tienes que tomártelas con ese hermano? Quizás él no se ha dado ni cuenta del porqué lo ha hecho. He sido Yo, para ver si eres capaz de llevar la Cruz. Porque querido Giorgio –me dice Jesús- si no eres capaz de llevar la cruz, no puedes seguirme”. Entonces he comprendido y he perdonado al hermano, aunque él ahora me odia. Espero que se arrepienta. Si no se arrepintiera paciencia, pero no dejo el camino, no me echo atrás, no renuncio. Esto es lo que tenemos que hacer, porque todos somos pecadores y cometemos errores, cuando entre nosotros hay desarmonía, incomprensión, tenemos que tener presente que es una prueba para ver si somos capaces de seguir a Cristo.
Hermanos míos, Jesús impone. No ofrece, impone. Ofrece la Verdad y la puedes rechazar, pero si tu aceptas seguir la Verdad impone a cada uno de nosotros su mismo camino, la crucifixión, es decir el sufrimiento. Nuestro camino de testimonio de la Verdad no será nunca un camino donde tendremos gloria, aplausos, gente que nos alaba. Aunque puede suceder: a mí me está sucediendo en las conferencias que hago y empiezo a tener miedo. ¿Pero cómo? La gente tendría que perseguirme. Entonces el Señor me dice: “Esa gente te la mando yo porque se ha despertado”. Pero de todas formas hay que estar siempre dispuestos a llevar la cruz.
El día en que la gente que escucha mis conferencias empiece a insultarme, vosotros no le veréis a Giorgio que dirá: “¡Basta! Vosotros no sois dignos”, y me voy para casa. Giorgio dirá: “Hermano, te estás equivocando. ¿Por qué me insultas? Yo te demuestro que te digo la verdad.”
Está descontado que puede ser que la gente no te entienda, que se ría de ti en la cara. Si no estamos unidos entre nosotros, no podremos afrontar nunca los peligros de la vida, las pruebas.
Yo a la edad de 15-16 años, cuando seguía ya esta Verdad (Enzo es testigo de lo que digo), decía siempre: “¡Hermanos. Tenemos que estar unidos!”- No es que no riñésemos. Reñíamos, pero tenía este instinto y sigo teniéndolo aún hoy, porque el primer mandamiento que me ha dado Cristo es que tenemos que estar unidos. Unidos no significa que tenemos que casarnos o que tenemos que salir el domingo, ir al cine juntos solo porque somos hermanos del Arca con el hermano con el que quizás no estemos muy en sintonía o que nos es antipático (que esté claro, no hay nada malo en ello). No. Se nos pide solamente que nos toleremos uno al otro.
Yo soy un tipo arrogante, uno que se impone, autoritario y quizás algún hermano no me soporta, pero Cristo que nos dice: “Amaros en la Verdad, toleraros”. Esto es lo que tenemos que hacer porque el ideal vale más que nuestras miserias, nuestros comportamientos, nuestra personalidad, de lo contrario nosotros damos prioridad a nuestras exigencias y ponemos en segundo plano la causa”.

Una frase muy bonita me llama la atención y la repito dentro de mi muchas veces, como si quisiera imprimir en mi mente y en el corazón el significado de esas profundísimas palabras. “El ideal es más grande que nuestras miserias”. Es esto precisamente lo que no tenemos que perder de vista nunca, el ideal que nos hace ir adelante cada día, que nos hace levantarnos de la cama. Porque, digamos la verdad, si no fuese por este profundo deseo nuestro de luchar por la Verdad, por la Justicia, por la Paz; si este deseo no fuese tan fuerte dentro de nosotros, quizás ni siquiera estaríamos aquí. Pero lo sentimos dentro, sabemos que todo eso es posible, que puede existir un mundo mejor, aunque quizás no ahora, pero creemos en ello.

