Varsovia, 4 jun (EFE).- En la capital polaca las zonas más afectadas son los distritos del sur de la ciudad, donde en algunas calles los vecinos observan desde los balcones la riada, incomunicados en sus casas, sin electricidad ni agua corriente y con las lanchas de los bomberos como único medio de transporte.
Los diques levantados por las autoridades en los últimos días no han resistido las nuevas embestidas del Vístula, crecido por las lluvias torrenciales que han llegado acompañadas de violentas tormentas eléctricas.
En el sur de Polonia la situación es más grave, y en las regiones de Malopolska y Podkarpacie hay varias carreteras cortadas y pueblos inundados, a lo que se añade los daños causados en los cultivos de la zona debido al granizo, en algunos casos del tamaño de una moneda de un euro.
Las evacuaciones se suceden en zonas rurales, mientras Cracovia se prepara para las nuevas crecidas del río Vístula.
Las inundaciones de la semana pasada causaron al menos 22 muertos y unos 2.500 millones de euros en pérdidas.