‘‘¡NO A LA MORDAZA!'' PRENSA Y SOCIEDAD CIVIL EN DEFENSA DE LA DEMOCRACIApor Aaron Pettinari - 2 de julio de 2010
Roma. Desde la plaza Navona parte la manifestación en contra de la “mordaza” a la información. Un grito de protesta alzado por los periodistas y la sociedad civil, que no solo ha invadido la capital, sino también otras plazas de Italia, como en Milán, Palermo y de Europa (se han desarrollado manifestaciones en Londres, París y Bruselas, por citar algunas).
Son muchos quienes han respondido al sentido llamado del Fnsi (Sindicato unitario de periodistas italianos), para expresar su propio disenso con respecto a una ley innoble como es el decreto de ley que restringe las escuchas telefónicas. Unidos para defender la Constitución, la Democracia y los derechos, de veras estaban todos, periodistas, sindicatos, asociaciones y ciudadanos privados. También se ven políticos (pero que no pueden subir al palco) e incluso Patrizia D'Addario, la modelo que pasó la noche con el Primer Ministro en la cama de Putin. Algunos la ignoran, otros cronistas la acosan, otros incluso la atacan, porque su presencia aparece como un forzamiento y no es agradable para los organizadores.
Pero no puede ser D'Addario el símbolo o el recuerdo de esta jornada en la cual se le ha dicho “no” a la “mordaza”.
Las mejores imágenes son otras. Son las mordazas, las bocas cosidas, las remeras color violeta, los post-it amarillos, las banderas de la paz y de los partidos que colorearon una plaza que desde las 16.00 se fue llenando poco a poco. Miles de personas presentes, contra la ley sobre las escuchas telefónicas, a las que se les suman aquellas que han seguido la manifestación a través de los cientos de web-tv que han transmitido en directo por streaming, como Rainews y Sky. Entre las micro web tv protagonistas, seguramente un papel importante lo ha tenido el espacio creado por “LiberaRete” (www.liberaretetv.it), que además de seguir el evento principal de Plaza Navona, ha ideado un verdadero maratón (una conexión en directo desde las 17 a las 24 horas), creando momentos de debate que han involucrado a periodistas, magistrados, micro-editores de micro web-tv, a través de una serie de participaciones a través de webcam con skype o en directo, desde el Teatro de Lo Spazio de Roma. Una transmisión repetida en directo por más de 350 plataformas y por los grandes editores con casi 200.000 personas conectadas.
La palabra clave de este encuentro ha sido de lucha cívica es “disenso” en contra de una ley que nuestro Primer Ministro Silvio Berlusconi, en lo que parece ser un nuevo forzamiento, quiere que sea aprobada antes de que termine el verano. Como trasfondo, para justificar la ley, se presenta el fantasma de la violación de la privacidad de los ciudadanos. Importa poco si el mismo Garante, en los días precedentes, haya criticado el contenido del proyecto de ley. El “falso problema de privacidad” es un espejuelo que, como recuerda el Secretario de la Federación de la prensa Siddi, tiene que ser superado según la «deontología de los periodistas» y no estableciendo a priori que toda escucha telefónica viola la privacía.
Sobre el palco se alterna la música con testimonios para recordar el valor de la información, coordinados por la periodista de la Rai Tiziana Ferrario, excluida el pasado mes de marzo de la conducción del Noticiero nacional Tg1. Participaciones necesarias para resaltar como el conocimiento sea la única cosa para que un ciudadano sea responsable. Ahora como quizás nunca antes, el derecho a la información está sufriendo un ataque así de directo. Se quiere poner una piedra lapidaria sobre investigaciones y verdades que han caracterizado los últimos 60 años de historia de nuestro país. Una Italia de la cual no conocemos la historia, como ha subrayado Curzio Maltese, que está diseminada de misterios y verdades a medias.
Verdades que tienen que ser develadas para hacer justicia a quien hasta el día de hoy no la ha tenido, como Giovanna Maggiani Chelli, presidente de la asociación de familiares de las víctimas de la calle de los Georgofili, quien ha dicho: “Nosotros queremos saber quién ha querido los atentados del 93'. Hace 17 años que pedimos justicia y todavía no le hemos obtenido. Ésta es una ley que pretende bloquear las investigaciones”.
La misma justicia que piden a voz alta también el grupo de “las Agendas Rojas” de Salvatore Borsellino, representadas por Serenetta Monti, que renueva el compromiso para impedir la presencia de los políticos que no son bienvenidos en la Calle D'Amelio, para el próximo 19 de julio (día en el que se conmemora el atentado a Paolo Borsellino).