“Mi enésima recomendación es pensar en el trabajo que debemos hacer, no mirar nuestros defectos y la verdad es que tenemos muchos. Tenemos que pensar en el trabajo común. Un equipo de fútbol hace esto, trabaja en grupo. Después quizás entre ellos seguramente hay gente que ni siquiera se mira a la cara. Pero en la causa es necesario estar juntos y esforzarse en tolerarse y respetarse. Cristo desea que nos amemos, es la meta final, pero hasta que lo consigamos tenemos que tolerarnos, respetarnos y anteponemos nuestra diversidad al amor por nuestra causa. Haciendo esto nosotros alcanzaremos todos los resultados por los que hemos sido llamados por Cristo y el porqué estamos aquí.
Hoy hemos decidido estar aquí y no en el árbol Falcone. Aunque hayan ido hermanos nuestros que nos representan, nosotros hemos deseado estar juntos. Podíamos habernos quedado cada uno con nuestras familias, sin embargo estamos aquí porque hay algo más fuerte que nos empuja a estar juntos. Yo sé lo que es. Es el amor que sentís por mi y por las señales que llevo, por el mensaje de Cristo que difundo, pero no es suficiente para ser seguidores de Jesús. “Es fácil amarte a ti que me representas -me ha dicho Jesús- pero no te debes ni glorificar ni mucho menos, es suficiente para que tus hermanos puedan frecuentarte o vivir la obra contigo. Ellos se deben amar entre ellos, es más, si se aman más entre ellos de lo que te aman a ti estoy todavía más contento”. Y yo le obedezco y digo: “hermanos, amaros entre vosotros”.
No os diré jamás una sola palabra sobre vuestra vida privada, no me meteré nunca en medio a menos que vosotros me pidáis un consejo. No entro en la vida personal, lo primero no tengo tiempo, segundo no es mi misión. Pero os diré todo lo que debemos hacer por nuestra obra, cual es la línea que hay que seguir, cual es la metodología.
A este propósito quiero de verdad, dado que estoy aquí presente, abrir un paréntesis y aplaudir espiritualmente por la estupenda conferencia que se hecho en Siracusa y que Enzo y los demás hermanos han organizado. Ha sido un gran éxito de público y después estoy orgulloso porque es mi ciudad. Esto es lo que quiero, lo que me hace feliz y que hace incluso que venga andando a Sicilia, aunque sea sin dinero, superando las dificultades.
Eso ha sido una señal positiva para mi, muy positiva. Y por qué no hablar de las conferencias de Palermo. El arca de Palermo ha tenido problemas personales gordos, pero ha organizado conferencias estupendas, bellísimas iniciativas de antimafia y espirituales. Que es lo que cuenta. Lo demás no cuenta.
Lo demás son solo cosas humanas que hay que superar. Tenemos que hacer como los esquizofrénicos, es una medicina anti demonio. Si me dice que riña con el hermano, yo me hago el enfermo mental. Aunque se trate de un problema grave lo elimino, lo dejo aparte. Aunque no se haya resuelto, tenemos que fingir que nunca ha existido. Para qué sirve saber quién tiene razón o no, cuando descubrirlo me da el resultado de la división. No me interesa quien tiene razón. Si la causa, la razón me da como resultado la unión entonces haré de todo para buscarla.
Imaginaros que estáis delante de un espejo. ¿Pensáis que somos santos o justos? Nosotros sabemos cuáles son nuestros límites, nuestras debilidades, nuestros miedos, donde estamos cerrados. Sabemos también que no somos delincuentes, que tenemos que valorizarnos, sabemos también que somos personas honradas, que luchamos por un valor grandísimo, que queremos seguir a Jesús Cristo pero sabemos que somos miserables. Así que, conscientes de que no tenemos facultad para juzgar, todos nuestros problemas personales tenemos que tirarlos a la basura. No por casualidad Jesús decía: “¡No juzguéis!”. No lo decía por dogma, sino porque ninguno de nosotros es perfecto. Hoy soy yo el que hago algo malo a Giuseppe, Giuseppe se ofende y me juzga. Mañana será él el que hará algo malo a otro. Es decir, que conviene que os perdonéis –dice Jesús- de lo contrario no seremos perdonados. Solo él que es perfecto puede juzgar. El no hará jamás nada malo a nadie. Nunca se equivocará como nosotros. Conviene perdonar para poder estar unidos”.

Vuelve la palabra “unidos”. Cuantas veces la repite Giorgio, nos lo dice siempre y no es el único. Hace unas semanas he visto el DVD de “El caso Amistad” con algunos hermanos del arca de Catania y precisamente ellos, los hermanos del espacio, en una grabación, lo repiten no una vez sino 3 veces. Como si quisieran remarcar para darle un sentido, un significado más profundo a esa palabra. “Debéis estar unidos, unidos, unidos”.

