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claudiaymara

UN ENCUENTRO SIN FRONTERAS

Este  no fue un encuentro mas, no pretende ser una crónica pues no soy buena escribiendo, si espero poder reflejar lo que sentí de un encuentro como bien lo dice el encabezado… Sin Fronteras.
Porque fue realmente así, se podía sentir en el aire que éramos todos de una misma tribu; la de Juan, no habían diferencias ni de idioma ni de raza ni de nacionalidad, paraguayos, argentinos, italianos, chilenos, uruguayos y un hermano de origen palestino, pero que ha nacido y crecido en Chile... que el cielo reunió.
Espíritus una vez mas sedientos de conocimiento, esperando ser alumbrados por las luminosas palabras y gestos, de un ser que nos da todo sin mas pedir.
Los ánimos estaban exaltados, el momento del encuentro con otros hermanos era muy esperado y vibrante cuando se produjo, lleno de entusiasmo, que demostraba la energía que reinaba en el lugar. Un amplio salón iluminado y preparado para la ocasión, perfumado por jazmines, típica flor de estación por estas tierras del sur.
Pensábamos seria una mega reunión de arcas y aquel que ha venido a despertar conciencias con el amor mas grande de todos los amores,  respondería una vez mas a nuestras preguntas, pero no, el cielo nos tenía preparada una gratísima sorpresa… emoción al máximo y lágrimas de felicidad y ternura por doquier. Una suave caricia  y consuelo a nuestro  sediento corazón.
Juan Alberto Rambaldo fue llamando de a uno al frente, a algunos hermanos como en representación de cada una de las arcas presentes y que cada uno de ellos de una manera u otra, así como otros muchos, han venido transitado desde hace años el camino de servir a diario al cielo, al lado de aquel servidor del Cristo que lleva la sangrantes heridas  en su cuerpo.
Han sabido entregar su vida con total disponibilidad, en esta bendita tarea, no fácil por cierto, pero sumamente amorosa, y cargada de responsabilidad con el universo, la de ayudar a este amoroso representante  del cielo a despertar conciencias dormidas aún y mostrar y anunciar al mundo el retorno de aquel que vendrá como un ladrón en la noche, porque ese día esta por llegar y nadie podrá decir “yo no lo sabía”.
Después  de un breve receso para el almuerzo, no terminaban las sorpresas… y  nuestros ojos seguían derramando felicidad. Es impresionante sentir que estamos tan cerca a pesar de las distancias que nos separan y que solo el gran amor nos hace sentir así… unidos y reunidos.
También  pudimos ver una vez mas el mapa planetario que Giorgio presento con emoción y que Gonzalo junto a otros hermanos elaboraron y él explico con dedicación detalladamente, mapa importantísimo y sumamente útil e ilustrativo de la situación mundial actual, ideal para esta tarea de información y concientización.
De mas esta decir la buena organización y hospitalidad de los hermanos rosarinos y fundamentalmente de dos chicos deslumbrantes Andrés y Matías que allí estuvieron con nosotros para asistirnos en nuestras terrenales pero necesarias, valga la redundancia, necesidades, con todo su amor y paciencia, porque asistir a más de 70 personas no es nada fácil.
Una vez mas los términos sin fronteras se hicieron sentir con más intensidad. Le doy gracias al cielo por permitirme vivir estos días
El día terminaba y no queríamos realmente que así fuera, nos saludábamos entre todos no queriendo hacerlo, una gran ternura mezclada con tristeza nos embargaba, sabíamos que a muchos de los hermanos de Italia ya no los volveríamos a ver mas por un largo tiempo, a los hermanos paraguayos, chilenos y argentinos quizás los podamos volver a sentir muy juntos a nosotros si se diera otro encuentro similar, pero no queríamos despedirnos de Giorgio tampoco, pasará un buen tiempo quizás antes de que volvamos a encontrarnos y sentir de nuevo esa sensación de infinita paz que él nos transmite y de fuerza que nos da para seguir en esta ardua tarea diaria de seguir trabajando a su lado. Día a día, codo a codo, sin mucho tiempo para pensar en descanso, comprometidos preparando la tan esperada llegada del novio a la boda.

Con amor fraterno
Claudia Jacue
25 de noviembre de 2009
Montevideo - Uruguay