Hay preocupación por estos tiempos tan duros, donde el Gobierno prevé un decreto de ley sobre las escuchas telefónicas, que se convierte en un “escudo” para políticos de cuello blanco y gentuza de todo tipo. De esto han hablado claramente Nicola Biondo, periodista de “L'Unità” y Roberto Morrione, director y fundador de Rai News 24 y actual director de Libera Informazione (portal de información por la legalidad y contra las mafias).
No parecería ser una casualidad que se llegue a un decreto de un cierto tipo, cuando se están impulsando nuevamente las investigaciones sobre los hechos que conciernen a las conexiones entre los años de los atentados y la política. Morrione ha recordado a todos aquellos que han perdido la vida y para los cuales todavía se espera se haga justicia, como las periodistas Ilaria Alpi y Miran Hrovatin (asesinadas por un comando somalí), o los agentes Nino Agostino y Emanuele Piazza. Tantas historias ya caracterizadas por el largo silencio, y que podrían quedar sepultadas definitivamente por un vergonzoso decreto de ley. Mimmo Candito, un historiador corresponsal del periódico “La Stampa” y responsable italiano de Reporter sans Frontieres, ha hablado del nivel de la libertad de prensa en Italia, un país democrático donde las normas que respetan la libertad de prensa se contraponen con leyes y procedimientos que de hecho la niegan. Pero el momento más intenso de la jornada llegó a las 20 horas. Inesperado y verdadero símbolo de la manifestación, Roberto Saviano llega a Plaza Navona, luego de una gran ovación, su presentación es acompañada por un silencio surreal. “Quería estar aquí para formar parte, para ser parte. No me resulta fácil hablar en público, pero hoy era necesario estar aquí. La privacidad es sagrada, pero esta ley no la defiende en absoluto. Tenemos que decírselo claro a todos: esta ley tiene un sólo objetivo y es el de impedir que se hable del poder. Es la privacidad de los negocios, en realidad de los negocios sucios. Lo que vosotros estáis haciendo hoy aquí tiene un altísimo valor y supera las fronteras de nuestro país....Lo que estamos haciendo lo hacemos en defensa de reglas universales, en nombre de un código que permita hablar de los delitos en cualquier parte del mundo”. Y luego agrega: “Yo creo que lo que está sucediendo en Italia en estos días es muy, muy grave... ayer me contaron lo que ha dicho Marcello Dell'Utri, quien por enésima vez ha definido a Vittorio Mangano como un héroe... Entonces cierro diciéndoos: no permitamos que pase esta ley como si fuese una “boutade”, un juego, una broma. Si esta ley ya estuviese en vigencia no habríamos podido contar nada, por ejemplo de la investigación sobre el subsecretario Cosentino. Nada es casual. No debéis permitir que circule la palabra de orden, de quien quiere confundir y minimizar: ‘Todo es un asco, una alcantarilla'. No lo permitáis y no cedáis a la tentación de demonizar a todos aquellos que piensan diferente de vosotros».
Por lo tanto lo que hace Saviano es indicar el camino a seguir, proponiendo una clase de alianza “entre las personas de buena voluntad, más allá de su pensamiento, para resistir a los bandidos”. La transversalidad de esta manifestación, la no pertenencia a un único partido resuena constantemente en los discursos de los participantes. Porque derecha e izquierda no tienen nada que ver. Lo que está en juego va más allá de un símbolo partidario, está orientado a conocer la verdad. Incluso Beppe Giulietti, del periódico “Articolo 21” se ha expresado al respecto: «Lanzamos una petición no sólo a los nuestros. Para salvar la Constitución hacen falta todos, incluso los demás. También se lo digo a Fini (político italiano): esta vez “los nuestros” son todos aquellos que consideran héroes a Falcone y a Borsellino y sienten repugnancia por mafiosos como Mangano». Junto a la prensa protestan y manifiestan su propio disenso, incluso artistas como Morricone y Dario Fo, “movimiento de emergencia para la cultura y el espectáculo”, sectores que la Ley Financiera ha desangrado, contribuyendo a aumentar el nivel de ignorancia del país. También protestan los magistrados y las fuerzas del orden, que con este Decreto de Ley corren el riesgo de ver comprometidas investigaciones muy importantes, como ha recordado Claudio Giardullo, secretario general del sindicato de policía (Silp-Cgil). Y de esta unidad de intenciones hay que recomenzar. La manifestación de Plaza Navona representa un nuevo capítulo de una batalla que no se detiene nunca y que avanza en las plazas, en la web y en los periódicos. Los próximos eventos, el 9 de julio con el black out de la información, el 29 con la sentada bajo la sede de la Cámara de los Diputados y tantos otros caminos paralelos que se desarrollarán en apoyo a la verdad, la libertad, la justicia, hasta que las reglas de la democracia sean respetadas por la Casta. Porque resignarnos a la impunidad sería una afrenta demasiado grande para quien se ha sacrificado hasta hoy. Y lo sería todavía más con respecto a nosotros y a nuestros hijos.