Para trabajar juntos no tenemos que ser perfectos, pero si unidos en esta batalla, guerra, resistencia. Estamos en una situación muy grave, la más grave de la historia de la humanidad. Si no creamos un programa en nuestra vida, por más pequeños que seamos, con parámetros adecuados y con las bases que nos puedan hacer salvar el alma, nosotros nos perderemos todos. No podemos vivir al día. Hay que tomar elecciones de vida definitivas. Ser coherentes con nuestras elecciones, porque si no lo somos nos perderemos. Nos quedaremos atrás y sufriremos.
Quizás sean temas que ya he tratado anteriormente, pero no me cansaré nunca de repetir los discursos de Cristo. La unión es nuestra base. Muy pronto yo vendré aquí, lo digo ya desde hace mucho tiempo, ese tiempo se está acercando cada vez más. En el momento en el que yo venga aquí quiero ver lo que estoy viendo hoy. Hoy siento amor, unión, también tristeza en algunos de vosotros, miedo porque no se logra seguir adelante y esto lo tenéis que superar si sois de verdad los que decís que sois. Cuando esté aquí, vosotros habéis visto lo que hago, yo vivo así las 24 horas del día. Mi actividad es siempre así, o sea que quien me acompaña tendrá que vivir así. Dado que no es fácil, lo sé muy bien, tenemos que sentirlo dentro fuerte y hacerlo con alegría, no con estrés, porque de lo contrario es mejor no hacerlo. Os quiero anunciar que el Cielo me ha indicado casi definitivamente el lugar donde tengo que establecerme, no sé si definitivamente, pero si como base y será Palermo. Hay un motivo espiritual, pero por ahora no lo puedo decir.
Viajaré por toda la Sicilia, Catania será mi casa, donde además he crecido y después Siracusa que es mi ciudad natal. Palermo será mi residencia, pero visitaré la Sicilia continuamente. Iré a menudo a las nueve provincias y a los lugares que más me interesan. Hay lugares en Sicilia en los que la gente no sabe nada, porque no ve nunca la televisión y yo debo ir allí. Sé que será una tarea difícil porque me siento cansado.
Oficialmente el arca de Palermo está cerrada, pero espiritualmente el Cielo me ha dicho que de otra posibilidad. Yo le he dicho a Giovanni: “Giovanni, nuestra arca es la peor de todas, es la última de las arcas de Sicilia, empezamos con esta humildad, tenemos que ser siervos de todas las demás arcas porque son mejores que nosotros. Están más unidos y tienen más madurez y por este motivo vendré aquí, a la peor”. Tengo que ir donde lo necesitan. Pero nuestra arca, el arca de Palermo se volverá la mejor, será luz como todas las demás arcas de Sicilia. ¡Esto es lo que haré!.
Yo espero con toda mi alma que vosotros estéis, pero si no estáis lo haré igual con otros. Les buscaré en los lugares más feos y les encontraré y serán los mejores discípulos del arca de Palermo.
La redacción antimafia estará en Palermo, pero la base principal quedará en Le Marche. Habrá dos redacciones, una espiritual y una antimafia. Vosotros habéis visto que cuando hablo con los jueces soy el director de AntimafiaDuemila, cuando doy conferencias espirituales soy Giorgio Bongiovanni estigmatizado, pero haré que se unan los dos caminos. Tengo confianza, todos vosotros sois personas buenas, sois seres extraordinarios, sensibles, siento que tenéis tanto amor dentro, disponibilidad. Hoy no está Casimiro, pero os abraza a todos. Os quiero, os amo mucho y sé que saldremos adelante. Quiero que estemos en contacto continuamente. No puedo daros una fecha exacta, depende de los recursos económicos. Pero esta vez nos dará una mano el cielo. Sé que lo hará, estoy seguro, lo siento. Los hermanos operativos que conocéis del Arca de Sant’Elpidio se turnarán en venir. Digamos que vengo a la trinchera y espero, creo, que sea la última misión que el Cielo me encomendará y después espero que venga el Señor a poner fin a esta situación gravísima que hay en el mundo”.

