NUEVOS POZOS SUBMARINOS DE PETROLEO PESE A LA CATASTROFE Estados Unidos concede siete nuevos permisos de perforación tras el desastre del Golfo de México. Luisiana, Misisipi y Alabama han sido declaradas zonas de «desastre pesquero». Van 316 animales muertos desde que comenzó el derrame de crudo.
Natural | Martes , 25-05-10
El Gobierno estadounidense ha declarado «zona de desastre pesquero» a los estados de Luisiana, Misisipi y Alabama. El secretario de Comercio norteamericano, Gary Locke, ha afirmado que, tras el desastre ecológico originado por la explosión de la plataforma petrolífera Deepwater Horizon en el Golfo de México, el Gobierno federal movilizará todos los fondos necesarios para asistir a los pescadores y a las comunidades que así lo necesiten. El comunicado no detalla la cuantía de los fondos ni cuándo serán entregados.
Sólo en Luisiana la industria del marisco mueve 2.400 millones de dólares al año, cubre el 40% de la demanda del país de este producto y emplea a 27.000 personas.
Cerca de 5.000 barriles de petróleos diarios se han vertido al mar desde finales de abril.
«¿Cuántos peces habéis matado hoy?»
Un centenar de activistas, vistiendo botas de vaquero y poco más, se manifestaron ayer frente a las oficinas centrales de la petrolera británica en la ciudad de Houston (Texas). Exigieron a la compañía que pusiera «al descubierto» toda la verdad sobre el desastre medioambiental. Los manifestantes, algunos de ellos disfrazados de los peces y aves que podrían haber muerto como consecuencia de la marea de crudo, cantaban: «¿Cuántos peces habéis matado hoy?».
Según el Servicio de Pesca y Naturaleza de Estados Unidos el total, de momento, asciende a 316 aves, sobre todo pelícanos pardos y aldatraces occidentales. Otras diez fueron rescatadas con vida, aunque al final fueron sacrificadas por el mal estado que presentaban. La mayoría de aves muertas recogidas y analizadas estaban cubiertas en mayor o menor medida por una capa de crudo.
«¿Qué es lo que pasa cuando perforáis, perforáis y perforáis?», gritaba una de las mujeres participantes en la protesta, Medea Benjamin, que vestía una peluca rosa, unos pantalones cortos del mismo color y que tan solo tapaba sus senos con una cinta también de color rosa, todo ello cubierto por una red de pesca. «La verdad al desnudo», reclamaba.
BP ha afirmado que invertirá durante los próximos diez años unos 403 millones de euros en investigar los efectos sobre la economía y el medio ambiente de la marea negra que afecta al Golfo de México. La compañía comenzará a inyectar mañana una serie de productos sintéticos con los que, a modo de cemento, espera sellar el pozo del yacimiento.
Nuevos pozos submarinos
La de Houston fue una de las manifestaciones ecologistas más representativas de las celebradas en los últimos días, pero no la única. En Puerto Fourchon, en el estado de Luisiana, activistas de Greenpeace asaltaron un barco contratado por la compañía Royal Ducth Shell para realizar perforaciones en Alaska. En el buque, y utilizando para ello petróleo, escribieron con letras grandes: «¿El Ártico es lo siguiente?». Siete activistas fueron detenidos, informó Greenpeace.
Aunque el Gobierno americano asegura haber dictado una moratoria sobre toda explotación petrolera en sus costas, lo cierto es que siguen abriéndose nuevos pozos. Por lo menos siete nuevos permisos de perforación y cinco exenciones medioambientales han seguido su curso desde el desastre, informa The New York Times. El gobierno se excusa afirmando que la moratoria afecta a proyectos nuevos, no a los que ya estaban en marcha.
El Gobierno estadounidense ha declarado «zona de desastre pesquero» a los estados de Luisiana, Misisipi y Alabama. El secretario de Comercio norteamericano, Gary Locke, ha afirmado que, tras el desastre ecológico originado por la explosión de la plataforma petrolífera Deepwater Horizon en el Golfo de México, el Gobierno federal movilizará todos los fondos necesarios para asistir a los pescadores y a las comunidades que así lo necesiten. El comunicado no detalla la cuantía de los fondos ni cuándo serán entregados.
Sólo en Luisiana la industria del marisco mueve 2.400 millones de dólares al año, cubre el 40% de la demanda del país de este producto y emplea a 27.000 personas.
Cerca de 5.000 barriles de petróleos diarios se han vertido al mar desde finales de abril.
«¿Cuántos peces habéis matado hoy?»
Un centenar de activistas, vistiendo botas de vaquero y poco más, se manifestaron ayer frente a las oficinas centrales de la petrolera británica en la ciudad de Houston (Texas). Exigieron a la compañía que pusiera «al descubierto» toda la verdad sobre el desastre medioambiental. Los manifestantes, algunos de ellos disfrazados de los peces y aves que podrían haber muerto como consecuencia de la marea de crudo, cantaban: «¿Cuántos peces habéis matado hoy?».
Según el Servicio de Pesca y Naturaleza de Estados Unidos el total, de momento, asciende a 316 aves, sobre todo pelícanos pardos y aldatraces occidentales. Otras diez fueron rescatadas con vida, aunque al final fueron sacrificadas por el mal estado que presentaban. La mayoría de aves muertas recogidas y analizadas estaban cubiertas en mayor o menor medida por una capa de crudo.
«¿Qué es lo que pasa cuando perforáis, perforáis y perforáis?», gritaba una de las mujeres participantes en la protesta, Medea Benjamin, que vestía una peluca rosa, unos pantalones cortos del mismo color y que tan solo tapaba sus senos con una cinta también de color rosa, todo ello cubierto por una red de pesca. «La verdad al desnudo», reclamaba.
BP ha afirmado que invertirá durante los próximos diez años unos 403 millones de euros en investigar los efectos sobre la economía y el medio ambiente de la marea negra que afecta al Golfo de México. La compañía comenzará a inyectar mañana una serie de productos sintéticos con los que, a modo de cemento, espera sellar el pozo del yacimiento.
Nuevos pozos submarinos
La de Houston fue una de las manifestaciones ecologistas más representativas de las celebradas en los últimos días, pero no la única. En Puerto Fourchon, en el estado de Luisiana, activistas de Greenpeace asaltaron un barco contratado por la compañía Royal Ducth Shell para realizar perforaciones en Alaska. En el buque, y utilizando para ello petróleo, escribieron con letras grandes: «¿El Ártico es lo siguiente?». Siete activistas fueron detenidos, informó Greenpeace.
Aunque el Gobierno americano asegura haber dictado una moratoria sobre toda explotación petrolera en sus costas, lo cierto es que siguen abriéndose nuevos pozos. Por lo menos siete nuevos permisos de perforación y cinco exenciones medioambientales han seguido su curso desde el desastre, informa The New York Times. El gobierno se excusa afirmando que la moratoria afecta a proyectos nuevos, no a los que ya estaban en marcha.