Galería Fotográfica:
http://www.antimafiaduemila.com/content/view/29416/78/
http://www.liberarete.tv/
Roma. Desde la plaza Navona parte la manifestación en contra de la “mordaza” a la información. Un grito de protesta alzado por los periodistas y la sociedad civil, que no solo ha invadido la capital, sino también otras plazas de Italia, como en Milán, Palermo y de Europa (se han desarrollado manifestaciones en Londres, París y Bruselas, por citar algunas).
Son muchos quienes han respondido al sentido llamado del Fnsi (Sindicato unitario de periodistas italianos), para expresar su propio disenso con respecto a una ley innoble como es el decreto de ley que restringe las escuchas telefónicas. Unidos para defender la Constitución, la Democracia y los derechos, de veras estaban todos, periodistas, sindicatos, asociaciones y ciudadanos privados. También se ven políticos (pero que no pueden subir al palco) e incluso Patrizia D'Addario, la modelo que pasó la noche con el Primer Ministro en la cama de Putin. Algunos la ignoran, otros cronistas la acosan, otros incluso la atacan, porque su presencia aparece como un forzamiento y no es agradable para los organizadores.
Pero no puede ser D'Addario el símbolo o el recuerdo de esta jornada en la cual se le ha dicho “no” a la “mordaza”.
Las mejores imágenes son otras. Son las mordazas, las bocas cosidas, las remeras color violeta, los post-it amarillos, las banderas de la paz y de los partidos que colorearon una plaza que desde las 16.00 se fue llenando poco a poco. Miles de personas presentes, contra la ley sobre las escuchas telefónicas, a las que se les suman aquellas que han seguido la manifestación a través de los cientos de web-tv que han transmitido en directo por streaming, como Rainews y Sky. Entre las micro web tv protagonistas, seguramente un papel importante lo ha tenido el espacio creado por “LiberaRete” (www.liberaretetv.it), que además de seguir el evento principal de Plaza Navona, ha ideado un verdadero maratón (una conexión en directo desde las 17 a las 24 horas), creando momentos de debate que han involucrado a periodistas, magistrados, micro-editores de micro web-tv, a través de una serie de participaciones a través de webcam con skype o en directo, desde el Teatro de Lo Spazio de Roma. Una transmisión repetida en directo por más de 350 plataformas y por los grandes editores con casi 200.000 personas conectadas.
La palabra clave de este encuentro ha sido de lucha cívica es “disenso” en contra de una ley que nuestro Primer Ministro Silvio Berlusconi, en lo que parece ser un nuevo forzamiento, quiere que sea aprobada antes de que termine el verano. Como trasfondo, para justificar la ley, se presenta el fantasma de la violación de la privacidad de los ciudadanos. Importa poco si el mismo Garante, en los días precedentes, haya criticado el contenido del proyecto de ley. El “falso problema de privacidad” es un espejuelo que, como recuerda el Secretario de la Federación de la prensa Siddi, tiene que ser superado según la «deontología de los periodistas» y no estableciendo a priori que toda escucha telefónica viola la privacía.
Sobre el palco se alterna la música con testimonios para recordar el valor de la información, coordinados por la periodista de la Rai Tiziana Ferrario, excluida el pasado mes de marzo de la conducción del Noticiero nacional Tg1. Participaciones necesarias para resaltar como el conocimiento sea la única cosa para que un ciudadano sea responsable. Ahora como quizás nunca antes, el derecho a la información está sufriendo un ataque así de directo. Se quiere poner una piedra lapidaria sobre investigaciones y verdades que han caracterizado los últimos 60 años de historia de nuestro país. Una Italia de la cual no conocemos la historia, como ha subrayado Curzio Maltese, que está diseminada de misterios y verdades a medias.
Verdades que tienen que ser develadas para hacer justicia a quien hasta el día de hoy no la ha tenido, como Giovanna Maggiani Chelli, presidente de la asociación de familiares de las víctimas de la calle de los Georgofili, quien ha dicho: “Nosotros queremos saber quién ha querido los atentados del 93'. Hace 17 años que pedimos justicia y todavía no le hemos obtenido. Ésta es una ley que pretende bloquear las investigaciones”.
La misma justicia que piden a voz alta también el grupo de “las Agendas Rojas” de Salvatore Borsellino, representadas por Serenetta Monti, que renueva el compromiso para impedir la presencia de los políticos que no son bienvenidos en la Calle D'Amelio, para el próximo 19 de julio (día en el que se conmemora el atentado a Paolo Borsellino).
Hay preocupación por estos tiempos tan duros, donde el Gobierno prevé un decreto de ley sobre las escuchas telefónicas, que se convierte en un “escudo” para políticos de cuello blanco y gentuza de todo tipo. De esto han hablado claramente Nicola Biondo, periodista de “L'Unità” y Roberto Morrione, director y fundador de Rai News 24 y actual director de Libera Informazione (portal de información por la legalidad y contra las mafias).