A este punto Giorgio pide a los presentes que hagan preguntas.
Angela le dice a Giorgio: “Nosotros hemos estado en contacto solo por mail. Quisiera ofrecer mi casa al arca de Palermo. Quería abrir un estudio pero no lo haré. Quisiera ofrecerla al arca, aunque yo no formo parte oficialmente de ella, pero me siento parte del grupo. Yo he seguido un camino budista y hay que tener el valor también de desafiar a los compañeros de fe budista porque el prejuicio mata. Por lo tanto espero poder serviros en lo poco que yo sepa hacer, si me dais la posibilidad. Mis contribuyentes están donando el 5x1000 de la declaración de renta a Funima International. Lo extraño es que no he tenido que hacer nada para acercarles, ni tengo ninguna forma de publicidad, lo han acogido casi como un mensaje.
Giorgio contesta a Angela diciendo que será necesario organizarse, que será contactada. “Lo primero que tendremos que hacer, dado que has llevado adelante esta estupenda iniciativa por Funima, es la de ponerte en contacto con Mara y Giovanni, para que te manden todos los documentos necesarios para eventualmente reunir o invitar a estas personas a una reunión de agradecimiento, un buffet, un entretenimiento y mostrarles algún video. Giovanni y Mara, o alguien a su vez, podrían venir para la ocasión.”
Después le toca hablar a Meri, la hermana de Giovanni: “Yo no te conocía, he oído hablar de ti siempre a través de mi hermano. Siempre le he dicho que sería un placer y un honor conocerte. Giovanni me ha dicho que venías hoy. Lo único que siento de decir ahora es que cuando me has hecho tomar tus manos he sentido una emoción inmensa, quizás porque yo creo en esto. Digo siempre que en la vida es necesario perdonar porque un día seremos perdonados”.
Giorgio dice: “Quisiera subrayar que la Justicia no es la antítesis del perdón. La Justicia es otra forma de amor. Nosotros no podemos juzgar, pero podemos denunciar. Nuestro trabajo, por ejemplo con antimafia, no está en contradicción con el perdón, es sin embargo un aval del perdón. Puedes perdonar, pero debes denunciar el mal. Por lo tanto la petición de justicia no es la antítesis del perdón sino que es el complemento”.
Después Serenella nos cuenta su último trabajo artístico que ha nacido de una inspiración, de una oración que ha dirigido a Dios “Señor, úsame, sírvete de mi. ¿Cuál es mi cometido, que puedo hacer por ti?”
Sentía que no tenía que limitarse a Agrigento, en Sicilia y por lo tanto ha empezado a componer canciones, a escribir sin saber lo que estaba haciendo. Ha escrito canciones y no se ha limitado a ello sino que ha continuado escribiendo otras cosas. Ha nacido una historia que contiene el mensaje de Cristo: un film con voces que relatan y citan frases de Jesús con la ayuda del 3D. Ha pedido ayuda a la región Sicilia y le han dicho que mande esta obra a Boston. Así que este espectáculo será presentado en diciembre, pero le será posible llevar este mensaje también a otras partes del mundo.
A este punto Giorgio ha recordado las próximas actividades en Sicilia. A mediados de julio tendrá lugar la conferencia antimafia, en agosto probablemente habrá una iniciativa a favor de Funima en Taormina. Mientras en septiembre, como todos los años, habrá una conferencia ufológico-espiritual en la zona Etnea que será publicada, pero que comprenderá también la reunión de todas las arcas del mundo.
Después de una breve pausa toca a Sonia retomar el tema: “Todo lo que hemos vivido, lo que sabemos, ha sido con Giorgio. Hemos vivido y crecido con él. Teníamos 20 años, 16, 18, había quien tenía dos y que ahora tiene 20. Hemos vivido esta maravillosa experiencia juntos, pero lo que nos ha hecho seguir adelante, derechos hacia la meta ha sido justamente el ver siempre la obra como punto de referencia máximo, fiarnos de lo que se nos decía y se nos pedía, a veces había momentos en los que no comprendíamos determinadas cosas. Pero así como está presente la fe, lo tienen que estar también el esfuerzo y la obra, las arcas y las actividades, todo lo demás se nos pasa. Cuando yo tengo un problema con mi hermano, sabes cuantas veces ha habido discusiones, pero duran 5 minutos, después se acaba todo. Porque no tenemos tiempo, hay que hacer conferencias, seguir adelante con las actividades. Debemos tutelar la obra como si fuese un hijo nuestro, hay que vivirla así. Protegerla de los demás, de las situaciones, incluso de nosotros mismos”.
A este punto interviene Giuseppe que hace una pregunta a Giorgio: “A mí a menudo no me es fácil poner en equilibrio mi parte espiritual con mi parte mental y física, entonces quisiera saber si tú me puedes indicar algo que me haga encontrar mi equilibrio. Porque a veces me pesa mucho, es una lucha contra mí mismo intentando comprender que es lo justo que hay que seguir. A veces se piensa que en una determinada situación es necesario dar una respuesta, sin embargo interiormente sientes como una fuerza que te quiere llevar a otra parte”.

Giuseppe, un consejo que te puedo dar a ti y a todos es éste: ves, Jesús en el Evangelio, a veces, es de una claridad tan extraordinaria e inmensa que para nosotros los hombres resulta inquietante y a veces desconcertante. Su claridad en decirnos lo que tenemos que hacer choca contra nuestra fragilidad y con nuestras miserias, entonces debemos tener el coraje de cambiar nosotros mismos y los demás. Es decir, que cuando tú en este camino ves y sientes que quieres dar todo lo que puedes, pero tienes dudas, incertezas, debes saber que las respuestas que buscas las puedes encontrar ahí.
Lo que Jesús nos pide está contra la naturaleza humana. Debemos tener el coraje de ir a ver qué es lo que Jesús nos pide, que es lo que nos falta. Pero eso es precisamente lo que nuestra naturaleza humana rechaza, porque va contra nuestro cerebro que obra por instinto. Nuestro cerebro está creado para proteger y hacer disfrutar a nuestro cuerpo. Por lo tanto Cristo te empuja a que vayas contra la naturaleza. ¿Pero qué es la naturaleza en esta dimensión? Es la materia. Entonces El te dice: supera la materia. Si no tenemos conciencia de esto no podemos servirlo.
Cuando nosotros amamos a quien nos ama, no hacemos nada de especial. En el Evangelio Jesús nos dice que debemos amar a nuestros enemigos, entonces es ahí que vencemos a la materia. Pero también en la justicia el Señor va contra la naturaleza. La justicia humana hace que uno se defienda a sí mismo, la justicia universal hace que se defienda a los demás y que se humillen a sí mismos. En pocas palabras tenemos que vencernos a nosotros mismos”.

¿Cómo se desarrollan las relaciones entre las almas en los mundos espirituales?
“En el mundo espiritual no existe la unión sexual, existe solamente el amor fraterno que es el mismo amor que se siente por el propio hermano. No es atracción física. Pero si tienes un cuerpo de luz, existe la transmisión de la luz que corresponde a lo que hacemos nosotros aquí sexualmente. Ellos no tienen un órgano sexual, es un conjunto de dos cuerpos. Ellos se vuelven órgano sexual desde la mente a los pies cuando se unen. Cuando se separan pierden la actividad sexual hasta la próxima creación. El ser que nace ya posee la ciencia infundida”.

Giovanni Albanese, que mientras tanto se ha unido a nosotros después de haber estado en el árbol de Falcone, hace una pregunta a Giorgio: “Todos nosotros iremos como en una proyección al más allá, ¿pero es parecido el espacio, el tiempo? ¿Tienen valores más parecidos a nosotros?

“No. El más allá es el mundo espiritual. Hay mundos espirituales que provienen de la tercera dimensión, es decir la nuestra, y mundos espirituales de otras dimensiones, de la contemplación, de la luz, etc. Las personas que amamos, nosotros mismos, pueden alcanzar el estado de espera, la purificación y la reencarnación o los mundos espirituales de la beatitud. Si alcanzamos el mundo espiritual de la espera, de la purificación y de la reencarnación pueden ser de luz, de beatitud. Pero aquí la vida es una vida diferente, de purificación y se completan las experiencias que no has podido completar. Si sin embargo vienes de la beatitud ya no tienes necesidad de reencarnarte. El tiempo y el espacio son completamente anulados y estás al servicio del ser Crístico, es decir que te conviertes en un mensajero suyo”.