No parecería ser una casualidad que se llegue a un decreto de un cierto tipo, cuando se están impulsando nuevamente las investigaciones sobre los hechos que conciernen a las conexiones entre los años de los atentados y la política. Morrione ha recordado a todos aquellos que han perdido la vida y para los cuales todavía se espera se haga justicia, como las periodistas Ilaria Alpi y Miran Hrovatin (asesinadas por un comando somalí), o los agentes Nino Agostino y Emanuele Piazza. Tantas historias ya caracterizadas por el largo silencio, y que podrían quedar sepultadas definitivamente por un vergonzoso decreto de ley. Mimmo Candito, un historiador corresponsal del periódico “La Stampa” y responsable italiano de Reporter sans Frontieres, ha hablado del nivel de la libertad de prensa en Italia, un país democrático donde las normas que respetan la libertad de prensa se contraponen con leyes y procedimientos que de hecho la niegan. Pero el momento más intenso de la jornada llegó a las 20 horas. Inesperado y verdadero símbolo de la manifestación, Roberto Saviano llega a Plaza Navona, luego de una gran ovación, su presentación es acompañada por un silencio surreal. “Quería estar aquí para formar parte, para ser parte. No me resulta fácil hablar en público, pero hoy era necesario estar aquí. La privacidad es sagrada, pero esta ley no la defiende en absoluto. Tenemos que decírselo claro a todos: esta ley tiene un sólo objetivo y es el de impedir que se hable del poder. Es la privacidad de los negocios, en realidad de los negocios sucios. Lo que vosotros estáis haciendo hoy aquí tiene un altísimo valor y supera las fronteras de nuestro país....Lo que estamos haciendo lo hacemos en defensa de reglas universales, en nombre de un código que permita hablar de los delitos en cualquier parte del mundo”. Y luego agrega: “Yo creo que lo que está sucediendo en Italia en estos días es muy, muy grave... ayer me contaron lo que ha dicho Marcello Dell'Utri, quien por enésima vez ha definido a Vittorio Mangano como un héroe... Entonces cierro diciéndoos: no permitamos que pase esta ley como si fuese una “boutade”, un juego, una broma. Si esta ley ya estuviese en vigencia no habríamos podido contar nada, por ejemplo de la investigación sobre el subsecretario Cosentino. Nada es casual. No debéis permitir que circule la palabra de orden, de quien quiere confundir y minimizar: ‘Todo es un asco, una alcantarilla'. No lo permitáis y no cedáis a la tentación de demonizar a todos aquellos que piensan diferente de vosotros».
Por lo tanto lo que hace Saviano es indicar el camino a seguir, proponiendo una clase de alianza “entre las personas de buena voluntad, más allá de su pensamiento, para resistir a los bandidos”. La transversalidad de esta manifestación, la no pertenencia a un único partido resuena constantemente en los discursos de los participantes. Porque derecha e izquierda no tienen nada que ver. Lo que está en juego va más allá de un símbolo partidario, está orientado a conocer la verdad. Incluso Beppe Giulietti, del periódico “Articolo 21” se ha expresado al respecto: «Lanzamos una petición no sólo a los nuestros. Para salvar la Constitución hacen falta todos, incluso los demás. También se lo digo a Fini (político italiano): esta vez “los nuestros” son todos aquellos que consideran héroes a Falcone y a Borsellino y sienten repugnancia por mafiosos como Mangano». Junto a la prensa protestan y manifiestan su propio disenso, incluso artistas como Morricone y Dario Fo, “movimiento de emergencia para la cultura y el espectáculo”, sectores que la Ley Financiera ha desangrado, contribuyendo a aumentar el nivel de ignorancia del país. También protestan los magistrados y las fuerzas del orden, que con este Decreto de Ley corren el riesgo de ver comprometidas investigaciones muy importantes, como ha recordado Claudio Giardullo, secretario general del sindicato de policía (Silp-Cgil). Y de esta unidad de intenciones hay que recomenzar. La manifestación de Plaza Navona representa un nuevo capítulo de una batalla que no se detiene nunca y que avanza en las plazas, en la web y en los periódicos. Los próximos eventos, el 9 de julio con el black out de la información, el 29 con la sentada bajo la sede de la Cámara de los Diputados y tantos otros caminos paralelos que se desarrollarán en apoyo a la verdad, la libertad, la justicia, hasta que las reglas de la democracia sean respetadas por la Casta. Porque resignarnos a la impunidad sería una afrenta demasiado grande para quien se ha sacrificado hasta hoy. Y lo sería todavía más con respecto a nosotros y a nuestros hijos.
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