Después alguien le pregunta a Giorgio que visto que nos estamos acercando al 2012, que habrá después. El contesta que habrá un nuevo reino y una generación más evolucionada. Y más: Si los padres anulan su propio karma ¿es verdad que los hijos automáticamente son purificados? Giorgio contesta diciendo que el hijo se rescata si los padres están al servicio de Cristo. Automáticamente el alma que nacerá a través de ellos será rescatada.
Después de nuevo Meri, hermana de Giovanni, ha contado algunas experiencias de vida suyas que me han hecho emocionar muchísimo.
“Yo tengo un hijo que ha nacido por voluntad de Dios porque las primeras semanas de embarazo había riesgo de aborto porque los médicos decían que el niño no estaba. Era un embarazo histérico. Gracias a Él y a los Ángeles mi hijo está aquí. Entonces me dirigí a Dios, quizás de un modo arrogante, diciéndole: Tu me lo has dado y lo tienes que dejar. Desde entonces suceden cosas que no entiendo. La primera palabra que mi hijo ha dicho cuando empezó a hablar era: “mamá mira ahí, está Jesús”. Y entonces le decía: “no te preocupes, tú cada vez que le veas salúdalo”. Un día, mientras estaba en lo de mi suegra, me pide que me asome al balcón. Mira al cielo y me dice: “mamá mira, está Lucia”. Yo le pregunto quién era Lucía. Me repite que mire al cielo y que al lado estaba la Señora vestida de celeste con doce estrellas en la cabeza. El tenía solo dos años en ese periodo y no sabía ni siquiera contar. Yo me quedé perpleja y le dije de nuevo que no se preocupase y que saludase. Otra noche, mientras estábamos en la cama, el niño me dice a mí y a mi marido: “mamá sabes Jesús me está pidiendo que le de la mano derecha y que suba con Él”. Yo como madre le he dicho que no se la diera y mi marido y yo hemos llorado. Desde entonces mi hijo no ha vuelto a hablar de estas cosas y yo no sé si ahora ya no ve más o no me lo cuenta a mí. Me he sentido en culpa”. Giorgio la ha tranquilizado diciendo que cuando Jesús le ha dicho al niño que fuera con Él, no quería llevársele. Sino que era una señal, porque él será un mensajero suyo. Y después ha añadido que es normal que ahora el niño no cuente más esas cosas, es una protección del Cielo porque ahora es más mayor y si habla con los demás podría tener problemas.
Terminamos la reunión hacia las 20:30, aunque Giorgio hubiera querido terminar un poco antes. Los del grupo de Catania teníamos que emprender viaje, visto que ya era tarde, pero ha podido más el deseo de quedarnos en compañía con Giorgio y los demás hermanos. Así que decidimos ir todos juntos a comer algo.
En estas ocasiones, durante las reuniones, observo a mis hermanos y hermanas y veo en ellos toda la belleza de sus almas y siento que les amo a todos como nunca lo he sentido antes y este sentimiento me empuja a abrazarles porque solo con este gesto quizás logro expresar y hacer sentir lo que siento dentro.
Son muchas las dificultades, nuestras debilidades humanas a veces nos impiden ver dentro el alma del hermano. Pero debemos acordarnos precisamente de estos momentos, en los que sentimos que estamos bien, en los momentos en los que nuestro amor por el otro prevalece porque gracias a ellos lograremos superar todo.
Creo en cada uno de vosotros y cuanto más os conozco más siento que os quiero.
Os dejo con la frase de un libro que he terminado de leer hace poco y que, según mi opinión, refleja perfectamente lo que Giorgio ha intentado decirnos:

“¡Oh, Flech, no será por esto que les amas! Está claro que no amas la maldad y el odio. Esto no. Pero es necesario hacer práctica siempre para distinguir la verdadera gaviota, para ver la bondad que hay en cada uno y ayudarles a descubrirla dentro de sí mismos, en sí mismos. Esto es lo que yo entiendo por amor...”

Con fraterno afecto
Valeria Di Blasi
Catania, 28 de mayo 2010

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